¿Que Corea del Norte detonó una bomba atómica y probó otro misil de largo alcance? ¿Que lo mismo hizo Irán la semana pasada? ¿Que aquí mismo, en California, hay hambre, y un cuarto de millón de chicos se van a quedar sin cuidado médico en dos semanas? ¡No temas, mi amor! Ahí viene: ¿es un pájaro? ¡No! ¿Es un avión? ¡No! ¡Es Susan Boyle, la cantante escocesa del programa «Bretaña tiene talento».
Susan Boyle ha llegado una vez más al rescate y compareció esta noche en la semifinal del programa de creación de estrellas.
La van a ver: los productores del programa, que la presentaron la primera vez, el 16 de abril, casi como si fuese una salvaje, la vistieron esta vez, la peinaron y embellecieron, la depilaron y adelgazaron, pulieron su estilo de canto (totalmente innecesario para el público). Luego la presentaron al «mundo». Y esa palabra fue la más repetida en los siete minutos y medio del drama: el mundo la aclama, Susan. En nombre del mundo le doy las gracias, Susan. No sé si ella sabe el impacto que le hizo al mundo, esta Susan.
Y entonces, Susan cantó; y el mundo se detuvo y boquiabiertos se quedaron en todas las latitudes, y los unos a los otros hombres y mujeres de la tierra se dijeron, ¡ea, y además de todo, canta!
Y Susan Boyle les restregó nuevamente en el hocico su naturalidad, y su amor a la vida, y su humor sin decoro ni pretensiones, y su canto al principio quebrado y tembloroso y pifiante, y luego deslumbrado y encantado. Y los derribó finalmente cuando un tal Simon Cowell se disculpó por la manera como la trató la vez primera, y ella levantó los hombros y dijo: «Nada sé, nada sé».
Lo que mal me recuerda un cuento de Itzjak Leib Peretz. Un famoso rabino, uno de los justos, quiere conocer a aquel con quien subirá al cielo. Lo llevan a un pueblo fronterizo; entra a casa del leñador quien ni le dirije la palabra ni cumple los preceptos de la religión, pero sí cuenta su historia de sacrificio infinito y finalmente el justo, el sage, el shaman, dice: «comprendí por qué el leñador me acompañaría; pero no entiendo algo: cuál fue mi fortuna y por qué yo he sido elegido para acompañarle a él». ¿Eh?
Casi olvidaba lo ya sabido: el público votó por Boyle, quien ganó la semifinal y competirá el sábado 30 de mayo por el derecho de cantarle a la Reina de Inglaterra.