En la última década, aumentó en las salas de redacción en Estados Unidos la contratación de periodistas latinos, reflejando el crecimiento de nuestra comunidad y el reconocimiento por parte de las empresas periodísticas de la importancia de tener una voz que conozca sus características y necesidades.
En los últimos 12 meses esta tendencia se ha revertido. No solo se han dejado de contratar periodistas latinos, sino que la industria está eliminando puestos de trabajo a todo vapor.
En verdad, en numerosos casos no hubo una recuperación suficiente de la crisis del COVID y numerosos medios han registrado pérdidas. Otros cerraron.
El resultado ha sido el despido simultáneo de una gran cantidad de reporteros, columnistas, editores, correctores y personal administrativo. Durante 2023 hubo alrededor de 20,000 despidos en medios de comunicación en todo el país, em mayor número en muchos años. Hasta medios que anunciaron ganancias participaron en esta ola.
La tendencia continúa a principios de 2024, lo cual pone en duda el futuro del periodismo en Estados Unidos.
Así, en junio de 2023, el Los Angeles Times despidió a 72 periodistas. En diciembre, a otros 115, cercenando el 30% de su personal. Según NBC News, la publicación perdió el 38% de su personal latino.
Hace dos semanas, TelevisaUnivisión anunció el despido de más de 200 empleados, en un proceso en el que reemplaza la información local con reality shows y telenovelas mexicanas.
Una semana antes, Telemundo, había despedido a unas 60 personas, incluyendo talentos al aire y altos ejecutivos, informó Media Moves, a pesar de sus sólidas ganancias en 2022 gracias a la transmisión del Mundial de Catar.
Además, en estos meses, la revista TIME despidió a decenas; Business Insider al despido del 8% de su personal. La cadena Gannett, con el 10%, retiró la palabra “Noticias” de su definición social; NPR y el Washington Post, otro 10% en 2023. Los despidos incluyen también a NBCUniversal, ABC News, Vice Media, Sports Illustrated, Vox Media, National Geographic, CNN y más.
Empleados del New York Daily News, Forbes, la cadena Condé Nast y el LA Times realizaron separadamente paros históricos en protesta por recortes planeados para este mismo año.
Ahora bien, gudiza el problema el hecho de que al priorizar el despido de quienes llegaron últimos, estos despidos han perjudicado especialmente a los periodistas hispanos. Un estudio de hace dos meses de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ) establece que los equipos de periodismo investigativo “no reflejan a las comunidades que cubren”. El 75% de los editores y el 60% de los reporteros son blancos, y solo el 13%, latinos.
A largo plazo es preocupante este retroceso histórico.
Pero más lo es en el plazo inmediato. Es que a medida que se acercan las elecciones presidenciales de noviembre, mayor es el tono de la desinformación y las olas de mentiras diseminadas en los medios sociales por los contrarios a los intereses de la comunidad latina en general y los inmigrantes en particular, que en su mayoría vienen de las filas poco organizadas de MAGA y ahora de los equipos de operaciones especiales de las respectivas campañas republicanas.
Y también, mieentras se acerca el día de la votación, mayor es la afluencia de lectores que buscan información en plataformas como Tik Tok, Facebook o YouTube, X, así como WhatsApp, Instagram o Discord.
Un estudio de Nielsen sobre los latinos en EE.UU. determinó que nuestra comunidad «tiene más probabilidades de recibir, consumir y compartir noticias falsas e información errónea en línea en comparación con la población general”, específicamente contenido sesgado, conspirativo o de pseudociencia.
Otros estudios hallaron que los jóvenes latinos encuentran información sobre inmigración de fuentes antiinmigrantes y extremistas como Fox & Friends y OAN News Un informe de agosto pasado de Media Matters halló una abundancia de información falsa y teorías de conspiración en español sobre el cambio climático en Tik Tok y otros medios populares.
La ola de noticias falsas encuentra en la comunidad latina víctimas fáciles, una situación exacerbada intencionalmente por candidatos antidemocráticos y corruptos que buscan evitar el escrutinio de sus acciones.
Para contrarrestar estas tendencias la comunidad necesita más y no menos información fidedigna y más y no menos redactores hispanos, para descartar rumores alarmistas y falsos en las cuentas sociales. Lo contrario puede tener un impacto negativo en la votación, sea en forma de abstención o de voto contra los intereses propios.
Lo necesario es fortalecer, y no debilitar a la prensa latina. Todavía hay tiempo de corregir el rumbo.