En el programa Fox and Friends de hoy 19 de marzo, los presentadores recurrieron a un tema casi traído de los pelos: la inmigración indocumentada desde China. Este es el no tan nuevo caballito de batalla en su cruzada. Es una manifestación más de que Fox News es el fuelle del odio antiinmigrante.
La crisis fronteriza ‘de Biden’
El nombre del segmento: la crisis fronteriza de Biden. Biden, en letras gigantes. El mismo que aparece en los documentos de varios comités de la Cámara Baja, donde desde que recuperaron la mayoría los republicanos se “investiga” la debacle fronteriza (además de las andanzas del hijo del presidente Biden, cosa que ahora está en la retaguardia pero que ocupará un lugar central a medida que se acercan las elecciones de 2024).
Y abajo, en letras rojas y blancas: “La amenaza china”.
Voy a citar ampliamente este y otro segmento, porque son suficientemente demostrativos, de por sí, de la estructura mediática del extremismo estadounidense.
El video muestra tomas de un grupo de supuestamente inmigrantes supuestamente chinos, tranquilos y bien vestidos, en cuclillas después de haber sido interceptados tratando de cruzar ilegalmente la frontera.
El moderador le dedica a la presentación del tema casi un minuto, mucho más que la respuesta de su entrevistado, el comentarista Lee Steinhauer, autor de “El arte de la nueva Guerra Fría: Estados Unidos contra China. Lo que Estados Unidos debe hacer para ganar”.
La cantidad de cruces ilegales a Estados Unidos desde la República Popular China, afirma el presentador, «superó el último año los números de los dos años anteriores juntos».
¿Cuál es el número que tanto lo alarma?
En el año fiscal 2021, fueron 450 personas; en el de 2022, subió a 2.176, y este año fiscal, 4.366.
La gran alarma
¿Eso es todo? ¿Esa es la gran alarma? ¿Que tratan de emigrar a Estados Unidos cuatro mil personas de una nación de 1,412 millones? Como comparación, cada día hay entre 6.000 y 7.000 cruces ilegales en nuestra frontera sur.
Sin prestarle atención a los números agrega el presentador que “los cárteles de la droga están obteniendo grandes ganancias de esto, porque cobran a veces tres veces más de lo que les pagan los migrantes de Centroamérica”.
Y al finalmente formular la pregunta, sigue: “El número creciente de chinos es una cosa, la publicidad que le hacen los cárteles de la droga para lucrar es otra, pero lo que más nos preocupa es ¿cuál es el objetivo?” Y levanta la ceja y se comprende: estos chinos son peligrosos. ¿Qué quieren? ¿Qué realmente, realmente, quieren?
“¡Nuestras fronteras abiertas son un imán para estas personas!», contesta el entrevistado Steinhauer. “Claro que prefieren vivir aquí que en China, que es más y más totalitaria. Los carteles lo comprenden, se aprovechan e intentan entrar en el mercado chino.
“Ciertamente”, continúa, “hay personas que vienen de China con propósitos nefastos. El partido Comunista chino manda aquí gente para participar en operaciones de espionaje e influencia interna…”, explica, antes de pasar a la relación de Pekín con Moscú.
Esto es lo que vemos en Fox News. Día tras día, incitación, exageración, ausencia de información noticiosa, comentarios sugestivos y malévolos. Insinuación (innuendo). Y simples mentiras.
En estos programa, Fox News no hace periodismo. Refleja en cambio el extremismo imperante. Más que eso, es el motor.
Es el fuelle del odio
El moderador -un nombre poco adecuado, por decir lo menos- insiste: “¿Cuál es entonces el objetivo de estos ciudadanos chinos que vienen a los Estados Unidos? ¿Cuántos de ellos están aquí para hacerle daño a los Estados Unidos de América?”
Contesta Lee Steinhauer: “Tratar de discernir entre quienes vienen aquí para causarle daño al país y los que quieren irse de China es poco menos que imposible. La única solución es fortalecer la frontera”.
Entonces, Sr. Steinhauer, ¿cuántos? ¿Todos?
Cruzan de 140 países
En otro segmento, hoy mismo, se informa que el jefe de la Patrulla Fronteriza, Raúl Ortiz, dijo esta semana que hasta ahora, en el año fiscal 23 (que inició en octubre), sus agentes interceptaron a 900,590 personas de 147 países”. Quizás no explicó que muchos fueron detenidos por segunda, tercera o cuarta vez, porque una vez deportados, tratan de cruzar nuevamente y son -o no- aprehendidos nuevamente. Eso reduce los números finales.
Por eso, Ortiz declara, anuncia Fox News, que «el Departamento de Seguridad Interna no tiene ‘control operativo’ de la frontera sur”.
La declaración de Ortiz es utilizada en el programa, no como un punto de partida para el análisis de una situación preocupante, sino como base para establecer que este es “un durísimo golpe a Joe Biden”.
