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La oposición en México, peor que los republicanos en Estados Unidos

El presidente de México Andrés Manuel López Obrador en conferencia de prensa / Wikimedia

No es nuevo, pero no lo teníamos tan claro como hasta ahora. El objetivo de Estados Unidos era controlar y saquear a México sin gastar una bala, para su beneficio. No le hace falta usar la fuerza, le sobran políticos cómplices en México.

El período neoliberal salvaje

Hablar de la corrupción entreguista del PRI, PAN y PRD es hablar de la historia reciente de México. Era algo tan frecuente y normal, que llegamos a pensar que era parte de nuestra cultura, como lo dijo el expresidente Enrique Peña Nieto en varias ocasiones.

Pero llegó el 2018 y millones de mexicanos votaron por el cambio. Y aunque la transformación no va a la velocidad que queremos y todavía hay mucho por hacer, decir que todo sigue igual y que el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es “más de lo mismo” en comparación con la oposición, es un despropósito, es injusto y nada más lejos de la verdad.

De entrada, podemos decir que nos quitaron la venda de los ojos y comprendimos claramente por qué de 1982 a 2018 (periodo neoliberal-salvaje) había más millonarios mexicanos en la revista Forbes, mientras se multiplicaban los mexicanos pobres, llegando a 60 millones.

Entendimos que no era casualidad u obra del destino el que nos desalojaran, nos asesinaran, nos desaparecieran o nos obligaran a irnos lejos de nuestra casa y nuestra familia, arriesgando nuestra vida hacia Estados Unidos, donde muchos murieron en el intento por cruzar la frontera y de los que lo lograron, muchos fueron encarcelados.

Comprendimos que la corrupción, el fraude, las injusticias y todos los cambios a la Constitución (más de 500) durante el periodo neoliberal-salvaje fue para debilitar al trabajador mexicano, ofrecer al corporativo nacional y extranjero mano de obra barata y pocos derechos laborales que daban vida a una esclavitud moderna.

Y no exagero al comparar la situación del trabajador mexicano con la esclavitud moderna. Solo hay que comparar el sueldo hasta el 2018 de 87 pesos diarios, el kilo de carne a 200 pesos, de tortilla a 20 y rentas de vivienda mensuales de 3000 pesos, cuando el sueldo mínimo promedio al mes era de 2,600 pesos.

Aumento al salario mínimo 2024 es obligatorio

Afortunadamente, hoy con la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador el sueldo mínimo subió a $7,200 mensuales. No obstante, aunque todavía hace falta mucho para que una familia con sueldo mínimo pueda vivir tranquilamente, los aumentos anuales de la presente administración han ayudado bastante, si los comparamos a los aumentos simbólicos que se realizaron en el período neoliberal-salvaje, siempre con la excusa de que se destaparía la inflación si se aumentaba el sueldo mínimo, algo que nunca sucedió con la actual administración.

Todo contra del trabajador

Recordemos que durante el neoliberalismo-salvaje no se incrementó el sueldo mínimo, pero lo que sí aumentó fue el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 10% a 16%, había «gasolinazos» (incremento de precios repentinos y en ocasiones mensuales), solo teníamos seis días de vacaciones al año, el subempleo se aprobó (de trabajadores sin derechos) y hasta la pensión les había sido robada (reducida a un 30%) a millones de trabajadores para obligarlos a seguir trabajando en edad de retiro.

Todo esto, en un país lleno de recursos naturales, incluyendo petróleo, gas, agua, playas, minas, tierra fértil e infinidad de minerales que muchos países no tienen. Fue gracias a esa complicidad de políticos rapaces y vendepatrias que privatizaban y permitían el saqueo de recursos, además de legalizar la explotación laboral de millones de mexicanos.

Todo en beneficio del trabajador

Por lo pronto, en este sexenio, además de haberse aumentado el salario mínimo, se incrementaron de seis a 12 días las vacaciones al año, se eliminó el subempleo (trabajo sin derechos), se está trabajando para reducir la semana laboral de 48 a 40 horas, y se acaba de aumentar la pensión para que los trabajadores puedan retirarse con más dignidad y, si se puede, con un promedio mensual equivalente al último sueldo con el que trabajaron.

Por si fuera poco, se sacaron a más de cinco millones de mexicanos de la pobreza, se incrementaron apoyos sociales a todos los niveles, y la economía avanzó en el escalafón mundial desbancando a España. El peso es la moneda más fuerte en comparación al dólar, no ha habido devaluaciones y se ha construido un gran número de obras de infraestructura como no se había hecho en los últimos 50 años.

¿Manipulados?

Si estos beneficios para el trabajador no nos dicen nada y todavía seguimos pensando que el actual sexenio es igual a los que gobernó la oposición, entonces no hay mucho que agregar.

Es un indicativo que tus posturas contra este gobierno van más allá de tu ideología y de querer el bienestar para México. Tu enojo se reduce a una actitud personal y posiblemente construida gracias a la diaria retórica negativa y en muchos casos siniestra contra Obrador, de los presentadores, supuestamente profesionales, en los medios masivos de comunicación en México. Que es un analfabeta funcional, que es un populachero, vulgar, indio de Macuspana, intento de dictador, que sus decisiones son caprichos suyos, es un imbécil, nos lleva al Comunismo, a vivir como Venezuela o Cuba, etc.

Se une MC y el Poder Judicial

No obstante, sabemos que hace falta mucho para alcanzar una sociedad más equitativa, pero no olvidemos que en la mayoría de los casos el PRI, PAN, PRD y ahora el Movimiento Ciudadano (MC), además del Poder Judicial, en este sexenio han votado en contra o se han opuesto a casi todas las medidas aprobadas a beneficio del trabajador mexicano.

