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Veteranos de guerra contra el odio y la discriminación

El libro de Joel Andreas, Adictos a la guerra. Foto: Blade

En una declaración por Memorial Day (Día de la Memoria) Veteranos por la Paz, una organización pacifista conformada por ex militares, emitió una declaración en la que se afirma:

“Los miembros de Veteranos por la Paz recuerdan a los muertos en las guerras de Estados Unidos no solo una vez al año, sino todos los días de nuestras vidas, con la solemnidad que merecen, no con el burdo comercialismo en el que se ha convertido el Día de la Memoria”.

En otra parte de su declaración, agregan: “Recordamos los muertos en las guerras y el número mucho mayor de heridos, con extremidades amputadas, y el número aún mayor que vive con demonios invisibles y con heridas en la cabeza”. Y termina: “Recordamos las contribuciones perdidas que podrían haber hecho a la sociedad y que literalmente reprimieron o destruyeron en la epidemia de suicidio desenfrenada entre los veteranos”.

Objetivos de Veteranos por la Paz

Esta organización estadounidense está formada por más de 8,000 miembros, veteranos y no veteranos de guerra, con más de 120 capítulos en todo el país y en otros países. Sus objetivos principales son educar al público, abogar por el desmantelamiento de la economía de guerra, brindar servicios que ayuden a los veteranos y víctimas de la guerra y, lo más importante, trabajar para poner fin a todas las guerras.

Mike Ferner es manager de Proyectos Especiales de Veteranos por la Paz, y accedió a dialogar con Hispanic LA.

“Es muy importante luchar contra el odio», comentó Ferner al informarse sobre el proyecto Latinos Contra el Odio de Hispanic LA. «El militarismo se basa en el odio y el miedo al otro. Hay demasiado de eso en nuestra sociedad, pero cuando el ejército es una influencia tan enorme en nuestras escuelas, deportes, publicidad se agrega más odio y más miedo a los otros. Los gobiernos siempre quieren tener un peligro externo para asustar a sus ciudadanos. Esa es la mejor manera de controlar a la población. Pero cuando se genera tanto miedo y odio contra el peligro externo, contribuye a una cultura que odia y teme cada vez más a cualquiera que pueda ser considerado otro. Así como sabemos que los niños aprenden no tanto de lo que les decimos sino de lo que hacemos, nuestro presupuesto nacional les dice a todos que priorizamos la muerte y la violencia por encima de la justicia y la compasión. Ese mensaje está muy presente para nuestros ciudadanos, especialmente cuando se refuerza diariamente con programas de televisión y reportajes sensacionalistas. El racismo ha desempeñado y sigue desempeñando un papel enorme en la historia de nuestro país. El militarismo no hace más que reforzarlo”.

Paz para Ucrania, China y Palestina

Veteranos por la Paz lleva adelante campañas muy concretas, por ejemplo, un grupo de trabajo sobre China, para trabajar con grupos de la sociedad civil en ambos países y presionar a los congresistas y medios de comunicación en Estados Unidos, con dos premisas: combatir la desinformación y la no interferencia en asuntos internos de otros países. Otra campaña concreta es por un inmediato cese el fuego en Ucrania, instando al gobierno de Estados Unidos a parar la guerra y negociar con Rusia. Y en el marco de una tercera campaña actual, mandaron una carta al presidente Biden en la que le recuerdan que la ley estadounidense dice que no se debe enviar armas a países con bombas atómicas que no hayan firmado el Tratado de No Proliferación, en relación a Israel.

En relación a este punto, existe un proyecto de resolución en la Cámara de Representantes para extender los beneficios federales a los ciudadanos de Estados Unidos que se unen a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en su guerra contra los palestinos. Veteranos por la Paz anunció su oposición a esta norma que, si se aprueba, protegería a los estadounidenses que luchan por Israel en casos de demandas civiles por no pagar hipotecas, automóviles, préstamos o divorcios, además de proteger sus empleos. La resolución modificaría los artículos 3902 y 3914 del Código 50 de los Estados Unidos, que establece “proporcionar, fortalecer y acelerar la defensa nacional… para permitir que tales personas dediquen toda su energía a las necesidades de defensa de la Nación… y para proteger a los ciudadanos que sirven con las fuerzas de una nación con la que los Estados Unidos es aliado”.

