Los pequeños departamentos de policía del gigantesco condado de Los Ángeles actúan con mayor impunidad que el Departamento de Policía de la ciudad de Los Ángeles (LAPD, siglas en inglés).
Esta es una de las conclusiones a la que arriba el reporte de Seva Rodnyansky y Jorgen Harris, co-autores del “Análisis de datos sobre vigilancia y relaciones humanas en los departamentos de policía suburbanos del condado de Los Ángeles”.
Impunidad suburbana
De acuerdo a Harris, un mayor número de personas mueren a manos de oficiales de la policía suburbana que de oficiales de departamentos policiales de grandes centros urbanos, como el de la ciudad de Los Ángeles.
Según el investigador, es mucho más difícil obtener información sobre lo que sucede en los suburbios, porque la policía tiende a ser menos analizada que los departamentos policiales de las grandes ciudades.
Y esto, evidentemente, dificulta los intentos por establecer estadísticas representativas en los procedimientos de estos departamentos.
El reporte de Rodnyansky y Harris, profesores de Occidental College, se centra en arrestos en Pasadena, South Pasadena y Glendale entre 2010 y 2020, y remarca que tanto en Glendale como en Pasadena se están arrestando a sospechosos a una tasa mucho más alta que en South Pasadena y en la misma la ciudad de Los Ángeles.
Los investigadores también reportaron que los latinos constituyen el grupo étnico con la mayor proporción de los arrestados en las tres ciudades y, también, en la ciudad de Los Ángeles.
Esto quedó en evidencia con el caso de South Pasadena en donde los latinos representan menos del 20% de la población local, pero más del 50% de los arrestos. Un panorama que contrasta con la ciudad de Los Ángeles en donde la población de origen latino es de aproximadamente 50% y su tasa de arresto es de un 50% de todas las detenciones.
También preocupante es que, según el reporte, el número de arrestados de la comunidad negra, de estas tres ciudades y de la ciudad de Los Ángeles, constituye un porcentaje mayor que su población total. Por ejemplo, los residentes de raza negra de Pasadena y de la ciudad de Los Ángeles son menos del 10%, pero más del 20% de los arrestados.
Fianzas desiguales
Otro dato que sugiere racismo en el consiguiente proceso judicial, es que la fianza en efectivo, según el reporte, es aplicada de manera desigual y según la raza o etnicidad del detenido.
En Pasadena, la fianza media para los detenidos de origen asiático en el período analizado era de $5,000, para los blancos y latinos $15,000 y para las personas de raza negra nada menos que $26,000.
“Estas diferencias en las concesiones de fianzas por raza podrían reflejar diferencias en las características de los detenidos por raza en el número y la gravedad de delitos anteriores u otras características vistas por jueces y fiscales, o podrían reflejar prejuicios raciales implícitos o explícitos en el establecimiento de la fianza”, dice el reporte.
Algunas conclusiones
La conclusión del informe es que, si bien los arrestos durante la última década han disminuido sustancialmente en Los Ángeles, no se puede decir lo mismo de muchas de las ciudades suburbanas que rodean a Los Ángeles.
Los departamentos de policía de Glendale y Pasadena cuestionaron la metodología del estudio y señalaron que era probable que un gran porcentaje de los arrestados eran “transitorios”, o sea personas provenientes del condado de Los Ángeles pero no necesariamente residentes de las tres ciudades analizadas.
El Departamento de Policía de Glendale afirmó que apreciaba los esfuerzos de la comisión al realizar el análisis, reconociendo la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en las prácticas policiales. Sin embargo, el departamento lamentó no haber sido consultado antes de la investigación.
En definitiva, si bien los números del reporte no significan, necesariamente, que Glendale y Pasadena hayan tenido mayores niveles de criminalidad que la ciudad de Los Ángeles, es probable que las altas tasas de arrestos estén relacionadas con el tipo de decisiones que toman los departamentos de policía sobre cómo responder ante diferentes situaciones y los prejuicios raciales de los oficiales de policía intervinientes.
Lo cierto es que hay una disparidad en la composición racial de los arrestados en Pasadena, South Pasadena y Glendale que es mucho mayor que en la ciudad de Los Ángeles. Y esa disparidad tiene que ser analizada, con investigaciones de esta naturaleza, a fin de poder corregirla.
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