El festival de música más grande de Estados Unidos, según la agencia Pollstar, con base en Fresno, está de regreso los días 16, 17 y 18 de abril. Se trata del Coachella Valley Music and Arts Festival —aunque de arte no tiene mucho. Pero de rock, sí.
En los últimos 10 años, las bandas y solistas más renombrados pasaron por Coachella, desde Madonna y Paul McCartney hasta Rage Against the Machine, además de artista latinos como Café Tacvba, El Gran Silencio, Manu Chao y más.
Ubicado en Indio, en el Valle de Coachella, en pleno desierto de Mojave, este festival ha acaparado la atención de una gran audiencia. “Es un evento masivo y está inspirado en festivales musicales europeos, especialmente de Inglaterra», dice Bruce Fessier, crítico de entretenimiento del periódico Desert Sun, de Palm Spring, quien ha cubierto todas las ediciones de Coachella. “Su paisaje crea una atmósfera especial».
Las palmeras, el sol, las siluetas de las carpas y los escenarios le dan a este festival una personalidad propia, original.
Este año, de acuerdo a Fessier, el festival intenta atraer a gente más jóven. “De acuerdo a la lista de artistas que vendrán este año, los organizadores parecen orientarse hacia una audiencia más joven, dejando de lado a rockeros más tradicionales», comentó Fessier. La edición 2010 de Coachella incluye artistas como Jay-Z, The Cribs, Muse, Gorillaz, Pavement, y más.
El periodista agregó que el festival “maduró” en 2004 y se convirtió en una referencia en la música moderna. Y destaca el aporte del dueño de la tierra, Alex Haagen III. “El invirtió en el área y cuida muy bien el terreno».
Ante rumores de que esas tierras se dedicarían a proyectos de vivienda, los organizadores del festival crearon otro evento musical: “Stagecoach Festival», dedicado a la música country, de gran éxito.
Coachella mantiene un modelo clásico de los festivales masivos de música: tres días, cuatro escenarios —más dos para DJs—, puestos de comida y otros productos, y un alto nivel de comercialización: todo se vende.
La entrada para los tres días cuesta $269 y hay un sistema de “apartado” para atraer más personas. Los boletos que sobran se venden para cada día pues los organizadores prefieren primero vender entradas «en paquete» para todo el festival.
Desventajas
En Coachella, la temperatura oscila entre los 90 y 105 grados Fahrenheit, por lo que después de caminar de un escenario al otro, el cansancio hace de las suyas. ¡Y qué casualidad, hay cerveza en todos lados! La comida, en general, es cara y mala: una hamburguesa de $10 dólares ni siquiera tiene tomate y lechuga, y el pollo “teriyaki” sabe más a cartón que a pollo.
¿Necesita dinero contado? Usar uno de los cajeros automáticos dentro del festival cobra casi $4 por transacción. Los baños portátiles parecen no alcanzar y a media jornada están exageradamente sucios y es casi imposible conseguir dónde lavarse las manos. ¡Y los hoteles! Durante el festival los precios se disparan de manera incontrolable.
La Cámara de Comercio de Coachella no contestó el pedido de una entrevista para conocer el aporte económico del festival a la zona.
El área de Coachella concentra dos realidades: altos niveles de pobreza y espacios lujosos para los ricos y famosos, como es el caso de Palm Springs. Esta fue una de las zonas donde la Unión de Campesinos (UFW) libró grandes batallas en los 60s y 70s para lograr mejoras en las condiciones de trabajo y de vida de los campesinos, que continúan siendo miserables, de acuerdo a activistas de los derechos civiles de la zona.
En el festival musical, el terreno plano y la falta de divisiones entre escenarios confunde a veces los sonidos de cada uno.
Para la prensa no hay privilegios. La carpa destinada a ella es pequeña e incómoda y si un periodista tiene algún problema, es posible que que la
empresa encargada de las relaciones públicas, MSO, de Los Angeles, le responda que “no se puede solucionar” dicho problema. Perdón, dije «relaciones públicas»? Lo único gratis en Coachella es el estacionamiento.
Festival ‘Outside Lands’
Desde hace dos años, el festival Outside Lands (fines de agosto), de San Francisco, surgió como alternativa para los amantes de la música que viven en el centro y norte del estado. Establecido en el mágico parque Golden Gate, cada uno de los escenarios está rodeados de árboles y vegetación que aisla el sonido. Outside Lands mantiene el mismo formato: tres días de música en varios escenarios y la inclusión de reconocidos artistas latinos.
El clima es fresco y la comida, aunque no más barata, tiene sabor. Como se trata de San Francisco, no podría faltar una carpa dedicada a las delicias vitivinícolas del Valle de Napa y el interés por reciclar y cuidar el espacio.
Y la música, como en Coachella, es de lo mejor.