Las crisis del siglo XXI y el liderazgo del grupo BRIC
Enrique Santos Discépolo fue un poeta y músico argentino que en 1925 anunció la crisis del 29 en su famoso tango Cambalache, donde empezaba diciendo… “Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé… ¡En el quinientos seis y en el dos mil también!… la crisis económica de 1929 y el posterior asesinato de doce millones de personas en la Segunda Guerra Mundial, le dieron la razón.
No conozco, si la hay, alguna canción o poeta o adivino o astrólogo, que anunciara o imaginara el cuadro que dibujaría el nuevo siglo XXI, una imagen que ni el más prolífico escritor de historias catastróficas o de terror, supo adelantar, incluso si alguien hubiera analizado un escenario similar, lo habrían tildado de pesimista, exagerado y amarillista.
Las crisis
Entre 2001 y 2011 sufrimos diez crisis distintas, que se suman y complementan:
- La crisis de seguridad internacional que comenzó con el ataque a las torres gemelas, y llevo a la guerra en Irak y Afganistán.
- La crisis alimenticia mundial, consecuencia de la transformación de alimentos en combustible.
- La crisis demográfica, que moviliza personas entre países y continentes.
- La crisis laboral, provocada por los cambios tecnológicos y generacionales.
- La crisis financiera y económica, consecuencia de la crisis inmobiliaria y bancaria mundial.
- La crisis del sistema capitalista mundial, y su resultado inmediato que se refleja en una recesión y contracción de los mercados mundiales, que mantiene, aun hoy, a varios países al borde de la bancarrota.
- La crisis ecológica, provocado por el gigantesco derrame de petróleo en el Golfo de México.
- La actual crisis social en países del Medio Oriente, en donde el petróleo es la razón fundamental del mantenimiento de regímenes dictatoriales y teocráticos.
- Si algunos creían que la película terminaba, aun faltaba “lo peor”, ya que debemos sumar, el terremoto con posterior tsunami (con posterior radiación atómica) en Japón, la segunda potencia mundial, que profundizara todas las crisis enumeradas y, a partir de ahora abre la puerta a la nueva crisis, la crisis atómica, donde al igual que en la crisis petrolera del golfo de México, cuando analizamos la paralización de extracción en plataformas extra continentales, deberemos replantearnos continuidad de la producción de combustible atómico, dada la inestabilidad e inseguridad de las plantas nucleares.
La tormenta perfecta
Indudablemente esta idea de tormenta perfecta nunca pasó por los sueños o pesadillas de ningún escritor de thrillers del mundo, y para ser sincero, este escenario de catástrofe internacional nunca lo imaginó nadie, ni el más lucido de los economistas, ni el más experto de los políticos.
Nadie se atreverá a decir “yo te lo dije”. Los grandes “gurús” de economía y finanzas deberán volver a analizar sus enseñanzas, desde Robert Kiyosaki, quien ridiculizaba a su “Padre Pobre”, por ser una persona que vivía de su trabajo y vanagloriaba a su “Padre Rico” por ser una persona que vivía de especular con el trabajo de los demás o George Soros que confunde Manhattan con Las Vegas y las Bolsas de Valores con los casinos, y para quien el dinero en lugar de ser un instrumento para la producción de bienes y servicio es una herramienta para especular y producir más dinero, donde trasforman el dinero en el fin y no en el medio de subsistencia del sistema económico…
Pero si contaron bien, hasta ahora enumere nueve crisis, (incluyendo la atómica), porque aun falta la décima crisis, la más importante, la única crisis que podría salvarnos o unirnos aun más:
- La crisis de liderazgo e identidad planetaria, ya que los roles mundiales se han trastocado, y las potencias de otrora ya no lo son.
Todos sabemos que desde la crisis económica financiera del 2009, Estados Unidos ha retrocedido en su función de líder mundial. Sumado a esto, los países de la Unión Europea, se encuentran debatiendo su continuidad como comunidad, e incluso algunos están cerca de la bancarrota. Y ahora, el fuerte golpe recibido por la Japón descabezó por completo el eje central del liderazgo económico financiero mundial.
Los Nuevos Capitanes del Barco
Ha llegado el momento de la economía real, de la inversión en tangibles. Ya terminó el reinado de la especulación, que ha demostrado ser una fuente de corrupción y desorden y que arrastró al mundo a las actuales crisis. Los gigantescos fondos de inversión, que mueven miles de millones de dólares, deberán analizar sus destinos y buscar negocios rentables en la nueva economía.
La «nueva economía”, en realidad, no es más que la vieja economía, la de nuestros padres y abuelos, en donde las acciones bursátiles servían para fortalecer las empresas, los prestamos se hacían con base en la posibilidad real de pago del cliente, las empresas crecían produciendo productos o servicios reales y no vendiendo papeles ficticios. Es decir, menos Kiyosaki y Soros y más Adam Smith.
Brasil, Rusia, India y China, (BRIC) son hoy el motor del mundo capitalista y se perfilan como las nuevas economías que deberán capitanear este barco que hoy está a la deriva. Son culturas milenarias, independientes una de otra, civilizaciones desarrolladas antes del judaísmo, del cristianismo y del islamismo.
Las tierras del Brasil, Rusia, India y China, tenían habitantes mucho antes que América del Norte y Europa, y entre los cuatro países ocupan hoy el 25% del territorio habitable del planeta, configurando el 40% de la población y el 65% de la economía mundial.
Mientras en el 2010 el Producto Interno Bruto (PIB) de las ex grandes potencias como Estados Unidos y la Unión Europea retrocedía a niveles del 3 % y otras, como México, hasta más de 7 %, Brasil crecía un 5.7 % anual, Rusia 5%, India 8% y China 9%, según el Fondo Monetario Internacional.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de la Organización de Países para la Cooperación Económica (OCDE), en la actualidad los cuatro integrantes del BRIC generan el 15 % de la producción mundial, el 13 % de todo el comercio internacional y por si fuera poco, el 40 % de las divisas globales se encuentra en su territorio.
El mundo necesita nuevos capitanes, nuevos líderes, y se empieza a reconocer el liderazgo del grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China), pero este grupo deberá enfrentarse a instituciones y sistemas que fueron creadas por las antiguas potencias occidentales.
Deberán cambiar el orden establecido, en el marco del sistema multilateral y de sus propias políticas. Hay un consenso generalizado en otorgar a estos países el control de la economía mundial. Esperemos que este nuevo liderazgo, nos ayuden a superar las crisis del siglo XXI.
Hasta la próxima
¿Logrará este grupo (BRIC) superar los sistemas creados por las añejas potencias occidentales, para imponer un nuevo orden?