En el inicio de la Convención Nacional Republicana, el expresidente Donald Trump presentó al senador de Ohio James David Vance como su compañero de fórmula y candidato a vicepresidente.
De esa manera Trump dio por tierra con las esperanzas de muchos en su propio partido, incluyendo a varios de los principales donantes de campaña, de que esa candidatura sería un acto de balance político, un intento de al menos camuflar los extremos ideológicos en que ha derivado el exmandatario y una demostración de que cuando Trump habla de unificar el país después del atentado contra su vida el pasado sábado habla en serio.
Todo lo contrario a unificar el país
Vance es un arribista recién llegado al mundo de la política, que no hace mucho caracterizó a Donald Trump de ser “Hitler” antes de sufrir una total metamorfosis cuando se postuló al Senado.
Desde entonces ha sido, si es posible, más trumpista que Trump, más extremista que otros precandidatos al puesto y el más visible en un apoyo irrestricto y poco creíble al caudillo republicano.
Pero las opiniones de Vance, lo ubican en el segmento más extremista del partido.
Esto es cierto en el tema candente del aborto. Hasta hace un par de meses, se oponía a éste aún en caso de peligro para la vida de la madre, incesto o violación. Su intento de complacer a Trump para lograr el nombramiento le hizo cambiar de convicción.
En el tema de la guerra entre Ucrania y Rusia, le gusta Rusia. En las elecciones, dice se la robaron a Trump en 2020 y que si fuera entonces vicepresidente no hubiera certificado los resultados.
Pero es igualmente cierto en el tema de la inmigración. Allí Vance se muestra como un digno líder de MAGA. Ha adoptado la línea dura de la cual se enorgullece su facción. Según él existe en la frontera sur una crisis causada por los refugiados que vienen a pedir asilo al país. Y apoya la construcción del fantasmagórico muro fronterizo inventado en 2016 por Trump.
Pero contrariamente a otros temas en los que cronometró su cambio de opiniones según la probabilidad de que Trump lo elija, en el migratorio su postura salió a la luz ya en 2022, en plena campaña electoral para el Senado en Ohio.
Y, dice Adam Nagourney del New York Times, “Si bien la mayoría de sus anuncios estaban escritos por consultores, Vance dijo que él mismo escribió este.
“Lo hice porque noté que a la mayoría de la gente le preocupaba el tema migratorio”, dijo en una entrevista Vance, que repite lo que dijo en ese comercial electoral: «¿Eres racista? ¿Odias a los mexicanos? Los medios nos llaman racistas porque queremos finalizar la construcción del muro de Trump. Nos censuran, pero eso no cambia la verdad. La frontera abierta de Joe Biden está matando a los residentes de Ohio”. Y luego digo: “No, no lo somos. Por eso nos preocupamos por la frontera; por eso me preocupo por la frontera”. Y de ahí al pedido de apoyo el camino era corto.
Todo mezclado y basado en falsedades
Los demócratas según él quieren a los inmigrantes porque votarían por ellos, razón suficiente para rechazarlos en su universo. Además, traen drogas y en total, matan a los habitantes de su estado”.
En estos días, se compromete a oponerse a que algún día los hoy indocumentados puedan optar por la ciudadanía. Y claro, quiere financiar y “completar” (como si se hubiera construido más del 10%) el “Muro de Trump”.
Los inmigrantes aceptables tienen que tener un mérito: una profesión o capital para iniciar una empresa, lo cual equivale a un rechazo de la totalidad de quienes llegan de Centroamérica y México.
Exhorta a dar fin a la contratación de inmigrantes para puestos como hotelería y restaurantes y en lugar de ello buscar activamente a los siete millones de estadounidenses que, según él, están dispuestos a trabajar. Aunque no por 15 dólares la hora, aclara.
También pregona el sinsentido difundido hace años por los republicanos y en general los antiinmigrantes de que estos les roban los puestos laborales a los estadounidenses, cosa que estudio tras estudio ha demostrado que es falso. Le da lo mismo.
Dice sobre el viraje de posiciones de Vance y su conversión en un consecuente lider de Maga el columnista Ross Douthat, también del NY Times.
“Su transformación es una de las historias políticas más sorprendentes de la era Trump, y es probable que influya en la política republicana incluso después de que Trump se haya ido”.
Es la primera vez que los analistas están pensando en que un Estados Unidos post Trump sobreviviría el vigor de MAGA. Aunque siguen siendo muchos quienes, como quien firma, cree que una vez que Trump se retire de la historia, su movimiento se fracturará y perderá su capacidad de ganar batallas.
Por todo esto, no debe sorprender que al día siguiente del anuncio de su incorporación a la fórmula presidencial con Trump, dirigentes del ala dura en inmigración del partido como RJ Hauman, presidente del Centro Nacional de Control de Inmigración, se sentían felices. Además de sus declaraciones, señalaban que en todas las votaciones en el Senado sobre el tema insistió en proporcionar más dinero para contratación de agentes migratorios. Esto declaró a FoxNews: con Vance, «el esfuerzo de deportación más grande en la historia de Estados Unidos ahora tiene un copiloto increíble».
Por sus votos anti inmigrantes en el Senado, la organización Heritage Action le otorgó un puntaje de 93%. “Quiere asegurar la frontera, imponer el Estado de derecho y proteger a los trabajadores estadounidenses», dijo de él su presidente Ryan Walker.
Vance no tiene legislación a su nombre, pero sí ha votado consecuentemente por criminalizar a quienes se quedan en el país luego de que venciera su visa, por limitar el uso de perdón humanitario, por hacer más difícil que quienes llegan a pedir asilo demuestren que su vida corre peligro en su país de origen, entre otras medidas.
Otro grupo antiinmigrante, Numbers USA, le adjudicó la calificación de A – la más alta, equivalente a un 90% – por su labor parlamentaria en este tema.
Las leyes de Vance
En el Congreso, J.D. Vance está registrado como uno de los legisladores de leyes antiinmigrantes avanzadas por los republicanos, en muchos casos por razones políticas y en otros casos aunque la práctica que establecen ya existe bajo otras leyes.
Ejemplos: la S. 2824, que requeriría de los empleadores utilizar el sistema de acceso a la base de datos E-Verify como condición para emplear a personas autorizadas a trabajar en el país.
Esta ley permitiría el procesamiento de solicitudes de asilo “sólo a aquellos a quienes es más probable que un juez de inmigración les conceda asilo pueden continuar con el proceso de asilo”. Y prohibiría aceptar solicitudes de asilo de quien haya cruzado la frontera ilegalmente.
O la S. 3933 que exige la detención de extranjeros ilegales acusados de cometer robo, hurto, asalto, latrocinio o hurto de tiendas. U otra ley que daría a los estados la autoridad de demandar al gobierno federal por su negativa a hacer cumplir las leyes de inmigración. U otra que obligaría al gobierno de Joe Biden a retomar la construcción del Muro de Trump.
Conclusión
J.D. Vance es un novato en la política sin ninguna experiencia anterior de gobierno y cuyas opiniones hace unos ocho años eran liberales. Hasta el día de hoy, como afirma en una entrevista, tiene simpatía por los “chicos de Bernie”, alusión al senador socialdemócrata de Vermont Bernie Sanders, de 82 años.
Hoy, sin embargo, ya conoce la temática política. Y goza de la simpatía y el apoyo del caudillo del partido republicano Donald Trump, quien en su momento lo sacó del desconocimiento público y con su endoso lo llevó a la victoria en las primarias republicanas de 2022.
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