“Los trabajadores nos comentan que se sienten como robots que, a su vez, están siendo dirigidos por robots”, dicen los sindicalistas, “por esa razón las discusiones no se tratan solo de salarios”.
Más robots, menos personas
Cada vez más en el siglo XXI los “humamos” estamos siendo relegados a trabajar en servicios, porque la producción será robotizada casi en su totalidad. Esto lo podemos comprobar en las automotrices, que aún mantiene la misma cantidad de empleados que hace 10 años, aunque su producción creció un 45% o más, gracias a la robótica.
En el siglo XXI la automatización, la globalización y el cambio de una economía manufacturera a una de servicios y tecnología, ha generado empleos tecnológicos altamente calificados y muy bien remunerados, al tiempo que erosiona los empleos de aquellos que no están tan calificados. Es un hecho que la brecha económica entre los aquellos que desarrollan nuevas tecnologías y aquellos que las utilizan es cada vez mayor.
Pandemia
Recordemos que la pandemia impactó de manera desproporcionada en las industrias productivas y de servicios directos, como restaurantes y hotelería, llevando a un rápido crecimiento a los servicios indirectos, basados en tecnología, así mismo, en pandemia el papel de los sindicatos fue muy importante, asegurando el pago de riesgos, protecciones de salud, seguridad y apoyo, no solo para los trabajadores despedidos en la pandemia, sino también para aquellos que debieron trabajar a pesar de la pandemia, como sus afiliados de las áreas de educación y salud.
Estos sectores tienen las tasas de sindicalización más altas, tanto en el sector público como en el privado, representando más del 40% de todos los trabajos sindicalizados.
El caso Amazon
Luego de dos años de pandemia, que ha mantenido al mundo encerrado en casa, consumiendo suministros y entretenimiento, los ingresos de Amazon crecieron un 70% y su fuerza laboral un 50%.
En este contexto, el caso Amazon es de vital importancia, porque marcara el rumbo de los otros gigantes tecnológicos de servicios. Por esa razón, la sindicalización de Amazon está apoyada por Bernie Sanders, Joe Biden y Marco Rubio, un arco político casi completo, Esto no es casual ya que, en Jeff Bezos y Amazon se reflejan muchos temas que van desde la desigualdad de ingresos y la política antimonopolio hasta la relación de los Estados Unidos con China, Rusia, Irán y Corea del Norte, porque el poder acumulado por los gigantes tecnológicos, puede desbalancear las relaciones mundiales.
Sindicatos y Amazon
En realidad, la forma de trabajo en Amazon es totalmente nueva, por eso es necesario renovar la relación entre los trabajadores y la empresa, actualizando la gestión y el poder de los trabajadores en el mercado laboral, desde una perspectiva sindical que se adapte para apoyar el cambio.
Según los empleados, “el ingreso es bueno, pero el ritmo de trabajo es extenuante, con métodos de vigilancia en tiempo real y monitoreo, donde se espera que clasifiques un paquete cada ocho segundos”. Esta declaración es confirmada ante el hecho que, en algunos estados, Amazon tiene ambulancias esperando fuera de los almacenes, durante las olas de calor.
Estamos en un momento decisorio donde el sindicalismo debe ocupar los espacios adecuados para apoyar a los sus afiliados. No hay duda de que Amazon representa la expresión de desigualdad económica y la concentración de riqueza y poder más importante de la historia humana. Por esto, la propuesta gremial debe ser contundente para proteger a miles de trabajadores.