Mike Johnson, el representante de Luisiana electo la semana pasada como presidente de la Cámara de Representantes, tiene un hijo adoptivo afroamericano.
¿Y qué? Eso no debería importarle a nadie ni es señal de nada, pero para la derecha en su propio partido republicano es un pecado que su padre diga al respecto lo sobreentendido: que por el color de su piel ese hijo sufre. Que el racismo existe. Lo critican. Dicen que esa expresión lo convierte en un demócrata encubierto. Alguien está tratando de difundirlo como si fuera una mancha indeleble.
Pero la triste verdad es que el mismo Johnson ocultó hasta ahora la existencia de ese hijo. No aparece en sus cuentas de medios sociales, ni en su biografía oficial, ni completó los trámites legales de adopción.
La presidencia de la Cámara Baja es un puesto importante. Johnson ahora es el segundo en la línea de sucesión de la presidencia después de Kamala Harris. En el Congreso, él determina los temas de debate y votación, nombra a los jefes de comités, decide la dirección política del partido.
Johnson pertenece a la facción de extrema derecha en la bancada. La mayoría de los representantes querían en este puesto a alguien más moderado. Pero eso no importó, porque la voluntad de Donald Trump se impuso sobre la del resto del partido.
Resultó electo el representante de la facción anti institucional, de 10 miembros. La que creó la crisis al causar la destitución del anterior líder Kevin McCarthy.
Hoy encabeza la Cámara la persona menos calificada que se tenga memoria. El más derechista y el menos experimentado.
Johnson llegó al Congreso hace seis años. Tiene escasa experiencia parlamentaria, mínima actividad legislativa, nula experiencia de liderazgo institucional.
Pero recibió la bendición de Trump, porque encabezó el esfuerzo en la Cámara de anular las elecciones presidenciales de 2020. El mismo 6 de enero de 2021, el día de la insurrección, instó a sus colegas a bloquear la certificación del voto e impedir que Joe Biden asumiera el poder.
Sabemos que propone recortar los beneficios del seguro social. Apoya criminalizar la actividad homosexual entre adultos que consienten. Considera el matrimonio entre personas del mismo sexo un presagio de caos y anarquía sexual y busca prohibirlo.
Y en general, propone la superioridad de la religión sobre la vida pública.
En su primer día en el puesto, ofreció solo “pensamientos y plegarias” a los sobrevivientes del tiroteo de Lewiston, Maine, donde un hombre mató a 18 personas e hirió a decenas.
Lamentablemente, con Johnson, el ala más extrema de la agrupación, a pesar de tener una pequeña minoría de los miembros, está ahora al frente.
El Congreso debe ahora urgentemente negociar el techo de la deuda antes de que venza la fecha límite para financiar el gobierno; debe aprobar la ayuda a Ucrania y a Israel. Está atrasado en la tarea legislativa. Pero el partido Republicano ya no puede gobernar. Parecería que ya no le interesa hacerlo. Que perdió el norte. Que ni siquiera le importa la ideología. Está dedicado al supremo líder, Trump.
La elección de Mike Johnson solo empeora esta situación.