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Si Trump gana la presidencia, esta será su política migratoria 

Plan migratorio de Trump

Que no digan que no nos avisó. Nos avisa a cada paso. Con cada rally, cada discurso, por más incoherente y alocado que sea. Nos avisa lo que va a hacer: encarcelar a sus oponentes. Ilegalizar la disensión. Y hacerles la vida imposible a los inmigrantes indocumentados. 

El programa de Trump, candidato favorito a enfrentar a Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre del año próximo, hace recordar el “plan migratorio” de Mitt Romney, cuando era, él también, candidato a presidente por el partido Republicano en 2012. Cuando le perdió a Barack Obama. 

En el debate del 23 de enero en Florida describió su plan migratorio: auto deportación. Hacerles la vida imposible hasta que se vayan solos. Sin necesidad de nada que contradiga la moralidad. 

Pero Trump no sufre de esa limitación. No tiene frenos morales. No le importa reconocerlo, porque cuanto más duro, agresivo e intransigente aparece, más lo apoyan sus fanáticos, y él más los escucha y bebe sus vivas hasta la ebriedad. 

El mes pasado, Axios detalló el plan migratorio del expresidente. Aquí están sus puntos más relevantes, explicados. 

La Migra sin control

De ser nuevamente presidente, Trump se propone lanzar un operativo constante, urgente y de gran envergadura para cazar indocumentados en todo el país y llevar a cabo una deportación en gran escala. Para ello usará la cooperación de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), así como la Administración de Lucha contra las Drogas (DEA), la Guardia Nacional y otras agencias para cazar a los inmigrantes.  

Migrantes detenidos en la frontera méxico-estadounidense. Foto: NARA & DVIDS Public Domain

Para ello, Trump se propone emitir una declaración ejecutiva según la cual la nación sufre una “invasión” de “ilegales”, por lo cual podría deportar sin que se requieran procedimientos judiciales a quienes tuviesen un prontuario, así como contrabandistas de personas. Para lo mismo planea etiquetar a ciertas nacionalidades como «enemigos extranjeros».

Solicitudes de asilo

En 2020, Trump impuso la política llamada Título 42, por el inciso que supuestamente permite su ejecución, por el cual perversamente suponía que los inmigrantes indocumentados traen desde México la enfermedad del COVID-19, en aquel entonces muchas veces mortal. Esto le sirvió de excusa para deportarlos. 

Así limitó el derecho de quienes piden asilo, contraviniendo el derecho internacional sin permitirles encontrarse con un agente fronterizo y mucho menos presentar su solicitud. 

El plan incluye un acuerdo renovado con México para reiniciar su política de «Quédate en México».  A eso se agregaría una renegociación de acuerdos migratorios con Guatemala, Honduras y El Salvador, para devolver a los inmigrantes solicitantes de asilo directamente a sus países de origen. 

Separación de familias

Trump – en boca de su ideólogo Stephen Miller – se propone resumir la política de separación de familias, por la cual el gobierno de Estados Unidos perdió la huella de miles de niños, que llevó años recuperar. 

Es más, en lugar de aceptar a estos niños en Estados Unidos bajo diferentes programas como lo hizo en el pasado, planifica deportarlos al igual que a sus padres, a sus países de origen. En sus discursos, lo plantea cínicamente como si fuese un medio para combatir la explotación infantil. 

Dice el New York Times: “aproximadamente 5500 menores nacidos en el extranjero fueron separados de sus padres por esa política. En promedio, la separación duró unas cuantas semanas, pero en algunos casos se prolongó durante años”.

El vídeo que muestra a los niños ‘enjaulados’ en la frontera de EE.UU.

En algunos casos los niños fueron arrancados de sus padres aunque nacieron aquí y eran ciudadanos estadounidenses. 

La política fue iniciada durante el gobierno de Barack Obama, que fue el primero en colocar a los niños en gigantescas jaulas, en 2014, pero cancelada al poco tiempo. Trump, a través de su entonces Fiscal General Jeff Sessions, la renovó en 2018 en una envergadura mucho mayor. 

Bloqueo naval

En 2020, Trump puso precio a la cabeza del presidente venezolano Nicolás Maduro: 15 millones de dólares por su arresto. Acto seguido, envió cañoneras al Caribe para supuestamente intimidar a los narcotraficantes con los que el mandatario sucesor de Hugo Chávez cooperaba, contaba la BBC.

Hoy, Estados Unidos está lanzando operaciones antinarcóticos mejoradas en el hemisferio occidental para proteger al pueblo estadounidense del flagelo mortal de los narcóticos ilegales», anunció Trump en aquel entonces. 

Según el plan que dice que pondrá en efecto en 2025 – si es elegido Presidente – Trump enviará cañoneras para establecer un bloqueo fronterizo “detener los barcos de contrabando de drogas”.

Prohibición de ingreso a musulmanes

En 2017, ni bien asumió el poder, Trump cumplió su promesa electoral de aquel entonces y prohibió el ingreso al país a personas provenientes de países musulmanes. Posteriormente, limitó la decisión a los procedentes de Irán, Libia, Corea del Norte, Siria, Somalia y el Yemén. 

Tres años después agregó a la lista a Eritrea, Kyrgyzstan, Myanmar, Nigeria, Sudán y Tanzania. 

Le pareció tan buena la idea que seguirá ampliando la lista a voluntad.

