Para Nayi Al-Ali, activista angelino por más de tres décadas, no fue sorpresa escuchar que la comunidad afroamericana fue una de las más afectadas por los delitos de odio cometidos del 2021 al 2022 en California.
De acuerdo al reporte ‘Hate Crime in California 2022’, el número de delitos contra la comunidad afroamericana se incrementó en un 27.1 por ciento, yendo de 513 casos en 2021 a 652 el año pasado. Un total de 139 casos más con respecto al año anterior.
“Desafortunadamente siempre ha sido así, desde que nos trajeron como esclavos a este país nos han maltratado y discriminado”, explica Al-Ali. “Lo lamentable es que otros grupos siguen el patrón de los extremistas blancos, incluso otras minorías, quienes se supone deberían de ser nuestros aliados”.
Ali se refería a la comunidad latina, quien, en los barrios más tradicionales y ciudades como Compton, Watts e Inglewood entre otros, que originalmente eran de mayoría afroamericana en el condado de Los Ángeles, ahora son de mayoría latina.
“Cuando la comunidad afroamericana era mayoría en estos lugares y los latinos iban llegando, se escuchaban más abusos de los afroamericanos hacia nuestros hermanos latinos, pero ahora la situación se ha reinvertido”.
No obstante, Al-Ali subraya que este tipo de agresiones no significa o es porque seamos comunidades más violentas.
“Hay un tipo de discriminación sistemática que lleva a las minorías a luchar por los pocos recursos que nos brinda la sociedad y eso saca la peor de las conductas de ambos grupos”, explica. “Además, en estas áreas donde viven estos grupos es donde la educación es mala o muy precaria y las fuentes de trabajo son limitadas con bajos salarios”.
Hay todavía una esperanza
A pesar de todo, el activista deposita su esperanza en las nuevas generaciones, quienes parecen ser más tolerantes con otros grupos, subraya.
Agrega que no solo hay violencia en las áreas donde conviven estas dos comunidades ya que, con el paso del tiempo, también han aprendido a convivir al grado de empezar a interrelacionarse como familia.
“Yo mismo ya tengo una nieta que es mitad latina”, explica Al-Ali, residente del sur de Los Ángeles. “Ya no es raro encontrar familias interraciales donde un afroamericano y un latino escuchan la misma música, hablan el mismo idioma y disfrutan hasta de la misma comida”.
Explica también que espera que esas tendencias de los delitos de odio, lejos de aumentar disminuyan en los siguientes años.
“Nosotros no somos el enemigo ni una amenaza para nadie”, enfatiza. “Simplemente somos una minoría que quiere que la respeten y que desea vivir en paz como cualquier otro grupo”.
Según información del Censo de Población de los Estados Unidos, la comunidad afroamericana representa el 9 por ciento en el condado de Los Ángeles; mientras que, a nivel estatal, esta comunidad se reduce al 6.5 por ciento de cerca de 40 millones de californianos, pero es uno de los grupos que más sufre los delitos de odio.
Incremento de más del doble
En forma general, el reporte ‘Hate Crime in California 2022’ reveló un total de 2,120 casos de delitos de odio en contra de la mayoría de las minorías en el estado, un incremento del 20.2 por ciento en comparación con los 1,763 reportados un año previo.
El fiscal general Rob Bonta, quien dio a conocer la semana pasada el reporte frente a la Biblioteca Central de Los Ángeles, exhortó a todos los californianos a no dar un paso atrás en la lucha contra la intolerancia.
“Ahora más que nunca es fundamental que nos mantengamos unidos. No hay lugar para el odio en California”, explicó.
“Se requiere que todos trabajemos juntos para combatir el extremismo y fomentar un entorno seguro e inclusivo para todos los californianos”.
Otro de los grupos más golpeados en referencia a los crímenes de odio fue la comunidad LGBTQ, un grupo que reportó 303 crímenes en el 2021, pero en el 2022 reportó 391, un incremento de 88 casos. Esto significó un aumento de un 29 por ciento.
De la misma forma, la comunidad judía se mantuvo entre los grupos más atacados en el estado, una entidad que dice ser muy progresista y liberal, pero que en el 2021 reportó 152 casos contra la comunidad de la estrella de David, contra 189 el año pasado, un aumento del 24.3 por ciento.
En cuanto a la comunidad latina, aunque hubo incremento, los números aumentaron solo el 6.6 por ciento, yendo de 197 casos en el 2021 contra 2010 delitos de odio en el 2022.
Director de El Rescate
Salvador Sanabria, director de la organización El Rescate y activista del sur de California, tampoco se sintió sorprendido por los incrementos de ataques de odio contra la comunidad que representa.
“Algunas comunidades creen que hay muchas concesiones para los latinos y para los migrantes que no tienen una situación regularizada”, expresa Sanabria. “Eso ataques son un rechazo a nuestra cultura, si ves como atacan a los vendedores ambulantes, los vendedores de tacos o de pupusas. Atacan a gente emprendedora que busca ganarse su vida para el sustento de ellos y su familia”.
El activista subraya que desafortunadamente, la retórica del Partido Republicano contra la comunidad latina e inmigrante no ayuda a mejorar la situación, pero si la intensifica y ayuda a cultivar ese sentimiento de odio contra la comunidad.
“Esto significa un choque cultural -explica Sanabria- mientras más se afirman los derechos de poblaciones vulnerables como la latina, hay un rechazo de celo de otras comunicades a esos privilegios que se le dan a una comunidad como la nuestra”.
“California al igual que otros estados están destinados a ser de mayoría latina y el poder político tiene que reflejar esa realidad, pero no deja de haber una reacción negativa por parte de otros grupos al ver el surgimiento del poder de nuestra comunidad”.
Este artículo fue apoyado en su totalidad, o en parte, por fondos proporcionados por el Estado de California y administrados por la Biblioteca del Estado de California.