El patriarcado del partido Republicano contra las mujeres latinas
Los hombres blancos que dominan al partido republicano saben que los cambios demográficos tan acelerados en los Estados Unidos no los favorecen. Se aferran a su creencia de superioridad blanca. Reaccionan con cobardía, agresividad y nerviosismo
En el actual Congreso de Estados Unidos las mujeres juegan un rol muy importante, ya que la victoria de los demócratas en las elecciones de Noviembre del 2018 fue impulsada principalmente por el voto femenino. Las mujeres demócratas ganaron más del 60% de los nuevos curules del congreso que termino con el dominio republicano en la cámara baja.
En contraste por parte del partido republicano solo fueron electas cuatro mujeres.
El actual Congreso se caracteriza por tener el grupo más diverso de mujeres en la historia de ese cuerpo legislativo. Algo que lo define es que fue la primera vez que 40 mujeres resultaron electas como parte de la misma clase de congresistas.
Por ejemplo fue la primera vez que Michigan eligió a una mujer palestina americana, Rashida Tlaib, y que Minnesota eligió la primera mujer refugiada de Somalia, Ilhan Omar o que Massachusetts eligió a la primera mujer afroamericana Ayanna Pressley.
Sin duda la más sobresaliente de esta nueva generación de mujeres congresistas es la latina Alexandria Ocasio-Cortez (AOC), de descendencia boricua y electa por el distrito 14 del Bronx en la ciudad de Nueva York.
Ocasio-Cortez se define como una demócrata socialista y a los 30 años de edad cuando fue electa, se convirtió en la miembro más joven del congreso. En mi opinión, políticamente hablando, para ella el cielo es el límite.
Desde la llegada de este grupo de mujeres, los hombres blancos que dominan al partido Republicano reaccionaron de manera patriarcal y racista. Especialmente hacia estas cuatro jóvenes mujeres que han sido objeto de la mayoría de sus ataques. La retorica de los líderes republicanos ha alimentado una permanente campaña sucia en las redes sociales de parte de los sectores mas racistas y fascistas de Estados Unidos, incluyendo continuas amenazas anónimas en contra de la integridad física de todas ellas.
Reacciones xenofóbicas
La primera reacción xenofóbica fue del presidente Donald Trump quien en un Tweet refiriéndose a las cuatro demócratas dijo el 15 de julio pasado:
“Nunca seremos un país socialista o comunista. ¡Si no están felices aquí, deben irse de aquí”
El Presidente ignoró el hecho de que tres de las cuatro nacieron en Estados Unidos y la cuarta obtuvo la ciudadanía estadounidense por naturalización. Todas ellas son entonces ciudadanas estadounidenses y protegidas por los derechos inalienables que les garantiza la constitución estadounidense.
We will never be a Socialist or Communist Country. IF YOU ARE NOT HAPPY HERE, YOU CAN LEAVE! It is your choice, and your choice alone. This is about love for America. Certain people HATE our Country….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 15, 2019
En una conferencia de prensa las congresistas respondieron de una manera firme a este ataque:
“Las mentes débiles y los lideres desafían la lealtad a nuestro país para evitar el desafío de debatir la política”.
También denunciaron las palabras del Presidente como “xenofobia y prejuicio” y fueron de las primeras en llamar a un juicio político en el congreso al presidente Trump.
«Weak minds and leaders challenge loyalty to our country in order to avoid challenging and debating the policy.» — Rep. @AOC pic.twitter.com/rlSvdWctoV
— Pod Save America (@PodSaveAmerica) July 15, 2019
Una retorica patriarcal
Durante estos últimos años, la retorica en contra de las mujeres pertenecientes a minorías étnicas ha sido constante por parte de muchas personas de raza blanca. Pero quien ha sido objeto de ataques más directos es la representante Alexandria Ocasio-Cortez, quizás la más popular y mediática de todos los miembros del Congreso.
Ocasio-Cortez ha revolucionado la forma de hacer política, por su estilo sencillo y directo, el contacto permanente con las bases en su distrito del Bronx y su alcance nacional e internacional por medio de las redes sociales. Solo en su cuenta de Twitter @AOC cuenta con 7.8 millones de seguidores.
Recientemente obtuvo una contundente victoria en las primarias demócratas de su distrito con el 72.9% de los votos en comparación al 20% de su contrincante.
A fines de julio, el congresista republicano Ted Yoho, del tercer distrito del estado de Florida, quien iba acompañado del representante republicano de Texas Roger Williams, se acercaron a Ocasio Cortez. En un intercambio de palabras la tildo de: “loca, peligrosa, repugnante”.
En su diatriba, Yoho se refería a a recientes declaraciones de la representante donde asociaba el aumento del crimen en la ciudad de New York con el incremento en los índices de la pobreza.
Según detalles del incidente compartidos a la prensa por Ocasio-Cortez, el conservador la señalaba con su dedo mientras le decía:
«¿Realmente crees que las personas se disparan y se matan unas a otras porque tienen hambre? Sabes eres increíble, eres repugnante”.
