La pandemia del coronavirus ha alterado la forma en que grupos cívicos intentan registrar y eventualmente movilizar votantes latinos. Esto, a fin de participar en la elección presidencial 2020 que ha sido catalogada como una de las más cruciales de todos los tiempos.
Ya enfrentan otros escollos, entre otros, los intentos de Donald Trump de minar la votación por correo cuando más se necesita ante la amenaza del virus y su obvia intención de socavar la legitimidad de los resultados en caso de que sean en su contra.
“La pandemia ya está afectando las elecciones. Pero ha habido un ajuste bastante ágil de parte de los estados y de los grupos cívicos para buscar maneras alternas de hacer el trabajo”, indicó Marcos Vilar, director ejecutivo de la organización Alianza for Progress, que se centra en Florida.
“Hemos tenido que ser más creativos con eventos en plataformas virtuales, llamadas, textos, campañas en los medios sociales, y aumentar nuestra presencia en los medios tradicionales de televisión y radio para compartir información con los votantes”, agregó Frances Colón, directora estatal para el voto latino de Florida for All Coalition.
“Y definitivamente ha habido un alza en los anuncios digitales”, agregó Vilar.
Florida es uno de los estados más competitivos de todos los ciclos electorales y “Decidí votar porque ya es tiempo que los latinos se levanten y que hagamos un cambio, que no solamente venimos a trabajar, sino también a proveer y seguir con esta nación», sobre todo en elecciones cerradas como las que caracterizan a este estado.
De los votantes registrados en Florida, 16% son latinos y la mitad de esos electores son cubanos (28%) y puertorriqueños (22%). Los otros grupos son: mexicanos, colombianos, dominicanos, venezolanos, hondureños y nicaragüenses. Los hispanos no cubanos constituyen la mayoría de los electores latinos. Asimismo, los latinos comprenden casi 21% de los votantes elegibles para votar en el Estado del Sol.
En 2016 Trump ganó Florida sobre la demócrata Hillary Clinton por 1.2% del voto, aproximadamente 112,000 votos.
Desde esos comicios de 2016, Florida ha añadido 2.4 millones de nuevos votantes y los demócratas registrados aventajan a los republicanos por 59,000 electores. Asimismo, hay aproximadamente 858,000 votantes que no están afiliados a ningún partido. En Florida los hispanos, los asiáticos y los jóvenes tienen la mayor tendencia a no afiliarse a ningún partido.
Entre los votantes latinos, el voto puertorriqueño de Florida Central, el llamado Corredor I-4, se ha convertido en un factor de peso en elecciones generales e intermedias. Aunque no es homogéneo, este sector tiende a ser más demócrata o a registrarse como no afiliado. En el Sur de Florida el voto cubano y cubanoamericano, y ahora el voto venezolano juegan un papel central en los esfuerzos de reelección de Trump para volver a sumar a su columna los 29 votos electorales del estado.
Vilar afirmó que la elección de Florida se vislumbra, una vez más, como cerrada. “No podemos estar confiados en que habrá una elección estilo tsunami. Esa ha sido la tendencia de los pasados años en estados competitivos, como Florida. Y creo que va a seguir siendo así”, agregó.
“Nosotros (Alianza) estamos movilizando agresivamente a la comunidades puertorriqueña y latina de Florida Central, pues sabemos que en elecciones cerradas el voto hispano va ser influyente”, sostuvo.
Pero al temor de que la pandemia haga que muchos electores no salgan a votar, se suman otros elementos preocupantes que pueden incidir en la elección.
“Hay preocupaciones serias, particularmente en torno al voto por correo, porque a pesar de que se hizo un trabajo fenomenal en lograr que tanta gente se inscribiera por correo durante el periodo del Covid, ahora el director general de correos, nombrado por Trump, ha extraído las máquinas que sortean la correspondencia de manera rápida, y Florida ha sido uno de los estados donde más máquinas se han removido”, explicó Vilar.
“Es un peligro grande, pues implica retrasos en que el correo llegue de un destino al otro en momentos en que la comunicación por correo ha cobrado auge, porque la gente lo ve como una opción más segura para votar en medio de la pandemia”, afirmó.
Los temas
Sobre las preocupaciones expresadas por los votantes a quienes contactan, Vilar señaló que tienden a ser similares: “El Covid, el mal manejo federal de la crisis y el desempleo por el Covid, la accesibilidad de la vivienda y, en el caso de los puertorriqueños, la empatía que sentimos por nuestros hermanos inmigrantes cuando los atrapan en la frontera, separan a niños de sus padres, los enjaulan y los deportan”.
Y el huracán “María”, la inicial pobre respuesta federal y la imagen de Trump lanzando rollos de papel toalla a damnificados, siguen presentes entre los votantes puertorriqueños de la diáspora.
