I.
¿cómo medir la soledad
en este país?
¿cómo traducirla al idioma que arrastro?
¿se puede decir
tengo cinco punto ocho grados de estar solo?
¿se puede decir
soplo soledades de veinte centavos en una botella sin fondo?
II.
cuando la soledad de las cloacas corroe la punta de mi lengua
calla la marea y vuelvo
con los ojos vaciados allí adonde vine
el viento es un látigo de arena
el sharav aplasta y no puedo respirar
corro descalzo niño nuevo por la playa del Mediterráneo
el mar es más tibio que el aire
una gota se coagula por encima de adioses y rencores
esa precisa gota de sangre es mi patria
a unos metros
en la fogata de la noche atamos los dedos
te quitas la ropa dices soy virgen
alguien se sienta a espiarnos para ver sexo
pero nos llenamos la boca de arena
no podemos respirar
maldita soledad
III.
¿y por qué respiro la esperma que me lleva
a cruzar el Dnieper con mi abuelo y sus dos hijos
y llegar con uno solo?
despojado
huye de los cosacos corre la Semana Trágica
agacha la cabeza como siempre agachábamos la cabeza
reza abuelo sin cara
viejo para siempre reza
IV.
¿cuándo dejaré de huir?
V.
aquí en esta casa propia
el sharav se llama viento santa ana
no me pertenecen
ni la silueta torpe ni el pelo ceniza aunque
alguien me sirva café en las tardes aunque
alguien duerma en mi cama
sonría cuando sonrío
respire como respiro
VI.
cada cual con su cloaca propia
su doble me repites
para qué quieres saber
para qué quieres saber
me repites
cada cual con su doble indestructible
inapelable
que se queda
que no cruza
porque no tiene pasaporte
Gabriel Lerner