Cuando todo sugería que con las vacunas se iba camino a superar la pandemia, apareció la variante Ómicron generando una sensación de incertidumbre en este inicio de 2022 que ha motivado a cambios de planes. Pero aunque la nueva versión del COVID-19 parece amenazar la estabilidad de sistemas sanitarios e incluso cerrar parte de economías nacionales, no todas son malas noticias. Por el contrario, los científicos sugieren que en esta nueva variante hay signos esperanzadores.
De acuerdo a un artículo publicado en Infobae.com, habría 5 razones específicas para ser optimistas.
Ómicron tiene un menor riesgo de hospitalización y fallecimiento
Cada vez se suman más estudios científicos y estadísticos sobre esta variante del coronavirus más contagiosa, pero menos letal que el virus original.
Los datos más contundentes provienen de África, donde la variante fue descubierta y donde registró niveles de contagios exponenciales. Allí, médicos de Sudáfrica informaron que los casos de COVID-19 atribuidos a la nueva variante Ómicron muestran en su mayoría síntomas leves. El doctor Unben Pillay, médico general en la provincia Gauteng, donde 81% de los casos nuevos se han reportado, indicó que ha presenciado un rápido aumento en nuevos casos de COVID-19 en los últimos 10 días y que hasta ahora han sido casos muy leves, donde los pacientes muestran signos similares a los de la influenza, tos seca, fiebre, sudores nocturnos y muchos dolores corporales. En general los síntomas son bastante similares a los que provocan las otras variantes, aunque en la mayoría de los casos detectados se ha observado queno presentaban pérdida de gusto ni olfato ni dificultad para respirar.
Pablo Bonvehí, jefe de la Sección Infectología y Control de Infecciones en CEMIC indicó a Infobae que “respecto a los síntomas reportados, se describen como leves. Pero los datos provienen de pacientes jóvenes y esto no refleja el espectro completo de lo que produce esta variante. Se observaron síntomas gripales habituales y leves”. Además, una vez hospitalizadas, las personas infectadas con Ómicron tenían un riesgo reducido de enfermedad grave en comparación con las personas infectadas por Delta.
En Sudáfrica se notifica un 65 % menos de hospitalizaciones; en Escocia, un 60 %; y en Inglaterra, un 40 %. Según un reciente informe del Imperial College de Londres, las personas que contraen Ómicron tienen una menor probabilidad de necesitar atención hospitalaria en comparación con la variante delta. La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, en su informe de evaluación de riesgos para la variante, ya califica de “riesgo relativo moderado” la posibilidad de hospitalización por Ómicron, comparado con delta (aunque admite que todavía no hay datos sobre la gravedad una vez en el hospital o la mortalidad).
En algunos países los casos caen fuertemente
La variante que se esparció ya a más de 100 países en el mundo, registra una disminución en las infecciones diarias. Noruega, Holanda, Bélgica, Alemania, Sudáfrica o Austria ya comenzaron a bajar el número de casos positivos. Si volvemos a observar a Sudáfrica, esta ha tenido un fuerte aumento exponencial acompañada por una caída brusca y rápida.
Pero si nos fijamos en Sudáfrica, el efecto de Ómicron parece más evidente, con un aumento explosivo y exponencial y una caída también parece ser muy rápida. Algunos presagian que se esperan unas cuatro-cinco semanas de subida de casos hasta llegar al máximo y otros tantos días para su bajada, lo que constituye una buena noticia.
Las vacunas protegen frente a Ómicron
Los infectólogos ya han advertido a la población que quienes tengan 2 dosis de vacuna frente al COVID están protegidas frente a la hospitalización, aunque hayan perdido parte de la protección frente a la hora de contraer la infección. Probablemente esto es debido a que la mayoría de las vacunas proporcionan una respuesta celular que no se ve afectada por esta variante.
