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Trump inculpado, y sus fanáticos responden con más odio

Donald Trump

No existe en español, que yo sepa, una palabra equivalente al vocablo inglés “hater”. Y no es por falta de “haters” en nuestro idioma. El diccionario de Google lo traduce como “enemiga” o “enemigo”. Sí, lo es, también, pero es otra cosa. Finalmente, optamos por “persona que odia”. Es algo más. Es un sujeto viscoso, letal, rabioso. 

Trump inculpado por tercera vez

Lo dicho viene a propósito de la presentación de cargos criminales contra el expresidente Donald Trump, este 1 de agosto de 2023, por sus intentos de interferir en las elecciones presidenciales de 2020, clamando por fraude cuando él sabía que no lo había. 

El acta de acusación, presentado por el Gran Jurado después de largos meses de escuchar testimonios y organizado por el procurador especial Jack Smith, detalla los eventos que llevaron al intento de tomar el Congreso el 21 de enero de 2021 cuyo objetivo fue prevenir que luego de certificados los votos el presidente del Senado (es el vicepresidente) declare a Joe Biden ganador. Incluye a seis acusados más, que no son nombrados. Se extiende en el papel que jugó la presión contra el entonces vicepresidente y aliado de Trump Mike Pence para que ilegalmente rechace a los delegados que certificaron la victoria de Biden, forzando una decisión de las Legislaturas republicanas en varios estados. 

Los cuatro cargos

Los cargos son cuatro. Trump es acusado de 1) Conspiración para defraudar a Estados Unidos. El cargo contra Trump detalla los diversos métodos que él y sus co conspiradores usaron para tratar de anular los resultados de las elecciones de 2020.

2 y 3) Cargos relacionados con los esfuerzos para obstruir los procedimientos de certificación de votos en el Capitolio el 6 de enero de 2021: uno de obstruir ese proceso y otro de conspirar para hacerlo.

4) Conspiración para violar los derechos civiles. Relacionado con los intentos de Trump de revertir los resultados electorales en estados con elecciones cerradas en 2020 (el complot de crear falsos delegados cuya presencia llevaría a anular al grupo que realmente reflejaba los resultados de la votación).

Son cargos graves. Si Trump fuese uno más, podría pasar el resto de su vida en la cárcel. 

La acusación que falta

Pero falta una acusación cardinal. La más importante. Trump ha convertido a este país en un hediondo pantano de odio, en un barril de pólvora presto para estallar, en una sociedad donde renacieron las taras históricas de las épocas más oscuras, con los ataques contra judíos, contra musulmanes, la legislación represiva estatal contra la gente LGBY y transexual, la persecución de indocumentados que cruzan la frontera. La Corte Suprema se sumó a la pelea como parte interesada y de un plumazo desgarró el derecho de la mujer a su propio cuerpo. 

Mi principal acusación contra Trump va más allá de lo que dicen las actas en los tres juicios que enfrenta. Mi acusación es que él es un monstruo del odio. 

El flautista de Hamelin al revés

Es el Flautista de Hamelin, protagonista del cuento anónimo popularizado por los Hermanos Grimm y que no debería haber sido recomendado para niños, pero al revés. 

En la leyenda, el flautista se lleva del pueblo a las ratas y las ahoga en el río; luego, cuando no le pagan por su trabajo, se lleva a los niños del pueblo a una cueva, donde desaparecen para siempre. Trump se llevó a los niños en 2016, cuando su gente todavía no había caído en las profundidades del odio. 

En 2020, se llevó a las ratas, a un público desnaturalizado, violento e intolerante, que asedió el Congreso, que llamó a la muerte del vicepresidente. 

No nos enteramos de todo. Miles y miles de personas han recibido amenazas de muerte por no estar de acuerdo. Los miembros del jurado que juzgará a Trump serán perseguidos, como lo son los del jurado especial. No los matan, pero les dejan amenazas en el teléfono y en algunos casas acampan frente a sus casas fuertemente armados. 

Escenarios de odio cada día

Escenarios del odio generado por Trump suceden todos los días y ya casi ni nos enteramos, ni reaccionamos o nos organizamos como deberíamos. 