Pero es razón para la preocupación. La inmigración indocumentada a Estados Unidos es un problema grave, acuciante, serio. Complicado. Los principales países expulsores de inmigración son México y los de Centroamérica, y seguirán tratando de venir mientras la pobreza los doblegue y la violencia cercene sus vidas. Hay soluciones que se deben implementar ahí, económicas, sociales. Creación de fuentes de empleo. Beneficios a la población. Tranquilizar a la gente. Para eso debe obrar una importante financiera del país, inversiones privadas en su mayoría.
Incitación sincronizada de Fox News
La incitación contra los inmigrantes -la fuente del motor del odio- está a la orden del día en la programación de Fox News en todo momento. De manera sincronizada, sus huéspedes dentro del espectro del liderazgo político republicano, compiten entre sí por el título de campeón de la hostilidad antiinmigrante. Caminan por el estrecho sendero que diferencia la preocupación por los intereses de la nación y la difamación en el más puro y clásico racismo.
Sin ir más lejos, hoy domingo 19 mismo, el canal entrevistó al senador Rick Scott, de Florida en el programa de María Bartiromo ‘Sunday Morning Futures’, para discutir el porqué los estadounidenses deberían estar ‘hartos’ de la crisis fronteriza.
El programa, supuestamente, es de negocios, según dice su página de internet. Consiste en que “ella trae a la mesa a los grandes creadores de noticias de negocios para explorar las oportunidades más inteligentes de hacer dinero para la próxima semana”. Pero, para mantener el ráting, no está mal seguir metiendo la cuchara en la sopa migratoria.
Bartiromo inicia el segmento relacionando la enorme cantidad de cruces ilegales con el crimen.
“La política de fronteras abiertas de Biden sigue teniendo consecuencias mortales,” dice, y muestra la foto de una abuela con un niño pequeño. “María Tambunga, de 71 años y su nieta Emilia, de siete, fueron asesinados el lunes pasado en Texas cuando un traficante de personas se estrelló contra su coche”.
¿Qué le parece, Senador Scott, esta relación?
El senador comienza con una dramática declaración: “Los americanos deberían estar hartos con su gobierno federal en este momento, por tener una frontera sur completamente abierta”.
“Todos tenemos que despertarnos”.
El problema no es de ahora
Ahora. Los números de cruces ilegales son demasiado altos. Ningún país puede permitirse tener fronteras abiertas. O porosas. Estados Unidos tiene el derecho a controlar sus límites y decidir a quién permite entrar y por qué, con los intereses de la población ante sí.
Pero el problema es de larga data.
Desde hace décadas, la población de inmigrantes indocumentados ha fluctuado alrededor de 11 a 12 millones. Ya han echado raíces. Sus hijos nacidos aquí son ciudadanos estadounidenses. Los que vinieron de niños ilegalmente y son adultos luchan por su legalización como Dreamers.
Los inmigrantes indocumentados contribuyen al país en impuestos, en su trabajo, en su cultura. Miles de ellos sirven en las Fuerzas Armadas. Algunos son profesores universitarios, científicos, artistas, abogados.
Son pocos los que insisten en la “solución” de deportación total, algo que desgarraría al país. ¿Y entonces? ¿Por qué no se juntan y deciden?
El interés económico
Además, el hecho de que sea posible entrar a través de la frontera no es solamente una cuestión logística, o un charco político donde se mezcla la criminalidad de los cárteles de la droga, la paranoia de ver espías chinos en un puñado de migrantes desesperados, el sueño racista de identificar migración ilegal con crimen asesino. Hay intereses económicos poderosos que favorecen el ingreso de mano de obra barata y temporaria al mercado laboral, especialmente el agrícola.
¿Y las soluciones? ¿Por qué se demoran tanto?
Porque el odio al inmigrante es un caballito de batalla ideológico. Y sirve a los extremistas para arengar, para incitar y reclutar a los votantes de mañana. Porque lo alimentan aún más con la noción enfermiza de que los inmigrantes, específicamente los latinos, una vez legalizados y naturalizados – es decir, una década o más después de logrado un acuerdo migratorio general – votarán por los demócratas. Una noción que dice más que todas sus declaraciones patrioteras sobre la falsedad de sus reclamos de amor por el país y su verdadera pasión racista.
Por eso están ahí los soldados infernales de Fox News, los que juegan a ser periodistas, dedicados a encontrar quien repita lo que ellos ya dicen, para magnificar una perspectiva falsa de la historia, basada en el alarmismo.
Pero no por ser falsa es débil; al contrario: el odio, es un material casi irrompible.
Este artículo fue apoyado en su totalidad, o en parte, por fondos proporcionados por el Estado de California, administrados por la Biblioteca del Estado de California y el Latino Media Collaborative.