“El huracán ‘María’ es una llaga abierta que no ha sanado, pero también están la crisis fiscal que ha forzado a tantos puertorriqueños a irse de la Isla, así como los terremotos también desatendidos por esta administración. Todo esto contesta cómo van a votar los puertorriqueños en Florida Central”, dijo Vilar.
“Pero, claro está, en el Sur de Florida están las comunidades cubana y venezolana, y no es casualidad que el Partido Republicano y Trump echen mano de la estrategia de tildar a los demócratas de ‘socialistas’ para generar temor y dudas”, sostuvo.
“Sin embargo, son ellos (los republicanos) los que no tienen políticas que beneficien a nuestra comunidad, y toda la retórica del presidente es hablar mal de los inmigrantes y renegar de Puerto Rico diciendo que le gustaría cambiarlo por Groenlandia”, dijo Vilar.
“Trump no nos quiere (a los latinos). Ese mensaje está bien claro. Yo me rasco la cabeza pensando cómo es que cualquier hispano que se respete votaría por él, pero esa es mi opinión”, afirmó Vilar.
Colón coincide en que la pandemia pesa en la mente de los votantes: “Los latinos mueren a una tasa dos veces mayor que otros grupos, y el apoyo al desempleado por causa de la pandemia en Florida se documentó como el peor de la nación”.
Agregó que “los latinos están motivados por la idea de sacar de la Casa Blanca a un presidente que los denigra como comunidad y que separa familias”.
Otros incentivos para participar, según Colón, son: “La enmienda en la boleta en Florida de aumentar el salario mínimo a $15 la hora es un gran incentivo para los trabajadores latinos. Por último, el 77% de los latinos quieren acción inmediata ante la crisis del cambio climático y han experimentado impactos directos en sus vidas. Aquí en Florida lo vivimos a diario desde las olas de calor hasta la inundaciones en los días soleados por el incremento en el nivel del mar”.
Arizona y Texas, en la misma situación
Al caso de Florida se suman muchos otros que efrentan similares circunstancias. Arizona y Texas, por ejemplo, son particularmente dos de los estados donde estas elecciones representan un reto mayor, especialmente para la comunidad latina.
Con 5.6 millones de electores latinos, Texas es una fuerza política innegable; pero, por eso mismo, la tarea de movilizar votantes se ha vuelto igualmente cuesta arriba en estos momentos, debido a la pandemia de Covid-19.
Poco a poco los demócratas han ido ganando terreno en Texas. En 2016 Trump ganó Texas sobre Clinton por 9% comparado con la diferencia de 16% en 2012 entre Barack Obama y el republicano Mitt Romney, quien ganó el estado, pero no la elección general.
Angélica Razo, de Mi Familia Vota-Texas, admite que “dado que Texas no tiene registro de votantes en línea y Mi Familia Vota no está trabajando en el campo debido al COVID-19, nuestra línea telefónica ha sido la mayor fuente de asistencia para el registro de votantes entre la comunidad. También estamos planeando involucrar a miles de votantes jóvenes a través de sesiones virtuales en escuelas secundarias y universidades”.
La misma situación ocurre en Arizona, que con 1.2 millones de votantes latinos no se puede dar el lujo de dejarse vencer por la pandemia, sobre todo cuando se prevé un alza en sus cifras que pasarán del 19.6% contabilizado en 2016 a 24.6% para este 2020, según Latino Politics and Policy Initiative, de UCLA.
Anabel Maldonado, activista voluntaria en Puente Derechos Humanos, de Arizona, cuenta que todas las campañas de registro de votantes se han transferido a plataformas digitales, ya sea por Facebook o a través de Google ads.
Y explica: “Estas campañas digitales generan una lista de personas a las que las organizaciones pueden dar seguimiento, ya sea por una llamada telefónica o por texto.
En cuanto a otras campañas, como las iniciativas estatales que por ley no pueden recolectar firmas por internet, siguieron recolectando con medidas de precaución, como darle pluma nueva a cada persona, cubre bocas y todas las demás recomendaciones del CDC”.
En ello coinciden Eduardo Sáinz, igualmente de Mi Familia Vota-Arizona, y Montserrat Arredondo, de One Arizona. Sáinz dice que al trasladar gran parte de su organización a la plataforma digital, han construido un modelo de electores completamente nuevo “para enfocarnos en los votantes latinos que consideramos como algo que se puede obtener en este ciclo. Son votantes que se inclinan en una dirección, pero que no se han comprometido públicamente a votar este ciclo. Vamos a centrarnos en hacerles un acercamiento digital para garantizar que se presenten y voten el día de las elecciones”.
En ese sentido, lo que estas organizaciones han encontrado aun en estas condiciones inéditas en la historia de las elecciones estadounidenses es que, por ejemplo, “los latinos están entusiasmados y comprometidos, pero se enfrentan a desafíos muy reales en sus vidas.