A comienzos de julio, Trump “publicó en su plataforma de redes sociales lo que afirmó era la dirección de la casa del expresidente Barack Obama”, dice PBS, CNN, el Washington Post, New York Post y otros. “El mismo día que arrestaron a un hombre armado en su camioneta cerca de la propiedad, dijeron fiscales federales el miércoles en revelando nuevos detalles sobre el caso

Reacciones cuerdas y reacciones de campaña

La instigación del odio tiene consecuencias. Especialmente cuando millones de estadounidenses son fanáticos del hombre y lo apoyan en todo lo que pueden, incluyendo enviando muchos de sus pocos dólares para el fondo de defensa del sujeto, que es un billonario pero que no toca su propia plata. 

Este juicio tendrá consecuencias históricas. La pregunta es, citando al New York Times: ¿Puede un presidente en ejercicio difundir mentiras sobre una elección y tratar de emplear el poder de su gobierno para anular la voluntad de los votantes sin consecuencias?

Pero los “haters” nunca cejan. Ni se contentarán con imponer aquí un régimen fascista. Seguirán la violencia hasta las últimas consecuencias, que es cuando ellos mismos son barridos por la ola que provocaron. 

Una prueba es las reacciones al anuncio. 

La diferencia en las reacciones

Este es el que me llegó de Michael Waldman, presidente y CEO del Brennan Center for Justice en la Facultad de Derecho de NYU: 

“Los cargos de hoy son muy importantes más allá del hecho de que se haya acusado penalmente a un expresidente. Donald Trump y sus cómplices intentaron derrocar la democracia de los Estados Unidos. Quisieron negar los votos de millones de estadounidenses. Lo hicieron por medio de alegaciones falsas de fraude electoral y manipulación de elecciones. Estas teorías conspirativas se siguen utilizando para justificar cambios en las leyes electorales en todo el país. Donald Trump será llevado a juicio. Y la Gran Mentira también será juzgada”.

Esto me llegó del portavoz del congresista Adam Schiff, principal fiscal en el segundo juicio político a Trump hace dos años e importante participante en el comité parlamentario de la Cámara Baja que investigó los eventos del 6 de enero y proporcionó a la fiscalía abundante material. 

“Durante su juicio, Donald Trump tendrá el mismo beneficio de presunción de inocencia que cualquier otro estadounidense, y el gobierno llevará la misma pesada carga de probar su culpabilidad más allá de toda duda razonable. No debe estar sujeto a una presunción menor por parte del jurado y el gobierno no debe estar obligado a llevar pruebas de mayor peso en virtud de su posición anterior o estado actual. Una democracia no requiere menos, y cualquier cosa que no sea ese estándar, en la medida de la diferencia, no es democracia”.

En cambio, esto es lo que dijo el portavoz de Trump

“La anarquía de estas persecuciones del presidente Trump y sus partidarios recuerda a la Alemania nazi en la década de 1930, la antigua Unión Soviética y otros regímenes autoritarios y dictatoriales”.

Si se dejaran de odiar e incitar al odio y causar actos de violencia, todo estaría bien. Pero no lo harán. Lo veremos en pocos días. 


Este artículo está respaldado en su totalidad o en parte por fondos proporcionados por el Estado de California, administrado por la Biblioteca del Estado de California en asociación con el Departamento de Servicios Sociales de California y la Comisión de California sobre Asuntos Estadounidenses Asiáticos e Isleños del Pacífico como parte del programa Stop the Hate. Para denunciar un incidente de odio o un delito de odio y obtener apoyo, vaya a CA vs Hate.

 This article is supported in whole or in part by funding provided by the State of California, administered by the California State Library in partnership with the California Department of Social Services and the California Commission on Asian and Pacific Islander American Affairs as part of the Stop the Hate program. To report a hate incident or hate crime and get support, go to CA vs Hate.

Autor

  • Fundador y co-editor de HispanicLA. Editor en jefe del diario La Opinión en Los Ángeles hasta enero de 2021 y su actual Editor Emérito. Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California. Es periodista, bloguero, poeta, novelista y cuentista. Fue director editorial de Huffington Post Voces entre 2011 y 2014 y editor de noticias, también para La Opinión. Anteriormente, corresponsal de radio. -- Founder and co-editor of HispanicLA. Editor-in-chief of the newspaper La Opinión in Los Angeles until January 2021 and Editor Emeritus since then. Born in Buenos Aires, Argentina, lived in Israel and resides in Los Angeles, California. Journalist, blogger, poet, novelist and short story writer. He was editorial director of Huffington Post Voces between 2011 and 2014 and news editor, also for La Opinión. Previously, he was a radio correspondent.

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