Digan su nombre para que no muera su memoria: Valentina Orellana-Peralta.
En el sepelio esta semana, sus padres vestían camisetas negras con la inscripción “¡Justicia para mi hija Valentina! Lentes oscuros. Una mascarilla con la misma demanda.
Es que el 23 de diciembre, al mediodía, asesinaron a su hija.
¿Quién puede describir el horror de la madre, Soledad Peralta?
Son una familia de inmigrantes de Santiago, Chile. Madre e hija llegaron a Los Ángeles hace solamente seis meses para reunirse con una hija mayor.
Arribaron con sueños venturosos, los mismos que trajimos con nosotros, aquellos que nos guiaron como una columna de fuego cuando nos tocó el turno de emigrar.
A Valentina le encantaba andar en patineta. El papá le compró una como regalo de Navidad pero no alcanzó a dársela. Cuentan que era excelente alumna; algunos dicen “genio”. Que aprendió inglés en tiempo récord, que era una activista social.
Que quería ser ingeniera.
La foto muestra una hermosa adolescente.
Aquel día, estaba probándose una ropa en el vestidor de la tienda Burlington en North Hollywood para ir a una quinceañera, cuando el gerente del lugar llamó a la policía diciendo que alguien estaba agrediendo a una señora.
Al llegar los agentes hicieron fuego. Uno de ellos mató al agresor con un rifle. Pero otra bala atravesó la pared y mató a Valentina.
La madre sostenía el cuerpo en brazos. Gritando, pidió ayuda a los agentes. Dice que la miraban sin moverse , hasta que le arrancaron el cuerpo, que quedó en el lugar de su muerte, rodeada por ropa a la venta, manchada de su sangre.
La muerte de Valentina sacudió a la gente. El todavía alcalde Garcetti detalló la promesa de una investigación profunda.
Activistas le pidieron al fiscal de California Rob Bonta que la investigación sea independiente y no llevada a cabo por la policía. No tenían por qué pedirlo, porque lo iba a hacer de cualquier manera. Una nueva ley estatal aprobada en julio pasado exige que el Departamento de Justicia del estado investigue todos los tiroteos fatales de civiles desarmados por parte de la policía.
La familia chilena pide justicia, pero sabe que nada puede volver el reloj atrás, que no hay consuelo, y que sus vidas se detuvieron.
“Hija, danos fuerza para luchar”, pide la madre.
Como en otras muertes de inocentes a manos de la policía, hay expresiones masivas de dolor y condolencias. Chris F, un primo, está recolectando dinero en nombre de la familia para necesidades de emergencia. Establecieron una cuenta en Gofundme bajo el nombre Justicia para Nuestra Valentina.
“Toda nuestra familia está abrumada con la efusión de amor, compasión y amabilidad que todos ustedes han mostrado a Valentina y su familia inmediata”, escribe Chris.
De la meta de $130,000 han recolectado $92,300, donados por 2,400 personas.
Algunos dejaron mensajes.
“Para nuestra chilena”.
“Justicia para Valentina. Ningún niño de 14 años debería tener que dar su vida por un acto sin sentido. Detén todos estos tiroteos policiales sin sentido”.
“QEPD Valentina. ¡El oficial debe rendir cuentas y LAPD debe cambiar sus políticas! Los oficiales descuidados deberían pagar los funerales de las víctimas con sus pensiones cada vez que hay una muerte por negligencia”.
“Valentina era hermosa. Ella no merecía perder su vida de una manera tan horrible. Que Dios la tenga en sus brazos amorosos y le dé fortaleza a su familia para soportar una pérdida tan inimaginable y sin sentido. Su historia ha tocado profundamente mi corazón”.
“No puedo ver cómo (los agentes de policía) duermen por la noche. No puedo ver cómo sus esposas duermen con ellos por la noche. Arrestar a esos monstruos”.
Y finalmente: “La policía no tiene por qué disparar sus armas en una tienda llena de gente”.
Eso es cierto.
¿Por qué abrieron fuego en una tienda llena de gente? Las balas casi nunca dan en el blanco, contrariamente a lo que se ve en las películas. ¿Por qué no trataron de someter al atacante con alguna de las muchas herramientas que portan consigo?
El destino es ciego, implacable, injusto, terrible.
Este viernes, entre pedidos de justicia y de reforma policial, enterraron a Valentina en el cementerio de Gardena.
Cuenta de Gofundme para ayudar a la familia: https://www.gofundme.com/f/justice-for-our-valentina-orellana-peralta