El gobierno realmente ha fracasado en su respuesta al coronavirus. Los latinos se enfrentan a niveles récord de desempleo y se están enfermando, sin acceso a atención médica. Ahora mismo, para llegar a estos votantes, necesitamos encontrarnos con ellos donde viven, y luego educarlos sobre cómo votar”, reflexiona Sáinz, de MFV.
Según Razo “la comunidad latina está ansiosa por participar en las próximas elecciones. Estamos escuchando de personas de todo Texas que se están registrando para votar para que puedan participar por primera vez. Desde jóvenes latinos que recientemente se convirtieron en elegibles, ciudadanos recién naturalizados y personas mayores”.
Similar expectativa comparte Arredondo, pues en su opinión “la gente va votar este año. Somos inteligentes, estamos poniendo atención, y aunque hay personas y políticos que tratan de sembrar dudas en estas elecciones —como atacar al Servicio Postal—, es seguro que este año va a votar nuestra comunidad como nunca antes, porque la pandemia y cómo se está manejando (o no) es una prioridad para la gente también”.
A decir de Maldonado, “al final del día, nuestra comunidad sabe la importancia de estas elecciones y es nuestro trabajo darle todas las oportunidades a los latinos para votar”.
Clarissa Martínez, de UNIDOS US
Clarissa Martínez, de UNIDOS US: en tiempos del Covid-19, “la necesidad ha llamado a la invención” para registrar votantes
¿Confían en que los latinos saldrán a votar en medio de la pandemia y qué medidas están tomando para garantizar que así sea?
El voto latino es uno de los segmentos de más crecimiento en nuestro electorado. En 2016, 12.7 millones de latinos votaron (millón y medio más que en 2012), y esperamos ver ese número alcanzar entre 14 y 15 millones en esta elección.
Tradicionalmente, 8 de cada 10 latinos registrados votan. Por eso las campañas de registro de votantes son clave: somos una población joven y cada año casi un millón de latinos, ciudadanos de Estados Unidos, cumplen 18 años y son elegibles para registrarse. Y aparte tenemos cerca de 15 millones que califican, pero todavía no se han registrado.
Por eso, aún con la pandemia, seguimos con nuestra campaña de registro de votantes haciendo uso del teléfono, los textos y las redes sociales, y trabajando con nuestra red de afiliados para hacerle llegar a nuestra comunidad la información y las herramientas necesarias para registrarse.
Aunque el proceso de registro se ha dificultado, hemos ampliado nuestros esfuerzos para asegurar que nuestra comunidad esté al tanto de sus opciones para votar.
Muchos latinos son votantes por primera vez, o el primer votante en su familia, así que asegurar que estén al tanto de si su estado tiene votación por correo o votación temprana, y saber cómo funcionan esos procesos y sus fechas, es algo que estamos incluyendo también.
Hemos ampliado también el universo de votantes que vamos a contactar en la recta final de la elección (Get Out the Vote o GOTV) a 500,000 votantes primerizos o no frecuentes. Esta labor incluirá llamadas, textos y correo con la información necesaria para que ejerzan su derecho al voto.
¿Cuáles son los principales obstáculos con los que se están topando en sus esfuerzos de registro y eventual movilización? ¿En qué sectores se están concentrando?
La pandemia ha afectado los esfuerzos de registro en varias formas. Se han tenido que suspender campañas de canvassing locales, que son la manera más efectiva de registrar a comunidades subrepresentadas en el electorado. También se han reducido las operaciones de los Departamentos de Vehículos de Motor (DMV) donde un gran número de personas se registran. Y el proceso de naturalización ha sido obstaculizado por la administración Trump, lo cual ha resultado en cerrarle la puerta a las casillas de votación a cientos de miles de nuevos ciudadanos.
Al mismo tiempo, la necesidad ha llevado a la invención. Hemos cambiado nuestro canvassing en persona, a virtual para contactar hogares de nuestras comunidades y ampliar las oportunidades de registro por correo, donde sea permitido, así como proveer información clave sobre las opciones para votar en diferentes estados (voto temprano, por correo, o el día de la elección).
Nuestro enfoque es en Florida, Texas, Pensilvania y Arizona, pero trabajando con nuestros afiliados este trabajo se está desarrollando en comunidades en 10 estados.
¿Cuáles son los principales asuntos que están motivando a los votantes latinos a participar?
En una reciente encuesta publicada por SOMOS, UnidosUS y Latino Decisions, los votantes latinos identificaron estas prioridades a las que quieren que el presidente y el Congreso respondan:
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- Responder al COVID (50%)
- Reducir el costo de los cuidados de salud (29%)
- Creación de empleos y mejores salarios (45%)
- Detener la discriminacion contra latinos e inmigrantes (20%)
- Proteger los derechos de los inmigrantes (16%)
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