El ex presidente y abogado de Veteranos por la Paz, Barry Ladendorf, un veterano de Vietnam, dijo al respecto: “El uso del término ‘necesidades de defensa de la nación’ solo puede significar los Estados Unidos o naciones aliadas con los Estados Unidos, como lo fue Gran Bretaña en la Segunda Guerra Mundial. Por ningún esfuerzo de imaginación se puede argumentar que el genocidio de Israel contra el pueblo palestino es esencial para las necesidades de defensa de los Estados Unidos… Al extender estos beneficios estamos alentando a los ciudadanos de Estados Unidos a unirse a las Fuerzas de Defensa de Israel… Esta propuesta crearía un precedente terrible… Si se aprueba, ¿los ciudadanos de Estados Unidos que luchan por Israel esperan que nuestro gobierno pague por sus lesiones físicas o mentales? Si son asesinados, ¿sus familias esperan beneficios por muerte? ¿Y el próximo Congreso extenderá los beneficios a varios miles de estadounidenses que luchan por Ucrania?”.

En cambio, Ladendorf reflexionó: “Cualquier político sinceramente interesado en ayudar a los veteranos debería aumentar el gasto en los hospitales de veteranos y proporcionar una vivienda decente para los 41,000 veteranos sin hogar. Que reparen lo que la guerra hizo a los veteranos de Estados Unidos que creían que estaban ayudando a satisfacer las necesidades de defensa de la nación cuando en realidad estaban ayudando a satisfacer las demandas de las corporaciones estadounidenses”.

 Datos que alimentan el odio externo e interno

Veteranos por la Paz editó en 2004 un libro de Joel Andreas llamado Adicto a la guerra, en la que el autor y académico muestra los efectos devastadores de la política armamentística en la sociedad estadounidense.

Adicto a la guerra lleva más de 200 mil ejemplares vendidos y fue traducido al español, alemán, danés, japonés, coreano y tailandés. Susan Sarandon, actriz de Hollywood y activista social, dijo de él: “Adictos a la guerra no es sólo un ingenioso y divertido retrato de nuestra economía basada en la guerra, sino una reflexión verdaderamente profunda que no se encuentra en los medios generales. Es algo que nuestros hijos deberían saber antes de que tengan que elegir si quieren o no convertirse en carne de cañón para la gran maquinaria militar”.

En aquel libro, hace 20 años ya se denunciaba que el 51 por ciento del presupuesto total del país va a gastos militares. En 2024 ese monto asciende a la estratosférica cifra de 886 mil millones de dólares.

Según el investigador, desde 1948 hasta 2004, Estados Unidos había gastado en armas y guerras 15 trillones de dólares. Es una cifra incalculable para la escala humana. Por eso, es más fácil decir que esos 15 trillones de dólares equivalen a todos los activos que existen dentro de Estados Unidos. Es decir, equivalen a todas las casas, calles, puentes, rutas, fábricas, aeropuertos, puertos, ferrocarriles, plantas de energía, hospitales, dependencias gubernamentales, escuelas, universidades, es decir, toda construcción privada o estatal, en todo el país. O, dicho de otra manera, en todos esos 56 años, se gastó lo mismo en construir que en destruir.

Pero son cálculos de 2004, habría que sumarle el presupuesto anual de estos 20 años, que, en un cálculo moderado, suponiendo un promedio de 700 mil millones de dólares al año, da un total de 14 trillones de dólares extra.

En la página web de Veteranos por la Paz hay un reloj que a medida que pasa el tiempo suma dólares gastados en tiempo real por Estados Unidos en la llamada “guerra contra el terrorismo”. Ese reloj marca que cada hora se gastan más de 93 millones de dólares. Es decir, más de un millón y medio de dólares por minuto.

Pero si tantos números lo marean, piense más simplemente, en qué cosas se podrían hacer con el dinero destinado a armas para el odio y la muerte.

Por ejemplo, según el libro de Joel Andreas, “con los mil millones de dólares que se requieren en un año para mantener solo uno de los portaaviones de Estados Unidos, se podrían construir 17 mil casas para 67 mil personas… O se podría proveer asistencia médica prenatal gratis para 1,600,000 futuras mamás, con lo que se salvaría la vida a miles de bebés… O se podría inscribir a 384 mil niños en el programa preescolar de Educación Temprana… O proveer tratamiento intensivo para adictos a las drogas o el alcohol para 333 mil personas… O darles a 500 mil niños estadounidenses desnutridos tres comidas al día durante un año”.

