$2.8 millones para víctimas de ataque contra vendedores ambulantes de Los Ángeles
Un jurado dictaminó a favor de dos vendedores ambulantes que fueron atacados e insultados
Los incidentes contra vendedores de comida, que con sus carritos pueblan muchos rincones de la ciudad, son más frecuentes que lo que uno se imagina. Por eso una decisión judicial que castiga severamente la agresión adjudicando $2.8 millones de dólares a los damnificados, es un mensaje más que bienvenido para combatir estas manifestaciones de intolerancia.
El 18 de septiembre, un jurado de Van Nuys, California, encontró culpable a Daniel McGuire, un residente de Woodland Hills, California, por usar violencia, lenguaje racista e incluso un hacha contra dos vendedores ambulantes.
Los incidentes tuvieron lugar entre febrero y agosto de 2022 cuando McGuire en varias oportunidades acosó a dos vendedores de frutas que generalmente se apostaban con sus mercaderías en la intersección de Canoga Avenue y Dumetz Road, en Woodland Hills.
Un reino de terror
El “reino de terror” que creó McGuire, como se caracterizaron los hechos en los documentos de la acusación, comenzó en marzo cuando el hombre publicó un manifiesto racista que distribuyó en el vecindario y en el que se refería a los trabajadores como “extranjeros ilegales subamericanos”, “criminales empedernidos” y “cucarachas que hay que moler hasta convertirlas en tierra”.
Días después, McGuire “aterrorizó” a uno de ellos, Tomás Leocadio, a quien acosó e increpó con insultos racistas hasta que el vendedor atemorizado tuvo que retirarse del lugar. Y en agosto McGuire atacó con un hacha el puesto de frutas de otro vendedor, Jonathan Álvarez.
Además de encontrar culpable a McGuire por agresión, imposición intencional de angustia emocional y negligencia, el jurado también concluyó que había violado las leyes Ralph y Bane, dos leyes de derechos civiles de California que ofrecen protección contra el odio, la violencia y la intimidación.
«Este es un veredicto histórico para los vendedores ambulantes que refleja el apoyo de las comunidades a los vendedores y el rechazo al racismo, la intolerancia y el odio contra los vendedores ambulantes», dice un comunicado de los abogados de los trabajadores.
El jurado determinó que Álvarez debe recibir $1.57 millones de dólares y Leocadio $1.27 millones.
Muchos casos similares
Las estadísticas sugieren que las agresiones de McGuire no son un caso aislado.
De acuerdo a reportes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), entre 2010 y 2010 los crímenes contra los aproximadamente 10,000 vendedores ambulantes de la ciudad aumentaron nada menos que un 268%.
Hasta agosto de 2023, que son las últimas estadísticas disponibles, todo sugería que el número de incidentes contra los vendedores ambulantes iba a sobrepasar los 232 registrados en 2022.
Como ejemplo de la gravedad de la situación, en julio de ese año hubo 43 reportes de delitos contra los vendedores de Los Ángeles. Esta es la cifra mensual más alta desde 2010.
Pero las estadísticas no reflejan completamente el problema ya que muchas víctimas no denuncian hechos por temor. Algunos debido a su estatus migratorio. Otros por estar intimidados a presentarse en instituciones impersonales como un departamento de policía. También está el problema del idioma. Y, por otro lado, están los que temen represalias de las pandillas que controlan el vecindario y que obligan a los vendedores a pagar “impuestos”.
Uno de los barrios de Los Ángeles en el que los vendedores ambulantes están más afectados es el de Westlake, en las inmediaciones del MacArthur Park. Esta es un área pintoresca con un lago, familias inmigrantes y mucho comercio que atrae a vendedores. También se han reportado varios incidentes en Green Meadows y en Florence.
“No se tolerará la violencia actual contra los vendedores ambulantes”, dijo el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, al anunciar cargos contra un hombre que junto a otros había asaltado a un vendedor.
El dictamen de $2.8 millones contra Daniel McGuire es una señal clara que definitivamente no se tolerará ese tipo de conducta intolerante contra los vendedores ambulantes que ya son parte integral de las tradiciones comerciales y la cultura de Los Ángeles.
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Este recurso cuenta con el apoyo total o parcial de fondos proporcionados por el Estado de California, administrado por la California State Library en asociación con el California Department of Social Services y la California Commission on Asian and Pacific Islander American Affairs como parte del programa Stop the Hate. Para denunciar un incidente de odio o un delito de odio y obtener ayuda, visite CA vs Hate.