Pero esa “buena idea” será un boomerang que echará por tierra décadas de esfuerzos para promover la influencia política de Estados Unidos en muchos de los países del mundo. 

Combatientes enemigos ilegales

Para circunvalar los tratados de Ginebra en cuanto al trato a los 780 detenidos (así eran designados, detainees) sin juicio en la prisión en el territorio bajo control estadounidense en Guantánamo, Cuba – en su mayoría terroristas allegados a al Qaeda – el gobierno de George W. Bush los designó combatientes enemigos ilegales, o unlawful enemy combatants

Es decir, no eran prisioneros de guerra, porque no eran parte del ejército regular de un segundo país, como lo determinan los acuerdos. Por esa razón, no tenían derechos garantizados.

Pero luego, la misma denominación se otorgó a los prisioneros que eran soldados en el ejército talibán en Afganistán, porque, según los abogados de Bush, pertenecían a un “estado fallido”. 

Como recordamos, las apelaciones ante la justicia estadounidense fracasaron, porque al estar en el territorio de Guantánamo la prisión estaba fuera de la jurisdicción nacional, según un fallo de la Suprema Corte de 1950. 

Protesta frente a la Casa Blanca, 1 de noviembre de 2019

Ahora, Donald Trump quiere usar la misma denominación de combatientes enemigos ilegales para arrestar a miembros de los cárteles de la droga mexicanos, en territorio mexicano. Un país que ni es fallido ni está en guerra contra Estados Unidos, que es soberano y miembro de todas las organizaciones internacionales. El envío de tropas a México podría desatar una crisis sin precedentes en las relaciones del país con los de América Latina. 

Negar la ciudadanía a hijos de indocumentados

En octubre de 2018, Trump estaba a punto de firmar una directiva ejecutiva que daría fin a la ciudadanía otorgada automáticamente a todos los nacidos en territorio nacional, que es lo que dice la Constitución en su enmienda número 14.

Para cancelar esta práctica se necesitaba una enmienda constitucional. Pero Trump lo quiso ignorar. 

«Definitivamente se puede hacer con una ley del Congreso. Pero ahora dicen que puedo hacerlo simplemente con una orden ejecutiva», dijo Trump. en aquel entonces. 

¿Quién se lo dijo? John Eastman. Sí, el abogado y profesor de derecho ahora enjuiciado por su papel similar en el intento de golpe de estado el 6 de enero de 2021. Eastman es el autor – y el propagandista – de la opinión de que el vicepresidente tiene derecho de decidir cuáles votos de electores aceptar y cuáles rechazar. Una invención suya y que prácticamente nadie que sabe algo de derecho constitucional comparte. 

Trump quiso cancelar la obligación de conceder a sus objetos de odio la ciudadanía. No se animó entonces, pero todavía quiere hacerlo, y ahora cuenta con una Corte Suprema cuya composición archi conservadora le ha dado la confianza necesaria para tomar este paso decisivo. 

Inaugurar el muro fronterizo

La fantasía de un muro fronterizo que físicamente separara Estados Unidos de México fue siempre un truco electoral barato con el que Trump cobró pingües dividendos de apoyo irrestricto entre sus votantes. Durante sus cuatro años de gobierno no logró hacerlo realidad, lo cual no le ha impedido declarar que “el muro está casi completo” 

La administración Trump a través de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) dijo que había construido 452 millas de muro antes de que al asumir Joe Biden, se detuviera la construcción. 

Trump dice que muro fronterizo redujo el cruce de migrantes | Noticias Telemundo

Sin embargo, corrige la BBC, “sólo se han construido 80 millas de nuevas barreras donde antes no las había; eso incluye 47 millas de muro primario y 33 millas de muro secundario construidos para reforzar la barrera inicial”.

Ahora, el plan es completar la construcción del muro a través de toda la frontera con México.  

Un plan migratorio exhaustivo, completo, total

El plan de Trump, elaborado mayormente por su asesor político y eminencia gris del gobierno Stephen Miller, es completo, detallado e implacable.  He aquí los puntos adicionales que contiene. 

Finalmente, para ejecutar este plan, Trump necesitará aliados en todas las dependencias del gobierno, por lo cual sus asesores están confeccionando una lista de funcionarios actuales que serán despedidos y de aliados que serán nombrados para los puestos ejecutivos que se encarguen de las tareas de detención y deportación.


Este artículo fue apoyado en su totalidad, o en parte, por fondos proporcionados por el Estado de California, administrados por la Biblioteca del Estado de California y el Latino Media Collaborative.

Autor

  • Fundador y co-editor de HispanicLA. Editor en jefe del diario La Opinión en Los Ángeles hasta enero de 2021 y su actual Editor Emérito. Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California. Es periodista, bloguero, poeta, novelista y cuentista. Fue director editorial de Huffington Post Voces entre 2011 y 2014 y editor de noticias, también para La Opinión. Anteriormente, corresponsal de radio. -- Founder and co-editor of HispanicLA. Editor-in-chief of the newspaper La Opinión in Los Angeles until January 2021 and Editor Emeritus since then. Born in Buenos Aires, Argentina, lived in Israel and resides in Los Angeles, California. Journalist, blogger, poet, novelist and short story writer. He was editorial director of Huffington Post Voces between 2011 and 2014 and news editor, also for La Opinión. Previously, he was a radio correspondent.

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