Para el excongresista demócrata de Illinois, Luis Gutiérrez, el espectáculo de Donald Trump al salir al balcón de la Casa Blanca, “cual si fuera Francisco Franco o Augusto Pinochet”, tras abandonar el hospital por Covid-19 y quitarse la mascarilla de forma desafiante, lo acerca más a la derrota política, pues se proyecta como «un agente de caos”.
Nada a la suerte
Y aunque Gutiérrez aplaude que el contendiente demócrata, Joe Biden, supere a Trump en las encuestas nacionales, recuerda que no hay que olvidar las lecciones de la contienda presidencial de 2016 y no hay que dejar nada a la suerte. Biden, dice Gutiérrez, “tiene que hablarle directamente a los votantes latinos».
En conversación telefónica, el excongresista rememoró un comercial de Barack Obama, hablando totalmente en español, en la campaña de reelección en 2012, de cómo en los Dreamers veía “las mismas cualidades que Michelle y yo tratamos de inculcar en nuestras hijas”.
“Se puede decir lo que se quiera de los primeros cuatro años de Obama, pero cuando retornó, nos habló directamente, de nuestros valores, de nuestros hijos, de nuestras aspiraciones”, señala Gutiérrez.
Que nos hable directamente
“Quiero que Biden nos hable directamente a nosotros. Claramente se sabe que tiene un plan para Puerto Rico, por ejemplo, pero no es la ausencia del plan, sino de articularlo de forma vigorosa y efectiva”, dice Gutiérrez.
Por ejemplo, en las comunidades puertorriqueñas, se puede echar mano de las típicas caravanas boricuas donde se emplean las llamadas tumba cocos, camiones con bocinas donde el candidato o sus voceros son transportados y seguidos por otros vehículos y de esa forma se respeta el distanciamiento social en tiempos del Covid; pero se apela directamente al votante.
“La campaña de Biden ha enfatizado mucho los artistas de renombre versus este tipo de caravanas y eventos políticos que creo van de la mano y se pueden complementar”, dice.
Más voceros latinos
Otra sugerencia de Gutiérrez es que utilicen más funcionarios electos latinos. “Y que conste que no lo digo por mí, pues después de apoyar su candidatura no volví a escuchar de la campaña. Pero, ¿por qué no utilizar a todos estos maravillosos latinos como voceros? Una celebridad atrae atención, pero también necesitas sustancia de por qué deben votar por ese candidato y han sido débiles en ese sentido”, opina.
Gutiérrez, quien decidió no buscar la reelección como congresista del distrito 4 de Illinois, donde sirvió desde 1993 hasta 2019, vive ahora en Puerto Rico, y aunque se retiró del Congreso, no así de la vida política. En esta elección colabora con el Sindicato UNITE HERE y otros en la movilización del voto puertorriqueño y latino en Estados Unidos, y en instar a los boricuas de la Isla a promover el voto entre sus parientes y conocidos radicados en Estados Unidos.
Durante las pasadas semanas, Gutiérrez se ha trasladado a estados clave en la contienda presidencial, incluyendo Nevada, Florida y Pennsylvania, entre otros, para movilizar el importante voto latino.
Aunque en general el voto hispano favorece a Biden, a Trump le basta con retener un porcentaje de ese voto igual o superior al que logró en 2016 para mantenerse competitivo. Y aunque ir a los enclaves donde radica ese voto está bien, es urgente, asegura, que Biden le hable directamente a esa comunidad latina, pues no hay que olvidar las diferencias ideológicas entre los hispanos y entre los mismos puertorriqueños.
Los puertorriqueños de Florida
“En el voto puertorriqueño de la Florida, por ejemplo, convergen tres corrientes ideológicas. Primero tienes a los que migraron de Nueva York, Chicago, Philadelphia o Newark que tienden a ser más liberales; luego tienes a los nacidos en Kissimmee, Orlando y Tampa, que son más moderados y también liberales; y finalmente tienes a los que llegan directamente de Puerto Rico, que tienden a ser más conservadores”, explica Gutiérrez.
Y cuando la gobernadora no electa de Puerto Rico, Wanda Vázquez, y la Comisionada Residente de Puerto Rico en Washington, Jennifer González, apoyan a Trump, “a nadie debe extrañarle que haya puertorriqueños que voten por Trump”, aunque lo irónico es que Vázquez y González abogan por la estadidad a la que Trump se opone.
“¿Y quiénes son esos (puertorriqueños) que apoyan a Trump? Conservadores evangélicos que piensan que es cierto que Trump enjaula niños (detenidos en la frontera), pero (dicen) ‘oraremos por él porque se enfrenta a quienes defienden el aborto’. O Trump insulta a los puertorriqueños, pero en el servicio del domingo (dicen) ‘oraremos por él porque garantizará que la comunidad LGBTQ no prospere en Estados Unidos’”, afirma Gutiérrez.
Biden se pronunció a favor de que Puerto Rico se convierta en estado de Estados Unidos, un tema un tanto espinoso en la Isla que le puede suponer adeptos o que puede espantar a otros que abogan ya sea por la independencia o por la libre asociación de la Isla.
Aunque Gutiérrez no comparte la opinión de Biden en este tema, acepta que “por lo menos está siendo honesto”.
Trabajando con Biden
“Confío en Biden. Puedo no coincidir con él en temas como la estabilidad para Puerto Rico, pero él nos respeta. Por lo menos es honesto”, dice.
“Voy a trabajar por él y mis críticas son para que la campaña haga un mejor trabajo. Sigo esperando por ese comercial de Biden como el comercial de Obama sobre los Dreamers. Biden puede hacerlo. Puede ir a las montañas de Jayuya o de Utuado (municipios del centro de Puerto Rico) donde todavía hay gente sin techo, sin agua, sin luz por el huracán ‘María’; puede hablar del dolor de nuestra comunidad mexicana e inmigrante; apelar a la comunidad venezolana diciéndoles que bajo su presidencia no van a ser deportados al régimen de (Nicolás) Maduro. Confrontar a Donald Trump y sus mentiras. Cuando le dice a Biden socialista, que le responda que es Trump quien quiere deportar a los venezolanos a la dictadura de Maduro”, señala.
“Si habla de supremacistas blancos, puede recordar que uno fue a El Paso a matar hispanos y de esa forma nos habla directamente”, dice.
Con todo, Gutiérrez apuesta a que la movilización rendirá frutos.
“Sé que Trump quiere suprimir el voto porque está perdiendo. Su plan es desligitimizar el proceso, intimidar en las urnas y acudir a las cortes, sobre todo una Corte Suprema 6-3 a su favor. Por esta razón, nuestra victoria tiene que ser abrumadora, extraordinaria”, concluye.