En el 99 Congreso de Estados Unidos, en 1985 y 1986, sirvieron 14 miembros latinos, todos ellos hombres y todos en la Cámara Baja.
Cada vez más
A partir del 3 de enero de 2023, cuando asuma el nuevo Congreso 118, el número de latinos en ambas cámaras llegará a un récord de 48: 34 titulares que conservaron sus escaños y 14 nuevos miembros, de 10 estados diferentes.
Es un logro que no puede quedar desapercibido.
Entre los nuevos parlamentarios hay cinco latinos republicanos, de por sí un avance.
Por primera vez, tendremos en el Congreso a un miembro de la novísima Generación Z: Maxwell Alejandro Frost, un latino de 25 años, demócrata de Florida.
Otro latino, el exalcalde de Long Beach, California, Robert García, es el primer inmigrante abiertamente gay en llegar a esta instancia política.
Por primera vez, los estados de Washington y Oregon tendrán en su delegación a la Cámara Baja a latinos. Y Colorado, a su primera representante latina.
En el Senado fue reelecto Alex Padilla de California a un término completo de seis años después de haber sido nominado en 2021. Se une a Catherine Cortez Masto, también reelecta para representar a Arizona.
Mujeres, liberales, conservadores…
Además, habrá 17 mujeres congresistas latinas, también un récord.
Nuestros legisladores latinos representan comunidades urbanas y rurales, tanto centros de poder liberales como conservadores.
Sus orígenes son diversos. Son inmigrantes o hijos de inmigrantes. Sus familias provienen de México, Costa Rica, Cuba, El Salvador y otros países.
Son diásporas que han sentado raíces en nuestro país y aprobado la prueba máxima de la identidad estadounidense: representar a sus comunidades en el gobierno federal.
El porcentaje de latinos entre los legisladores en el Capitolio, que era de 9.5% hasta ahora, será de 11%, y aunque es aún menor a su proporción en la población (19%), es una fiel representación de la participación de nuestra comunidad en la sociedad nacional.
Es otra señal de que la latina, que incluye a 35 millones de ciudadanos con derecho al voto, asume su papel como la primera minoría en el país.
Razones del aumento
¿A qué se debe este logro? Sí, a un cada vez mayor interés entre nuestros activistas por postularse a puestos electos. Pero más que eso, a que una mayor proporción de la juventud latina salió a votar en las últimas elecciones y a que, con su participación, ayudaron a darles la victoria.
Esperamos que esta nueva realidad no se quede solo en los números. Que esta mayor representación se note en legislación que favorezca a la comunidad latina. Una comunidad que, con toda su diversidad y diferencias de origen, de partido, de prioridades, progresa en la lucha para establecer su propia identidad.