Todo esto ayudaría, obviamente a achicar la brecha de desigualdad en la sociedad y a disminuir los niveles de marginalidad, delitos y violencia dentro de los Estados Unidos. Por lo tanto, si no hay conciencia por los daños producidos fuera del país, por lo menos que se difundan los daños que se producen dentro del país generando discriminación y odio, a cambio de grandes negocios para pocos.

Entrevista: Cambiar guerra por lucha pacifista

Mike Ferner, ex concejal de la ciudad de Toledo, en el estado de Ohio, luchó por Estados Unidos en la Guerra de Vietnam. Hoy es escritor y activista por la paz. También es miembro del colectivo POCLAD (Program on Corporations, Law, and Democracy). En 1989 Ferner fue elegido como independiente para ser concejal del ayuntamiento de Toledo y propuso la creación de una pequeña empresa de servicios públicos municipal para competir con Toledo Edison. En 1993 se postuló para alcalde y perdió por solo 672 votos, en un total de 92,740 votos emitidos.

Mike Ferner. Foto: NS

En marzo de 2006, el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes de Estados Unidos estaba en el proceso de votación sobre 67 mil millones de dólares para la guerra y ocupación de Irak y Afganistán. Ferner, junto con otros activistas pacifistas, irrumpieron en la cámara para protestar y fue arrestado. Ese año también participó en la Caminata por la Justicia, de 320 millas de Voices For Creative Nonviolence desde Springfield hasta North Chicago, en el estado de Illinois. Nuevamente fue arrestado y según su relato, el oficial que lo arrestó declaró que usar una camiseta de «Veteranos por la Paz» mientras tomaba café en el centro constituía una protesta y tenía que irse del bar. Ferner se negó y por eso fue arrestado. En 2006 publicó el libro “Dentro de la zona roja: un veterano por la paz informa desde Irak”, relatando sus viajes a Irak, justo antes de la invasión estadounidense y luego un año después de la invasión.

Felner, quien cambió la guerra por la lucha pacifista, dialogó con Hispanic LA y se mostró muy interesado en el proyecto Latinos contra el odio. A continuación, parte del diálogo vía correo electrónico.

-Mike, hace muchos años estuvo en la guerra de Vietnam. ¿Qué lo llevó a alistarse, cómo cambió su pensamiento esa experiencia y cómo ha cambiado su perspectiva en todos estos años de militancia pacifista?

-Me crié en una comunidad rural conservadora y asistí a una escuela católica conservadora y secundaria. La cultura popular en la que crecí, con los héroes occidentales de John Wayne prevalecía en todo el país. Cuando me convertí en enfermero de la Marina y trabajé en un hospital militar cuidando de las víctimas de Vietnam, empecé a entender lo que realmente estaba pasando. Más adelante, junto con la educación política, adopté un curso diferente para mi vida.

-La OTAN se creó en 1949 como forma de contrarrestar al Pacto de Varsovia. Pero el Pacto de Varsovia y la supuesta amenaza comunista desaparecieron en 1991. ¿Tiene sentido que siga existiendo hoy la OTAN, a qué intereses o necesidades responde? ¿Es una alianza bélica al servicio de Estados Unidos para amenazar a Rusia y China?

-La OTAN es la ejecutora para el imperio de los Estados Unidos en tantos países como sea posible. Permite que los Estados Unidos ignoren cualquier regla o tratado de la ONU. Por ejemplo, nuestra invasión de Irak fue hecha sin la autoridad de la ONU, fue una invasión ilegal, pero no importa si podíamos conseguir que la OTAN acompañara cualquier aventura militar. Los pueblos de Europa conocen la guerra y saben mejor, pero sus gobiernos no son más representativos de ellos que los nuestros.

-Veteranos por la Paz se creó en 1985, lleva casi 40 años. En aquel momento gobernaba Reagan y eran los últimos años de la Guerra Fría con el bloque socialista, luego vino Bush padre y la teoría del fin de la historia, empezó el enfrentamiento con el mundo islámico, luego Clinton y los bombardeos en la ex Yugoslavia y Somalia, más adelante Bush hijo y las invasiones de Afganistán e Irak, Obama, Trump y ahora Biden. ¿Cómo cataloga el momento actual de Estados Unidos como actor importante en el mundo?

