Los grupos de defensa de los derechos civiles han presentado un desafío legal contra una nueva y controvertida ley electoral de Georgia que, según los críticos, tiene como objetivo reprimir a los votantes en el estado, particularmente a los votantes de minorías.
El jueves por la noche, el Proyecto New Georgia, el Black Voters Matter Fund y el grupo de defensa Rise presentaron una demanda federal en Atlanta para desafiar la nueva ley electoral de Georgia.
“Estas disposiciones carecen de justificación por sus efectos gravosos y discriminatorios en la votación”, afirma la demanda de 35 páginas.
“En cambio, representan una mezcolanza de restricciones innecesarias que apuntan a casi todos los aspectos del proceso de votación, pero no tienen ningún propósito legítimo o interés estatal convincente más que dificultar la votación ausente, anticipada y del día de las elecciones, especialmente para los votantes minoritarios, que impondrá estas cargas injustificables de manera desproporcionada a los ciudadanos minoritarios, jóvenes, pobres y discapacitados del Estado”, continúa la demanda.
El desafío legal de los defensores solicita al Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Atlanta que derogue la ley de Georgia por inconstitucional, específicamente, porque viola las Enmiendas Primera y Decimocuarta y la Ley de Derechos Electorales de 1965.
“Después de las elecciones de segunda vuelta al Senado, el secretario Raffensperger declaró en una entrevista televisada a nivel nacional que Georgia ‘tuvo elecciones seguras, protegidas y honestas’”, señala la demanda.
“A pesar del escrutinio nacional de las elecciones de Georgia, que confirmó la ausencia de fraude, inseguridad o irregularidades, los miembros republicanos de la Asamblea General votaron a favor de aprobar una amplia legislación general que claramente tiene la intención y tendrá el efecto de dificultar las actividades legales de los votantes de Georgia que participarán en las elecciones estatales “.
La nueva ley electoral de Georgia se encuentra entre docenas presentadas en los últimos meses por las legislaturas estatales controladas por los republicanos para restringir las posibilidades de ejercer el voto, en respuesta a las victorias del presidente demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre y de los demócratas Jon Ossoff y Raphael Warnock en las elecciones clave del Senado de Georgia en enero.
Esas victorias dieron al Partido Demócrata el control de la Casa Blanca y el Senado, para acompañar a la Cámara Baja ya controlada por ellos.
La ley aprobada en Georgia contiene cambios radicales para los votantes, incluido un requisito más estricto para la identificación de votantes y restricciones para las urnas de recolección de boletas en el estado, y permite que el gobierno estatal se haga cargo de las elecciones locales.
Biden advirtió de que la reforma electoral de Georgia perjudicará sobre todo a los votantes afroamericanos. “Entre las partes escandalosas de esta nueva ley estatal, la jornada de votación acaba temprano, por lo que los trabajadores no podrán emitir su sufragio después de sus turnos. Añade restricciones rígidas para votar en ausencia, lo que denegará el voto a innumerables electores“, dijo el presidente.
“Y convierte -apuntó Biden- en delito proporcionar agua a los votantes mientras esperan en la cola; unas colas que los responsables republicanos han creado reduciendo el número de centros de votación en el estado, de manera desproporcionada en barrios negros”.
Este artículo fue originalmente publicado en impremedia.
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