Algunos reporteros que oyeron el intercambio verbal, aseveraron con plena seguridad que Yoho utilizó las palabras “fucking bitch” una expresión muy denigrante y sexista en el idioma inglés y que tiene varias interpretaciones en los distintos países de América Latina, todas muy vulgares y denigrantes a la condición de mujer.
El legislador republicano trató dos días después de disculparse ante el pleno de la Cámara Baja, mas sin asumir responsabilidad por sus palabras. Ni siquiera se refirió a Ocasio-Cortez por su nombre. Argumentó Yoho que tiene esposa e hijas, como si eso lo disculpara, y que ama a Dios y a su nación. Sin embargo no pidió una disculpa sincera.
Esto motivó un discurso de 10 minutos de Alexandria Ocasio-Cortez, que rápidamente se hizo viral. Solo en CSPN al 25 de julio llevaba 14 millones de visitas. El discurso dominó las noticias de política en Estados Unidos.
Rep @AOC: «I do not need Rep. Yoho to apologize to me. Clearly he does not want to. Clearly when given the opportunity he will not & I will not stay up late at night waiting for an apology from a man who has no remorse over calling women & using abusive language towards women.» pic.twitter.com/XKymFh3Oyf
— CSPAN (@cspan) July 23, 2020
Fue un discurso, sencillo, directo, emocional, con el cual se identificaron millones de mujeres, especialmente Latinas y de otras minorías étnicas.
La representante de New York hablo de su experiencia como mujer de clase trabajadora enfrentando el acoso y el abuso verbal por parte de hombres en lugares de trabajo varios, incluso al utilizar el metro de Nueva York.
AOC dijo que no se sentía herida en lo personal. De hecho, contó, pensó en dejar pasar el incidente por alto, hasta que escuchó las presuntas disculpas públicas del legislador republicano.
A un nivel personal me conmovió escuchar este discurso de esta valiente joven mujer, que merece el respeto de sus colegas en el Congreso.
Especialmente porque pienso en mi hija Priscilla Ebedseir que se acaba de graduar de la universidad de Marymount en California y pertenece a la generación posmilénica y mi hija Heidi Abigail que está a dos años de graduarse de la escuela secundaria y pertenece a la generación virtual o centenial. Como padre quiero que mis hijas vivan en una sociedad que haya superado el patriarcado conservador.
La parte más emotiva del discurso para mí fue cuando AOC se refirió a su padre y a su madre y dijo:
“Yoho menciono que tiene una esposa y dos hijas. Yo soy dos años más joven que la hija menor de Yoho. Yo soy la hija de alguien también… afortunadamente mi padre ya no está vivo para ver como Yoho trato a su hija”.
“Estoy aquí para demostrarles a mis padres que soy su hija y que no me criaron para aceptar el abuso de ningún hombre… Tener una hija no hace que un hombre sea decente. Tener una esposa no hace decente a un hombre. Tratar a las personas con dignidad y respeto sí hacen que un hombre sea decente”.
Los hombres blancos que dominan al partido republicano saben que los cambios demográficos tan acelerados en los Estados Unidos no los favorecen. Se aferran a su creencia de superioridad blanca. Reaccionan con cobardía, agresividad y nerviosismo. Pero con esta actitud solo aumentan la deserción de las mujeres, las minorías, los independientes y aun de los republicanos moderados de su partido.
Se repite la experiencia republicana con Pete Wilson en la California de principios de los 90, pero a nivel nacional. Wilson jugó su reelección atacando a los inmigrantes y apoyando la Proposición 187 que les negaba hasta el derecho a enviar sus niños a la escuela. Wilson fue reelecto, pero desde entonces California se convirtió en demócrata.
Este ataque contra de Alexandria Ocasio Cortez representa la resistencia de un pasado que se niega a morir y que ha cobrado energía gracias a la retorica de Trump y de políticos como Yoho. Pero que ya va de salida. Las generaciones de jóvenes latinas que vienen siguiéndole las pisadas a @AOC como mis hijas Priscilla y Heidi se encargarón de enviarlos al retiro definitivo.
Según datos recientes presentados por el sistema de universidades públicas de California los latinos serán la primera minoría entre los estudiantes que inicien clases en el otoño del 2020. En las nueve universidades publicas del estado fueron aceptados 119,054 estudiantes, de los cuales un 36% son latinos, seguidos por los asiáticos con 35%, los blancos con 21% y los afroamericanos con 5%.
Un crecimiento notable se registra también en otros estados importantes del país.
La estrategia electoral de Trump y de los republicanos como el congresista Yoho para las históricas elecciones presidenciales del 3 de noviembre será fomentar aún más las divisiones por medio de la retorica patriarcal y nacionalista. Denigrarán a mujeres jóvenes lideres como Alexandria Ocasio Cortez y tratarán de sembrar el miedo en el electorado blanco conservador acusándolas de ser “comunistas” y “socialistas” que apoyan al “izquierdista” Joe Biden.
Pero las nuevas generaciones de jóvenes anglosajones, latinos, afroamericanos, árabes, asiáticos y de otros grupos étnicos ya hace tiempo que viven en la nueva realidad multicultural de los Estados Unidos.
Ya no le tienen miedo a los fantasmas del pasado.
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