Las estadísticas sorprenden, asustan. Cada año, por cada persona que muere por suicidio, 316 lo consideran seriamente, pero no lo hacen.
Una tarea gigantesca
En parte, este logro que muchas veces pasa desapercibido se debe agradecer a la Línea Nacional para la Prevención del Suicidio, un servicio creado en 2005 conjuntamente por la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de los Estados Unidos (SAMHSA), y Vibrant Emotional Health l, un servicio de salud mental de la ciudad de Nueva York, a través de una subvención federal.
Desde entonces hasta 2020 ha atendido 2,5 millones de llamadas de emergencia por suicidio en todo el paí, mediante la línea telefónica 1-800-273-8255.
Pero la salud mental de nuestra población ha empeorado desde el inicio de la pandemia. Especialmente entre quienes más dificultades tienen, por pobreza, por estatus migratorio, por riesgo a contraer el COVID-19.
Estamos en una verdadera crisis de salud mental. Y no puede ser que los sucesos tensos que tienen lugar en nuestro entorno nos impidan darnos cuenta.
Tres de cada 10 adultos informaron sentirse ansiosos y deprimidos a finales del año pasado. La cuarta parte no recibió ni asesoramiento ni terapia, con sel consiguiente empeoramiento de su situación.
Es que el sistema de ayuda actual ya no alcanza. No da abasto. Al menos la cuarta parte de las llamadas se interrumpieron antes de que alguien respondiera, por falta de personal, con resultados potencialmente trágicos.
La línea 988
Por eso, esta semana empezó finalmente a funcionar la nueva línea de ayuda de emergencia para la salud mental, 988, parte del sistema para la prevención del suicidio. Es similar a la línea internacional de emergencia general 911. Quienes necesiten el servicio podrán hablar, enviar mensajes de texto o chatear. En todos los casos serán atendidos por asesores capacitados, situados en más de 200 centros de crisis. Es gracias a su ayuda que las personas desisten del suicidio, se alivia su depresión y abrigan esperanzas.
988 llena un vacío importante en el servicio médico de emergencia disponible para todos. Los organizadores esperan que al estar disponible, las llamadas suban de 3,3 millones a 7.6 millones por año.
También se espera que los necesitados dejen ir a las salas de emergencia que están atestadas o peor, llamen a la policía.
A último momento, los preparativos para abrir el servicio de emergencia continúan. Han contratado a centenares de nuevos asesores en cada estado. Se han conectado centros similares e independientes de ayuda con la línea general, para que todas las llamadas contesten.
En buena hora.
Sin embargo, hay estados cuyos gobiernos no consideran el problema suficientemente prioritario, lo cual se traduce en falta de presupuestos. En lugar de recibir ayuda estatal, muchos de los centros dependen de donaciones y trabajo voluntario.
Prevención del suicidio cuesta millones
Es que si bien el gobierno federal destinó centenares de millones de dólares al esfuerzo, es ayuda de una sola vez. Además, cada estado tiene la libertad de invertirlos como quiera, y si bien algunos de ellos invierten las sumas correctamente y aprobaron presupuestos adicionales, en otros los recursos son totalmente insuficientes.
Es importante que ni bien inicie el servicio, todos los estados reconozcan su importancia para la población y les destinen los fondos que necesitan para su operación.
Si usted o alguien que conoce puede estar considerando suicidarse, comuníquese con la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 1-800-273-8255 (en español: 1-888-628-9454).
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