El Spanglish, fenómeno lingüístico en plena evolución, no es una jerga ni un adefesio idiomático utilizado por gente que olvidó el castellano para mezclar a capricho el inglés con la lengua traída de su país o heredada de sus antepasados.
Tampoco es sólo inglés matizado de español por aquellos que conservan raíces hispanas. Sin intenciones de adentrarme en un estudio académico, prefiero observar y participar de un fenómeno único que replica lo ocurrido muchas veces en la sociolingüística de comunidades que se sobreponen o conviven con lenguas diferentes y que crean nuevas formas expresivas por lógica de la comunicación humana.
Hay evidencias de hechos similares en culturas antiguas, en todos los continentes. ¿Por qué, si no, el latín llevado a las provincias romanas evolucionó hacia otras lenguas? La única razón válida debe buscarse en la regionalización del llamado latín vulgar porque el latín culto sólo existía en los libros. En las provincias el latín se fue mezclando con las expresiones locales. Por ejemplo, en España de íberos y celtas. Ni siquiera en la capital del imperio se hablaba lo que académicos y luego clérigos utilizarían por siglos: una lengua que nació muerta porque lo que hablaba el pueblo se distanciaba en mucho del canon lingüístico considerado válido.
En España, luego de la invasión visigoda se conjugaron elementos germánicos con latinos hasta permearse luego de infinidad de vocablos árabes. ¿Qué hablaban los mozárabes? Una especie de latín-árabe como antes los germanos probablemente usaron latín-visigodo y en mucho se fue polarizando la lengua hasta el punto que los antiguos territorios romanos acabaron creando las lenguas que hoy conocemos como francés, catalán italiano, gallego, portugués y castellano, sin olvidar la profusa variedad de dialectos y lenguas que hoy casi han desaparecido. Los idiomas no nacen ni desaparecen por decreto sino por la fuerza diaria del uso y así como el latín se diversificó, también el castellano se ha ido regionalizando hasta alcanzar las variantes nacionales que conocemos.
Soy maestro de español y un ferviente defensor de la hispanidad por los lazos comunes que unen a nuestros pueblos que aún hablamos esa lengua. Por mi condición académica debía sumarme a los que reclaman la pureza del castellano en el habla cotidiana de los hispanos en Estados Unidos. Sin embargo, para mí el Spanglish no es un dialecto destructor de mi lengua materna. Esa variante sociolingüística se desarrolla naturalmente en este país por diferentes caminos según la región geográfica de la nación.
El Spanglish no es aún una lengua totalmente formada sino un fenómeno en evolución que abarca más de ciento cincuenta años. El Papiamento se formó en un tiempo similar. No existe un Spanglish sino varios y en algunos casos debía ser denominado como “ Englishpanish” porque es un sistema de comunicación adonde predomina el inglés saboreado con la lengua venida del sur. El Spanglish que más me llama la atención es el que hablan en los barrios los descendientes de hispanos, el que utilizamos incluso los emigrantes, es la españolización de vocablos ingleses. Es la ausencia de artículos o el uso de los mismos cuando no es pertinente al español puro.
El Spanglish parece que va a sobrevivir. Las evidencias de su existencia por un período largo me conducen a pensar que una lengua se está formando o de hecho ya existe aunque me contradiga. Tiene su literatura a través de los chicanos y otros escritores. Yo mismo lo intenté en cuentos de mi libro En Glendale no hay ladrones. Así que en poco tiempo ya hemos pasado de un dialecto, una jerga o una mezcla de lenguas utilizada por millones de personas como el medio de comunicación familiar y comunitaria con sus propias leyes, gramática y vocabulario.
Ahí nacen las lenguas. En el uso diario. Al fin y al cabo el español con sus variantes se ha ampliado y su ortografía se aleja cada día más de sus orígenes puramente castellanos. Incluso el sistema verbal ha borrado conjugaciones. Ya no tenemos diferencias de b y v, ll o ye. Ha evolucionado y aunque sigue siendo comprensible con el de los tiempos de Los Siglos de Oro ha alcanzado drásticos cambios.
Como indiqué anteriormente, el español cambia y ahora se mueve en Estados Unidos hacia una variante particular que terminará convirtiéndose en lengua respetada como otras tantas, a pesar de los puristas del inglés o el español. Lengua viva, se rige por sus propias reglas y no hay escuela ni gramática ni leyes que lo puedan impedir. Para mí Spanglish es uno de los sellos de la identidad hispana en Estados Unidos.
Publicado originalmente en abril de 2010, en Hispanic L.A.