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Feliz Navidad, felices fiestas

Las costumbres de Navidad son desde hace varios siglos eventos culturales que abarcan no solamente a los creyentes cristianos sino a habitantes de territorios donde imperan otras religiones. El tema del nacimiento de Jesús según el Nuevo Testamento y el ulterior desarrollo de esta narrativa en hijo de Dios y base de la fe cristiana se ha mezclado con tradiciones folklóricas y eventos menos relacionados. Un ejemplo de ello es la tradición de Santa Claus en el norte de Europa, una figura originada a partir del siglo IV en la cultura cristiana occidental, de quien se dice que trae regalos en la víspera de Navidad. En la tradición cristiana mesoamericana existen también personajes originales de antes de la Conquista y que hacen el bien. 

Esto ha colaborado a que para muchos millones en la Tierra, creyentes y no creyentes, la Navidad sea una ocasión para añorar la paz en el mundo, el fin de los conflictos, la reconciliación de las familias y la unidad de los pueblos, todos ellos temas no religiosos pero sí humanos. 

En nuestro país, llega a su fin el anhelo de los niños, acumulado durante todo el año, por regalos, pero más que ello eventos en familia cuando sus mayores les dedican tiempo, el mejor de los regalos. 

Y para los adultos es también el fin de la temporada festiva que comenzó en el Día de Acción de Gracias. En las sociedades industrializadas como la nuestra la compra de regalos se transformó en una supuesta base fundacional de la Navidad. Esto deriva en una fiebre de consumo que por una parte mantiene en pie sectores económicos enteros pero por la otra tergiversa el sentimiento de solidaridad entre los hombres y mujeres del mundo. Especialmente porque pone en evidencia las desigualdades que tanto han profundizado en nuestra sociedad entre quienes lo tienen todo y los que casi nada tienen. En esta Navidad recordamos especialmente a los inmigrantes que lo arriesgan todo para venir al país a contribuir con su trabajo y a construir una existencia digna para sus hijos.

Hoy apreciamos el mensaje de alegría y esperanza de que la vida mejore para todos, en este día que tiene como centro a la familia, base de nuestra sociedad y fuente del amor y la energía que hace llevaderos nuestros días. 

Este evento que respetamos y en el que participamos nos da también la oportunidad, desde Hispanic L.A., de desear de todo corazón a nuestros lectores una Feliz Navidad, o bien felices fiestas y en pocos días, un próspero año nuevo.

 

 

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