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Galería de fotos: Francisco Lozano y su viaje por la Historia

Francisco Lozano

Imagínese un ojo que lo traga todo, que recorre distancias, pueblos, caminos, que absorbe emociones, que todo lo plasma en una imagen detenida en ese momento, inmóvil como un recuerdo. Francisco Lozano es ese ojo. Su fotografía no es muda, sino que exige la palabra. La imagen crea la palabra, la palabra describe la imagen. HispanicLA se enorgullece de contar a este artista en su equipo de colaboradores e inicia una serie de galerías que exhiben lo que él ha visto. G.L.

 

Cientos de almuerzos por Francisco Lozano

 

Autobiografía 

Francisco Lozano

Nací en El Salvador el 26 de mayo de 1966,  siendo mi madre Zoila E. Lozano.  Soy el segundo de cuatro hermanos. Ana Ruth (QEPD) la primera, Luis Mario el tercero y Cidia la cuarta. En 1984, antes de cumplir los 18 emigré a Los Ángeles. Después de un tiempo el resto de nuestra familia se unió. La guerra en El Salvador, que estaba en su apogeo, despertó en mí el interés por el periodismo. Seguía el trabajo de los periodistas internacionales que cubrían los combates. Me atrajo más que nada el fotoperiodismo.

En Los Angeles, descubrí un libro escrito por un periodista norteamericano acerca de la guerra de Nicaragua y la injerencia de Estados Unidos en Latinoamérica a través de la historia, mediante la política llamada “El buen vecino” (The Good Neighbor Policy), que revela el trato de repúblicas bananeras del país norteamericano hacia nuestras naciones.  Eso despertó en mí el deseo de escribir y de participar.

Trabajé en restaurantes franceses en Los Ángeles mientras estudiaba fotoperiodismo en  el Colegio Comunitario de la ciudad (LACC). Mi entrenamiento bajo la tutela de chef franceses, me llevó a trabajar en hoteles de renombre por mucho tiempo.

En 1986 conocí a mi esposa Donna, nos casamos en 1987. En diciembre de 1989, tuvimos a nuestra hija, Nicole.

Durante los primeros años de la década de los 90, cubrí, a través de la fotografía, el fenómeno de indigentes en Los Ángeles, que apenas empezaba. Una vez fotografié a una señora homeless, de unos 60 años, aparentemente estadounidense de origen latino, en la esquina de Beverly Boulevard y la Western. Una de las cosas que me impresionó fue la ironía en su nombre: Candy Casas. Caramelo Casas, una mujer sin casa. 

Candy Casas / Francisco Lozano

Mi trabajo como líder culinario en hoteles, reprimió, por así decirlo, mi pasión por el periodismo, aunque cuando podía, cubría manifestaciones en Los Ángeles contra y a favor de la guerra en el Golfo

Durante la recesión económica que comenzó en el 2008, perdí mi trabajo que sostuve por 13 años en un hotel en Santa Monica, California. Este inesperado golpe, en una carrera que había sido llena de triunfos, vino a ser devastador.

Al poco tiempo, abrí propio restaurante, Brulêe en Long Beach, California. Pero la economía no se recuperó pronto como yo esperaba, y tuvimos que cerrar las puertas en el 2010.

En el 2012, mi esposa, que es terapeuta familiar, decidió tomar un trabajo en un rancho para jóvenes en riesgo en las montañas de Garden Valley, Idaho. El lugar es remoto y la población pequeña. Los paisajes fueron nuestra terapia, tanto como ayudar a los menores. Fotografié la naturaleza.

De nuevo, antes de que me diera cuenta, estaba escribiendo. Esta vez,  para la revista Idaho Magazine como contribuyente.

En 2015 regresamos a vivir a California. Fuimos al norte del estado, en la prestigiosa área vinícola del condado de Sonoma, conocido mundialmente por sus vinos. Antes de que me diera cuenta, había regresado al periodismo. Esta vez, en la radio, en la ciudad de Santa Rosa, donde dirigí un programa de noticias en la emisora comunitaria KBBF Radio Bilingüe.

Después de un año, decidimos regresar a Los Ángeles tras nacer nuestra primera nieta, Ava y luego la segunda, Aubrey. Volví a trabajar como chef en un hotel en el Valle Central de California. 

En el 2017, la primera Caravana de Migrantes llegó a la ciudad fronteriza de Tijuana, México con centenares de familias con niños pequeños. El expresidente Trump había usado a los inmigrantes que venían en pos de asilo, como una amenaza a la seguridad nacional, como si fuesen una “invasión de traficantes de drogas y asesinos”. La frontera había sido militarizada. Cuando un grupo de inmigrantes trató de cruzar la frontera, el ejército de Estados Unidos los atacó lanzando proyectiles lacrimógenos aun cuando los migrantes todavía estaban en suelo mexicano.  Sabía que yo debería estar ahí, cubriendo ese macabro evento.

Había estado siguiendo la plataforma digital de periodismo independiente de Nueva York, Latino Rebels. Los contacté para ofrecer mi cobertura del ataque. Su fundador, Julio Ricardo Varela, quien además recientemente fundó The Latino Newsletter, no vaciló en darme la asignación. Llegué a Tijuana el día después del ataque y comencé los reportajes. Al ver el sufrimiento de los niños que estaban durmiendo en champas de plástico bajo las temperaturas frígidas y la lluvia y bajo la retórica del entonces presidente Trump, resucitó  mi deseo de ser voz a  los que no tienen voz. 

Esperando, a la interperie, en el centro El Barretal de Tijuana, México.

Desde entonces he continuado cubriendo a los migrantes en la frontera sur.

En los años 2016 y 2019, cubrí extensamente en California, la campaña del Senador Bernie Sanders por la nominación presidencial del partido Demócrata. Este trabajo fue publicado en Latino Rebels.

Después de visitar Cuba por primera vez, en 2020 y en medio de la pandemia, cubrí las protestas referente a George Floyd y el movimiento Black Lives Matter. Mi trabajo fue publicado en Latino Rebels, The Los Angeles Times y la Prensa Asociada (AP). También cubrí el voto de la diáspora centroamericana en Los Ángeles y una protesta de la muerte del joven salvadoreño-americano Andrés Guardado, acribillado por agentes del Sheriff,  para El Faro English.

Cubrí la primera elección del Presidente Nayib Bukele para la Latino Rebels, y su reelección para HispanicLA.Actualmente, soy miembro de la Asociación de Fotoperiodistas Profesionales del Gran Área de Los Angeles (PPAGLA) y contribuyente de la plataforma digital HispanicLA, donde extensivamente he cubierto los asuntos de migrantes y latinos en general.

 

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