El mundo vive una gran crisis económica y política, que va camino a una recesión, pero para comprender qué pasa, es importante analizar la historia, al menos los últimos 70 años.
La Guerra Fría
En 1952 el territorio europeo comenzó a “reconstruirse”, después de la gran destrucción en manos del nazismo. En 1955 Estados Unidos interviene en el conflicto vietnamita como parte de la Guerra Fría, por esa razón, cuando en 1965 la Guerra de Vietnam estaba en su apogeo, comenzaron las rebeldías juveniles. En Estados Unidos, los pacifistas hippies, en Inglaterra la contracultura Beat y en Europa la revolución existencialista francesa.
Mientras tanto la economía se desestabilizaba y la inflación crecía. Los Estados Unidos salían de su cómodo 1% anual, alcanzando más del 15% en 1980, con cuatro recesiones económicas, dos graves cortes de energía y la implementación de controles de salarios y de precios, llevando en solo 15 años (1965/1980) al fracaso la política macroeconómica estadounidense.
La recesión y el descontrol inflacionario
El plan se basaba en el intento de “bajar” las tasas de desempleo emitiendo dinero, en lugar de crear fuentes de trabajo, suponiendo que las tasas de inflación serian moderas, en realidad, la emisión monetaria provoco el descontrol inflacionario que llevo al 10%.
Incluso en un punto, la circulación de dólares excedió las reservas de oro, llevando al presidente Nixon, en 1971, a desvincular la convertibilidad monetaria, desligando los dólares del resguardo en oro, destruyendo las expectativas públicas en la política y el desempeño económicos.
Para aplicar el “freno”, en 1980 comenzó el diseño de las reglas que hoy guían las políticas monetarias mundiales, transformando el problema en una oportunidad, llevando la inflación del 15% a menos del 1% para 1983.
La pandemia y la escasez de bienes
¿Que aprendimos de la historia para superar la actual crisis económica y política?
El primer problema es el aumento del circulante… durante la pandemia la mayoría de los países emitieron moneda para remplazar la producción, ese dinero fue a los bolsillos de los ciudadanos que no gastan por estar encerrados, (solo en comida y videos), sin contar que, al volver al trabajo, la mayoría recibió aumentos salariales, ante la escasa mano de obra, permitiendo a las familias aumentar el consumo desde casas, vacaciones hasta automóviles.
La consecuencia directa de la pandemia fue la escases de bienes, que no se producían normalmente, provocando que la demanda supere a la oferta, provocando inflación, sumando a esto los bloqueos a China y la invasión a Ucrania, quebrando el suministro mundial de alimentos y combustibles, incrementando los valores mundiales de productos y servicios.
Por supuesto, el incremento del precio de la gasolina llevó al aumento de costos del transporte, (tierra, agua y aire}, derivando en el aumento de precios de los productos y servicios.
Restablecer la calma
La pregunta es… ¿qué acciones tomarán los lideres restablecer la calma?
En cuanto la producción aumente y la escasez se alivie, podremos observar un “aterrizaje suave”, donde la demanda se equilibre y la inflación desaparezca.
El mayor problema que existe y, que diferencia la actual crisis de las anteriores, es que los ciudadanos estuvieron encerrados entre 12 y 24 meses, con gran incertidumbre y desconfianza en los planes económicos y en los políticos, por esto el trabajo mas importante de los lideres es la unificación de todo el arco político, que ayude a consolidar planes y criterios, con el desarrollo de estructuras políticas y económicas.