-
Argentina
Los dos Diegos, por Liza Rosas Bustos
A los Dos Diegos: Ahora que caminas libre de tu cuerpo que se hizo esclavo del ritmo de la adicción…
Leer más » -
Cuento
La faena de vivir: a Luis Sepúlveda
Éramos bastantes en este piso. Pero de a poco la unidad se ha ido desparramando. Tres enfermeros se fueron a…
Leer más » -
Sociedad
La tristemente célebre hazaña de hacer clic
Esto de los teléfonos celulares suma y sigue. Nos hemos convertido en una especie de policías tribales de mala muerte…
Leer más » -
Sociedad
Teléfonos celulares y el parricida Chris Watts
Los teléfonos celulares se han convertido en el testigo favorito de los fiscales de las cortes, incluso mejor que el…
Leer más » -
Cuento
El cateador de nalgas
En el East Side, las nalgas te han tocado pequeñas, redondas, ajadas, musculosas, hacia Mid Town, cerca de la 42…
Leer más » -
Poesía
Haiku gratificacion diferida WTC
Haiku de cuatro patas / WTC / Quinientos voluntarios limpian escombros / en seis meses / pulmones, / bolsas de…
Leer más » -
Poesía
-
Poesía
Vagones del tiempo
Estoy en Grand Central Hay un tren de tres vagones El vagón donde fui El vagón donde voy El vagón…
Leer más » -
Sociedad
Subliminal urbano Queens-Manhattan
Semáforo Foco Letrero de neón Más focos Letrero con luz
Leer más » -
Literatura
La vuelta a Manhattan en 365 días: Jaque mate
Hoy en la mañana se me vino a la cabeza el tablero de ajedrez de mármol que compranos en nuestro…
Leer más » -
Poesía
La vuelta a Manhattan en 365 días: Especies
Una finlandesa que baila salsa Un cubano que hace tai chi Un chino que hace capoeira
Leer más » -
Poesía
Odio biológico
Odiame sin piedad yo te lo pido (con tetosterona) Odiame sin medida ni clemencia (con tetosterona)
Leer más » -
Poesía
-
Poesía
-