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Emisoras de Radio y política en Los Angeles

Radio y política en los angeles

El sur de California es fascinante. Sobre la avenida Pacific Coast, pegados, un centro de ventas de motocicletas Harley Davidson, con sus melenudos en chaquetas de cuero; un negocio de lectura del Tarot, una iglesia luterana, un restaurante chino y un jardín de infantes Montessori.

Harley Davidson

En todos, detrás de las fachadas, en los cuartos de servicio, las cocinas, los retretes, es inconfundible la presencia de hispanos haciendo los trabajos indispensables y mal pagados.

La afamada diversidad de esta región se nos presenta a diario, en todas partes, por más que viajemos de una ciudad a otra de este monstruo urbano.

Pero la “diversidad” de la que tanto se habla no es más que un eufemismo para reconocer la creciente presencia de inmigrantes mexicanos y del resto de Latinoamérica.

Es notable su injerencia en el pulso económico, desde los oficios iniciales pasando por renombrados profesores y artistas hasta los puestos políticos más importantes.

La influencia inmigante ha hecho del sur de California una zona única en Estados Unidos, dinámica y optimista, pero por lo mismo también vulnerable a los vaivenes económicos. De aquí las cifras espeluznantes de desocupación publicadas esta semana: 12.7% contra 9.5% a nivel nacional.

Estamos en un crisol de cambios.

Pero hay algo que choca, que no corresponde, una contradicción.

La voz de los latinos y sus puntos de vista está ausente del debate radiofónico.

En estos días, una persona que encendiera su radio AM mientras recorre la zona y escuchara los talk shows o programas de entrevistas, creería que estamos en algún paraje del sur xenófobo, en algún bastión de la supremacía blanca, en un sitio sin presencia hispana.

Pero estamos en el sur de California, donde los latinos son casi la mitad.
Las radios políticas y de conversación se convirtieron, también en el sur de California, en elementos de subversión de valores y agitamiento, desenfrenada e incesante propaganda en una sola dirección: el ala más radicalmente conservadora del pensamiento político estadounidense.

La estación KFWB 980 cuando era de Westinghouse, durante muchos años fue una fuente incesante de noticias generales,  se transformó el 9 de septiembre y luego de venderse a Viacom/CBS en “Talk News”, cercenando su noticiero y dejando una sola estación de noticias, la socia, KNX 1070,  para millones de oyentes. El nuevo contenido de la 980: diatribas antiinmigrantes, estridentes gesticulaciones antilatinas, tonos de discordia, infinitas pretensiones y la Doctora Laura Schlessinger.

Claro que con antelación a ello, despidió a 25 reporteros y presentadores.

La estación KFI 640 con centenares de afiliadas y la audiencia más numerosa en el oeste, es el hogar de Rush Limbaugh, uno de los más evidentes portavoces conservadores y líder en el partido Republicano, y del programa de mayor audiencia en todo el país, el “Show de John and Ken”, de John Chester Kobylt y Kenneth Robertson Chiampou, que la misma emisora KFI transmite 6 veces por semana durante cinco horas con proclamas sobre políticos, crimen, impuestos y especialmente “los ilegales”.

El principal diario angelino designó a la pareja hace un par de años como parte de las 100 personalidades más influyentes del sur de California.

Otros puntos de vista políticos no se ven representados de la misma manera.
Air America 1150AM, un intento de contraparte progresista, no puede levantar el mismo rango de audiencia, ni despertar fervores primarios, ni encender indignación o furor político, porque por naturaleza quiere apelar a los puros hechos, el raciocinio y el respeto por quien es diferente.

Y KPFK 90.7 FM, parte de una red que cumple ahora 50 años, la estación con mayor alcance geográfico y un público potencial de 20 millones, vive una continua crisis de contenido, a cual más irrelevante, y un fuerte, histórico,  descenso de audiencia.

Recorra el dial: estacion por estacion, hora tras hora; Mike Savage; Ann Coulter, Glenn Beck, Sean Hannity, Larry Elder, Don Imus, Laura Ingraham, Hugh Hewitt, Roger Hedgecock, Dennis Prager, Michael Smerconish  como los más famosos, y detrás de ellos una infinidad de imitadores desconocidos, todos con mensajes similares y el mismo formato: se discuten cuestiones políticas con fuerte contenido ideológico, ausente la oposición, sin verificarse la veracidad ni tener los atacados posibilidades iguales de responder.

¿Y en español?

Terrible.

Programas de confesiones insufribles sobre promiscuidad y escarnio, con sabelotodos doctores en sexo o expertos en relaciones o directamente carcajadas de burla, chismes e historietas de correveidiles, segmentos más aptos para animales de zoológico que para seres humanos, con personajes con sobrenombres, precisamente, de bestias; media horas de carcajadas pre grabadas y falsos aplausos; infomerciales para hipotecas disfrazados de programas serios, un sólo programa tan popular que su conductor fue homenajeado por el Presidente en una ocasión y en otra entrevistó a su sucesor, y en el mejor caso deportes y religión.

Aun asi, con el contenido dedicado al menor denominador, la audiencia baja. Es inverosimil, pero cierto. El informe de ratings de la empresa de mediciones Arbitron de septiembre revela que por primera vez hay una sola emisora en español entre las primeras 10: KLVE 107.5 (K-Love) de Univisión (también dueña de La Nueva 101.9 FM,  Recuerdo 103.9-98.3 FM, 1020 Radio AM y el show de “Piolín por la mañana”), que bajó del puesto 6 al 9, y KLAX/97.9 FM (La Raza), estación de música regional mexicana, del 9 al 14.

Entonces, ¿cómo puede ser que la mitad del sur de California y una clara mayoría de sus latinos tienen un agudo interés, por ejemplo, en la reforma migratoria, la educación pública, cuestiones laborales, etcétera, mientras que el medio radial está decididamente en contra de todo ello y representa solamente a una pequeña minoría política?

Nos falta mucho, mucho.

Autor

  • Fundador y co-editor de HispanicLA. Editor en jefe del diario La Opinión en Los Ángeles hasta enero de 2021 y su actual Editor Emérito. Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California. Es periodista, bloguero, poeta, novelista y cuentista. Fue director editorial de Huffington Post Voces entre 2011 y 2014 y editor de noticias, también para La Opinión. Anteriormente, corresponsal de radio. -- Founder and co-editor of HispanicLA. Editor-in-chief of the newspaper La Opinión in Los Angeles until January 2021 and Editor Emeritus since then. Born in Buenos Aires, Argentina, lived in Israel and resides in Los Angeles, California. Journalist, blogger, poet, novelist and short story writer. He was editorial director of Huffington Post Voces between 2011 and 2014 and news editor, also for La Opinión. Previously, he was a radio correspondent.

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