Así comienza todo. veinte hombres corren a la camioneta que para en la esquina. Son los albañiles de la calle Roosevelt con 65th Street que como las callejeras agarran contrata por día . El conductor se lleva a unos quince a cortar lechugas a Long Island y les deja una manzana a cada uno para que se alimenten. Todo el día en Long Island bajo un calor de 105 cortan lechugas los callejeros. Irracionalmente las arreglan en una especie de pila que tiene el porte de la mitad de una casa. Como a eso de las 6 de la tarde cuando el hedor de julio comienza a menguar un albañil, el más bajo de todos, se autonombra jefe de obras y camina cerro abajo para dar con la camioneta del hombre. Pasa una hora. Sigue la espera.; dos horas, sigue la espera. La tercera hora comienzan todos a gritar con gritos que se escuchan hasta la luna. Cinco de ellos patean las pilas de lechugas. Pero han cortado tantas que abajo quedan las cabezas de lechugas intactas. El conductor que los ha recogido sale de su escondite y echa las lechugas intactas a la camioneta luego que los callejeros ya se han ido cada uno por su propio modo, a pie, a dedo, en bus…
Así comienza todo… veinte hombres corrieron a la camioneta que para en la esquina. Son los albañiles de Roosevelt con la 84 que como las callejeras agarran contrata por día. El conductor se lleva a unos 10, esta vez, a cortar coliflores a Nueva Jersey.
Les da una naranja.