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Es triste pero es verdad. El Poder Judicial está lleno de jueces de derecha y muy corruptos que, al igual que la oposición, protegen más los intereses de las corporaciones extranjeras que los intereses del pueblo.

Un ejemplo es la reforma energética, que aunque ya se aprobó por el Poder Legislativo, el Poder Judicial la detuvo, al igual que otras 74 leyes que en suma benefician al pueblo o al trabajador mexicano, pero que el Poder Judicial las ha suspendido, supuestamente por inconstitucionales, porque supuestamente violan el libre mercado o la competencia, entre otras excusas.

¿Peor que los republicanos en EEUU?

Es por eso que el mexicano común y corriente llama vendepatrias al Poder Judicial y a la oposición política en México, porque siempre se oponen a los beneficios del trabajador. Se oponen a la construcción de infraestructura como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, los aeropuertos de Santa Lucia y Tulum, el tren Interoceánico y el tren Interurbano, entre muchas otras obras que no solo abren oportunidades y dan trabajo, sino que construyen infraestructura para los nuevos retos y necesidades nacionales. Obras que devienen tanto en negocios, como en turismo, autosuficiencia, cambio climático e inversión para las actuales y las futuras generaciones.

Pero nada de eso le importa a esta oposición.  Le dijeron que no a todo lo que viniera de Morena (igual que los republicanos durante la presidencia de Obama), cuando ellos prácticamente no construyeron obras de infraestructura en 40 años, pero sí se robaban todo el dinero.

A diferencia de Estados Unidos, los partidos Republicano y Demócrata nunca votan en contra de los intereses del país; hay diferencias entre ellos, los dos son de derecha, uno más moderado y el otro más extremo, pero nunca ponen en riesgo la soberanía nacional.

Complicidad, saqueo y mano de obra barata

En México, la oposición y el Poder Judicial sirve de cómplice para que las corporaciones extranjeras controlen todos los recursos mexicanos y obtengan mano de obra barata. El objetivo es que estas trasnacionales mejoren sus ganancias,  no importa si es a costillas del trabajador mexicano. En otras palabras, no ven por el bienestar de México.

Otro ejemplo de la complicidad es la entrega de casi todo el petróleo y el gas, así como entregaron el campo y ahora hay que exportar maíz. Actualmente todavía hay que importar gasolina de Estados Unidos y otros productos que hasta antes de Salinas de Gortari (1988) permitían la autosuficiencia de la nación.

Es una pena que el PRI, PAN, PRD y MC sirvan de cómplices al corporativo extranjero y simplemente le hagan la tarea más fácil al saqueo y control de recursos que desde el siglo pasado Estados Unidos siempre ha buscado en México.

Una traición que viene de lejos

No olvidemos que esa actitud entreguista de la oposición política mexicana no es casual y cobra sentido, si la ligamos con las intenciones de controlar a México expresadas por el gobierno estadounidense en la carta de 1924, donde el exsecretario de Estado entregó a un dueño de medios impresos de la nación norteamericana.

Las consecuencias del neoliberalismo en México

En la misiva, el exsecretario de Estado explica que EEUU debe abandonar la idea de poner a un estadounidense en la presidencia de México. Es mejor llevar a ambiciosos mexicanos a las universidades estadounidenses donde sean educados con los valores, estilo de vida y respeto por el liderazgo de EEUU. Con el tiempo, estos jóvenes llegarán a la presidencia de México y será más fácil dominar al país sin gastar una bala.

Desafortunadamente, esa ha sido por muchas décadas nuestra realidad. Lo peor, es que muchos de esos líderes que han facilitado con sus leyes la entrega de la soberanía y recursos mexicanos a manos extranjeras no se han educado en Estados Unidos. Pero de todas formas, terminan entregando el país, a base de corrupción y dádivas.

Texto de la carta

Carta del secretario de Estado de Estados Unidos, Robert Lansing, dirigida a William Randolph Hearst en relación a la campaña de su cadena de periódicos para poner en la presidencia de México a un estadounidense y terminar con la Revolución Mexicana que amenazaba los intereses de las grandes corporaciones norteamericanas, principalmente petroleras.

“México es un país extraordinariamente fácil de dominar porque basta con controlar a un solo hombre: el presidente”, escribe Lansing, y congruentemente aconseja:

“Tenemos que abandonar la idea de poner en la Presidencia mexicana a un ciudadano estadounidense, ya que eso conduciría otra vez a la guerra. La solución necesita de más tiempo: debemos abrirle a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el respeto al liderazgo de Estados Unidos. México necesitará administradores competentes y con el tiempo esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la misma Presidencia. Y sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queramos y lo harán mejor y más radicalmente que lo que nosotros mismos podríamos haberlo hecho”.

Nota: Lansing renunció el 13 de febrero de 1920 al cargo de secretario de Estado del presidente Wilson, que había venido ocupando desde el 24 de junio de 1915, para incorporarse a la Mexican Petroleum Company del magnate Edward Doheny.

Autor

  • Agustin Duran

    Agustín Durán es un inmigrante que ha ejercido el periodismo en diferentes medios de Los Ángeles por 23 años y actualmente es editor de Metro de La Opinión. Es graduado de Ciencias de Comunicación en Ciudad de México y tiene una maestría en Comunicación Masiva de la universidad de Northridge. Es padre, esposo y es tan escéptico que no le cree ni a su madre cuando le dice ´te quiero´, se lo tiene que probar.

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