Varios estudios científicos demostraron que con el correr de los meses la inmunidad frente al SARS-CoV-2 decrece y la mayoría de los países decidieron aplicar terceras dosis o dosis de refuerzo, según la disposición de cada autoridad sanitaria.
Consultado por Infobae, el médico infectólogo pediatra Eduardo López (MN 37586) señaló que “en casi todas las vacunas se está viendo que luego de los seis a ocho meses la cantidad de anticuerpos decrece significativamente y podría poner potencialmente en riesgo a la población que no recibió la tercera dosis, por eso deben dársela lo antes posible principalmente estos grupos definidos, que en la Argentina son los mayores de 60″.
La jefa del Departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Ángela Gentile (MN 49908) coincidió que “se sabe que hay una pérdida del tenor de anticuerpos en las personas vacunadas, pero también que existe la inmunidad celular, que protege de igual manera”. Sin embargo, para ella “eventualmente va a haber que plantearse la necesidad de una dosis de refuerzo”, y agregó: “Si el SARS-CoV-2 se transforma en endémico probablemente necesitemos dosis anuales como ocurre con la influenza”.
Hay fármacos eficaces contra Ómicron
El año 2021 cerró con dos grandes noticias respecto a antivirales COVID de toma oral. La revista Science presentó en su portada al medicamento Paxlovid, un nuevo antiviral oral, inhibidor de la proteasa viral, con una capacidad de disminuir el riesgo de covid-19 grave en más de un 90 %. Este antiviral ya ha sido aprobado por la FDA. El Paxlovid es un inhibidor de una de las proteasas del SARS-CoV-2, la denominada 3CL. El tratamiento se combina con otro inhibidor de las proteasas, el ritonavir, que ha sido empleado contra el VIH.
La Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) autorizó el 23 de diciembre el uso de molnupiravir, el segundo tratamiento oral aprobado contra el SARS-CoV-2.
Pero todavía hay más. El anticuerpo monoclonal Sotrovimab, de la empresa GSK, también parece que es eficaz contra ómicron. Se trata de un anticuerpo que se une a una zona concreta (epítopo) en el SARS-CoV-2 compartido con el SARS-CoV-1 (el virus que causa el SARS), lo que indica que ese epítopo está muy conservado. Esto dificulta que se desarrollen resistencias en las nuevas variantes.
El medicamento es producido por la empresa MSD, compañía biofarmacéutica estadounidense conocida en Estados Unidos y Canadá como Merck & Co. y Ridgeback Biotherapeutics. La farmacéutica dijo que su píldora mostró una reducción del 30% en las hospitalizaciones y muertes,según datos de más de 1.400 pacientes.
El Remdesivir, un inhibidor de la ARN polimerasa viral, es otro antiviral que en pacientes no hospitalizados con síntomas COVID-19 resultó en un 87 % menos de riesgo de hospitalización o muerte que el placebo. Hasta la fecha, la actividad antiviral de Remdesivir ha sido confirmada in vitro contra todas las otras variantes del SARS-CoV-2, incluyendo alfa, beta, gamma, delta y épsilon.
Ómicron infecta menos las células pulmonares
Según experimentos en laboratorio efectuado en modelos celulares y en hámsters, la nueva variante Ómicron se multiplica menos en células pulmonares, lo cual podría ser indicativo de su menor virulencia.
Todavía la situación es muy delicada, sobre todo por el explosivo aumento de casos que están llevando al sistema sanitario al colapso. Si antes 1 de cada 100 casos acababa en el hospital, ahora, gracias a las vacunas, son 1 de cada 1.000, pero si aumenta de manera exponencial el número de casos, las hospitalizaciones también aumentarán y colapsará el sistema, como hemos visto.
En última instancia, el mensaje detrás de las buenas y malas noticias, detrás de las advertencias y consejos, es que a pesar de lo contagiosa que es la variante Ómicron, las vacunas son la clave para salvar vidas y las máscaras y el distanciamiento social son fundamentales en el combate al virus.
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