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Latino, si puedes votar, vota

Una encuesta de USA TODAY/Suffolk University cuyos resultados fueron dados a conocer ayer afirma que entre los latinos Donald Trump tiene un considerable mayor apoyo entre los latinos que Kamala Harris: 49% a 38%. Fue primera plana en el programa Fox News Friends, que es abiertamente favorable al expresidente. 

Lo que no mencionaron los presentadores fue que el margen de error del sondeo es de más o menos 9%, para un total de una diferencia posible de 18%, lo que hace que el estudio no tenga crédito. Un resultado inverso podría ser correcto también. Además, fue conducido por teléfonos celulares, lo que deja fuera del estudio a un amplio segmento de la población. 

Otras encuestas muestran un cuadro diferente. Según el del New York Times / Sienna College, Harris lidera en este momento entre latinos con el 57% contra 37% para Trump y 7% aún indecisos. El márgen de error aquí es de 3.1%. No es el único estudio con datos similares. 

Por supuesto que el único resultado exacto será el que darán los votantes entre ahora y el martes 5 de noviembre. 

Pero en general parecería que aunque todavía goza de mayoría, el caudal de apoyo hispano a la candidata demócrata en este ciclo electoral es menor que el que gozaron anteriormente sus predecesores. La diferencia no es mucha, pero la tendencia existe y es a la baja: en 2020 Biden recibió 59% de los votos hispanos; Clinton 66% en 2016, Obama 71% en 2012 y 67% en 2008

Entre paréntesis es importante acotar que un fenómeno similar sucede con el voto afroamericano, que llegó a 92% con Obama y que ahora fluctúa alrededor del 72%. ¿Por qué? Algunos comentaristas dicen que en la comunidad negra muchos hesitan antes de apoyar a una mujer, aunque sea afroamericana.

¿(61%) y de Venezuela. Mientras, la demócrata goza de fuertes mayorías entre mexicanos y centroamericanos. Florida aparentemente seguirá siendo republicana. California y Nueva York, demócratas. En los tres incide el bloque de los hispanos. 

Pero para otros, el cambio se debe a que actualmente, los latinos de tercera generación son el segmento de más rápido crecimiento dentro del bloque de votantes latinos. Nacieron en Estados Unidos. Ni hablan español ni se solidarizan con los inmigrantes o los hispanoparlantes. 

Incluso existe un pequeño segmento de latinos tan asimilados que pueden aceptar el nativismo y la supremacía blanca. Sen ve fundamentalmente como parte de la América Blanca. Su adherencia al Trumpismo refleja el miedo de que la América blanca los vea como extranjeros perpetuos, y ellos quieren demostrar su pertenencia a este país. 

Pero dudosamente serán realmente aceptados por la extrema derecha racista.

Estos datos muestran que un sector de latinos en nuestro país votan sin tomar en cuenta sus propios intereses. ¿Podrían sentirse parte de un movimiento cuyo líder afirma que “están envenenando la sangre de nuestro país”? Cuyos miembros «traen drogas, traen delincuencia, son violadores y algunos, supongo, son buenas personas”, palabras de Trump en 2015, con las que se presentó ante el electorado estadounidense. 

Porque la realidad es que para Trump la comunidad latina es parte de los adversarios, de los indeseados. Su promesa a los asistentes a sus mítines es la deportación masiva e inmediata de 15 a 20 millones de inmigrantes, en su inmensa mayoría provenientes de México y Centroamérica. Lo exhiben los carteles que distribuye su campaña a la concurrencia, como reveló el corresponsal de NBC Jacob Soboroff durante la convención republicana en julio. No fue una ocurrencia de algún desaforado o extremista del público. Es política oficial. 

El número incluye a más de un millón de inmigrantes legales. Y tiene un firme apoyo: según una encuesta de Scripps News/Ipsos  de septiembre, el 86% de los republicanos se mostraron a favor de esa política, junto a no menos de una cuarta parte de los demócratas encuestados, para un total de 54% de los estadounidenses que están tan asustados que apoya una medida capaz de destruir al país. Y si esto no es una llamada de atención para los inmigrantes y los latinos, qué es.

La conclusión para quienes quieren salvaguardar la identidad y destino de los latinos de Estados Unidos, es que si queremos que se nos tome en cuenta debemos participar activamente en la vida cívica. Ser parte de la campaña que prevenga un gobierno de Donald Trump y J.D. Vance. 

Cuando decimos que es una oportunidad histórica, en este caso queremos decir que quizás sea la última en mucho tiempo, que no habrá otras en el futuro cercano, y que la situación es seria, grave.

Quien no es aún ciudadano aunque puede debe naturalizarse. Quien siendo ciudadano no está registrado debe hacerlo ahora, porque recordemos que no alcanza con ser ciudadano para poder votar. Quien tiene derecho al voto debe ejercerlo. Solo faltan dos semanas para la culminación de las elecciones presidenciales. Unas elecciones donde se decidirá el futuro de la comunidad. Entre muchas otras cosas. Entonces, participa. 

Autor

  • Fundador y co-editor de HispanicLA. Editor en jefe del diario La Opinión en Los Ángeles hasta enero de 2021 y su actual Editor Emérito. Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California. Es periodista, bloguero, poeta, novelista y cuentista. Fue director editorial de Huffington Post Voces entre 2011 y 2014 y editor de noticias, también para La Opinión. Anteriormente, corresponsal de radio. -- Founder and co-editor of HispanicLA. Editor-in-chief of the newspaper La Opinión in Los Angeles until January 2021 and Editor Emeritus since then. Born in Buenos Aires, Argentina, lived in Israel and resides in Los Angeles, California. Journalist, blogger, poet, novelist and short story writer. He was editorial director of Huffington Post Voces between 2011 and 2014 and news editor, also for La Opinión. Previously, he was a radio correspondent.

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