Brett Kavanaugh es el nuevo juez de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos. Después de un controvertido proceso en el que el jurista fue acusado de abuso sexual por varias mujeres, la mayoría republicana logró imponer la nominación en el Senado Nacional.
El sábado 6 de octubre, en una sesión de proporciones históricas en la que cada senador respetuosamente se puso de pie para demostrar la importancia del momento, el voto afirmativo se impuso 50 a 48. Esta es una cifra que muestra no solamente la división partidaria en el cuerpo legislativo sino la profunda discordia política que domina a la nación.
Las dudas sobre Kavanaugh
Las dudas sobre la filosofía jurídica de Kavanaugh se manifestaron desde el primer día en el que el presidente Donald Trump lo nominó. Estas dudas se incrementaron el mes pasado cuando la Dra. Christine Blasey Ford dio a conocer acusaciones de abuso sexual que habrían ocurrido en la década de 1980. Días después, otras dos mujeres se sumaron a la acusación.
Las acusaciones generaron una intensa polémica. Esto motivó a que, aunque el comité Judicial del Senado aprobara la nominación, se le pidiera al FBI que investigara las acusaciones.
Cuatro senadores claves
Tras la conclusión de tan breve investigación, la expectativa se concentró en cuatro senadores que, de acuerdo a cómo votasen, decidirían el resultado.
Pero estas dudas fueron aclaradas el viernes 5 de octubre. En un discurso de 45 minutos, la senadora Susan Collins (R-Maine) anunció que votaría afirmativamente considerando el principio fundamental de la “presunción de inocencia”.
Horas antes, el senador Jeff Flake (R-Arizona), también había confirmado su voto positivo.
La única republicana que opuso la nominación fue la senadora Lisa Murkowski (R-Alaska) quien dijo que “no puedo concluir que él es la persona correcta para la corte”.
El único que rompió filas en el Partido Demócrata fue el senador Joe Manchin (R-West Virginia). El senador confronta una reñida reelección en un distrito electoral bien conservador.
Una victoria para Trump
No cabe duda que el resultado es una clara victoria para el presidente Trump. Se da a solamente cuatro semanas de las elecciones del 6 de noviembre. Una crucial elección para el Partido Republicano que, algunos temen, podría perder control de una o las dos cámaras del Congreso Nacional.
Y también es una victoria para Trump porque consigue imponer un segundo juez en la Corte Suprema. El año pasado, ya había logrado agregar a Neil Gorsuch. De esta manera, la corte pasa a tener una mayoría claramente conservadora, con lo que eso implica para el legado del presidente y el futuro de la nación.