El mes pasado tuvo lugar la Primera Cumbre Económica Latina, evento organizado por el Departamento del Tesoro. Fue una muestra de la importancia creciente que tiene la comunidad en nuestra economía y la conciencia en la clase política de que los latinos, que constituyen el 19% de la población pero el 25% de la juventud, jugarán un papel crucial en el futuro cercano.
Esto se manifiesta también en una serie de medidas federales que tienen como objetivo el mejoramiento de la economía latina en los próximos años, concretamente con inversión en la salud, vivienda y bienestar financiero para los hogares latinos, incluyendo evitar el desalojo y facilitar el flujo de capital a empresas latinas.
No es para menos. Los votantes hispanos se duplicaron y más en las últimas dos décadas. Y los latinos son responsables del 65% del crecimiento de la población. Parecería que su ideal del sueño americano se está cumpliendo.
La importancia de la comunidad aumenta. Los latinos constituirán más de 1 de cada 5 trabajadores estadounidenses para 2030 y 1 de 3 para 2060.
Si los latinos de EE. UU. fueran un país independiente, su producto interno bruto ocuparía el quinto lugar en el mundo, superando a los del Reino Unido, India y Francia, según un informe publicado el jueves.
Sin embargo, todavía falta mucho para que nuestra comunidad esté a la par del resto del país.
Un reciente reporte del Senado apunta a los desafíos que ello implica. Reconoce que “los latinos experimentan tasas de desempleo más altas que la población en su conjunto. Su ingreso familiar promedio es sólo 75% del de los blancos”.
Y si bien, a pesar de la pandemia, los ingresos salariales de los latinos subieron un 6,7% en 2020, mientras que los no latinos se contrajeron un 1,1%, todavía existe una brecha salarial sustancial para los latinos en comparación con los blancos no latinos. Si se redujeran estas disparidades, los salarios de los trabajadores latinos deberían subir en 35%.
Esta brecha es particularmente grande para los inmigrantes, a quienes se les paga menos en las mismas categorías laborales que los trabajadores nacidos en los Estados Unidos, así como para las mujeres latinas, que ganan 54 centavos por cada dólar que ganan los hombres blancos. Y la comunidad es casi dos veces más propensa que el resto a sufrir cesantía y 70% más a estar en la pobreza.
El desarrollo de los latinos es entonces un interés vital para el desarrollo de Estados Unidos y su relación con el resto del mundo. El crecimiento económico de la comunidad latina para equipararse con el resto de la población es un interés nacional.