-En pocas palabras, el imperio de Estados Unidos está en declive y la gente que lo dirige está haciendo todo lo posible para evitar su destino final, que será el mismo de todos los imperios a lo largo del tiempo. Además, debo señalar que fue la oposición a la política de Estados Unidos en Centroamérica lo que motivó la fundación de Veteranos por la Paz en 1985. Desde ese momento venimos luchando contra la vocación imperialista y belicista, porque también perjudica a nuestro pueblo.

-¿Este es un año electoral, ¿cree el resultado puede cambiar el rol de Estados Unidos?

-La única constante en la política presidencial en curso es mantener las políticas imperialistas. Ni el partido, ni cualquier líder político importante en los Estados Unidos se permite desviarse de esa política. Independientemente de las diferencias en la política interna -aborto, derecho al voto, armas, inmigración- cuando se trata de política exterior, todo es lo mismo.

-Ya que habló de las políticas internas, ¿cuáles son las minorías en Estados Unidos que más se perjudican por el complejo militar-industrial-tecnológico-financiero?

-Las minorías en los EE.UU. que más sufren por nuestras prioridades presupuestarias militarizadas son las mismas que sufren de todos los aspectos de la desigualdad. La clase obrera, con cada minoría racial desproporcionadamente afectada, los afroamericanos, las primeras naciones, los latinos, experimentan deficiencias críticas en la educación, la atención de la salud, la seguridad de la vivienda, el cuidado de los niños y los ancianos. Todo eso sucede porque el 50% del presupuesto nacional que va a fines militares.

-¿Por lo menos, es cierto que estar muy armado hace a Estados Unidos más seguro, o sería un país más seguro si fuera más pacífico?

-La paz a través de la fuerza no es solo un mito alimentado, es también la principal forma en que la riqueza se transfiere de los trabajadores a las corporaciones que realmente dirigen el país. Lamentablemente, esas empresas pagan para producir armas y planificar cómo mantener el imperio.

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Este artículo está respaldado en su totalidad o en parte por fondos proporcionados por el Estado de California, administrado por la Biblioteca del Estado de California en asociación con el Departamento de Servicios Sociales de California y la Comisión de California sobre Asuntos Estadounidenses Asiáticos e Isleños del Pacífico como parte del programa Stop the Hate. Para denunciar un incidente de odio o un delito de odio y obtener apoyo, vaya a CA vs Hate.

This article is supported in whole or in part by funding provided by the State of California, administered by the California State Library in partnership with the California Department of Social Services and the California Commission on Asian and Pacific Islander American Affairs as part of the Stop the Hate program. To report a hate incident or hate crime and get support, go to CA vs Hate.

Autor

  • Mariano Saravia

    Mariano Saravia es magister en Relaciones Internacionales, escritor, periodista, docente universitario, conferencista y narrador oral. Sus especialidades son la política internacional, el periodismo histórico y los derechos humanos. Divide sus tareas periodísticas entre televisión, radio y gráfica. Sus artículos y ensayos han sido publicados en Argentina y el exterior. Tiene una maestría en Relaciones Internacionales y licenciado en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Córdoba. También realizó estudios en Italia, Alemania, Irlanda, Reino Unido, País Vasco, Polonia, Israel, Canadá, Estados Unidos y Brasil. Fue profesor titular de la materia Política Internacional de las carreras de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Córdoba. También fue profesor invitado de la Universidad de Wisconsin-Green Bay, del Boston College, de Estados Unidos, de la Universidad Nacional de Río Cuarto, la Universidad Nacional de Villa María y Universidad Católica de Córdoba Tiene 14 libros editados, algunos han sido traducidos al inglés, francés, portugués, danés y vietnamita. Varios están editados en formato e-book. Uno de ellos, La sombra azul, fue llevado al cine con el mismo nombre. En los últimos años crea y presenta espectáculos en los que intercala sus narraciones con la música de grandes artistas. Organiza viajes históricos, políticos y culturales por países de América del Sur, bajo la premisa del anti turismo y de que el viajero es la antítesis del turista. Además, recorre la provincia de Córdoba y Argentina dictando conferencias sobre temas históricos, políticos y de derechos humanos. Ha asesorado al ex presidente boliviano Evo Morales en el conflicto con Chile por la salida soberana al Océano Pacífico que perdió Bolivia en la Guerra del Pacífico (1879-1884).

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