Los nombres de muchas misiones, calles y ciudades son el vestigio de una cultura hispánica que dejó rastros indelebles de su presencia en Estados Unidos y que debido a un escaso reconocimiento por mucho tiempo cercano a la negación aprendió a convivir en dicotomía a fin de subsistir.
Los Ángeles, Santa Bárbara, San José, San Francisco, San Antonio, El Paso, San Luis y un sinfín más. Palabras originales del idioma español y pronunciadas aquí con acento inglés, dan nombre a una buena parte de la nomenclatura geopolítica del país.
Vestigios de una cultura
A la vez, constituyen marcas imborrables de un idioma y una cultura que han estado presentes en la cronología de esta nación y han ‘corrompido’ por el hecho mismo de coexistir la pureza de la lengua inglesa.
Estados Unidos, gran parte de cuyo territorio perteneció en una época al imperio español y posteriormente a la República Mexicana, contiene hoy un español hablado por más de 34 millones de sus habitantes1. El español, segundo idioma más común en este país, presenta un mosaico lingüístico en el que contribuyen la presencia hispánica original y los flujos de migraciones posteriores.
Carlos Fuentes2, quien ha dicho «no creo en la pureza, ni de las lenguas, ni de las costumbres, ni de nada. Vivimos en un mundo impuro, y eso es digno de celebrarse», sugiere así que la intermitente coincidencia del idioma español con el inglés permite la posibilidad del Spanglish como una lengua en construcción.
Origen del Spanglish
Los primeros indicios de la existencia y uso cotidiano de una amalgama entre los idiomas inglés y español en Estados Unidos surgen durante la primera mitad del siglo XIX, a raíz de la concurrencia de dos naciones, dos culturas y en ese momento, dos adversarios.
La inestabilidad política que caracterizaba la vida independiente de México, luego de la guerra que lo liberó de la Corona española [1810-1821], fue capitalizada por el interés expansionista de Estados Unidos, en una época en que la compra y la conquista era aún recursos para la adquisición de territorios por parte de las naciones imperialistas. El Tratado de Guadalupe Hidalgo3, decreta en 1848 la cesión de la mitad del territorio mexicano, los actuales estados de California, Arizona, Nevada y Utah y parte de Colorado, Nuevo México y Wyoming, para dar fin a la Guerra de Intervención estadounidense4. Cien mil mexicanos que quedaron del lado norte de la nueva frontera se convirtieron abruptamente en extranjeros en su propia tierra.
A ese desgarramiento sociopolítico y cultural le sigue una serie de eventos que se prolongan hacia el siglo XX, y que conceden una presencia pasiva pero finalmente viva del español en este país. Un español roto a la fuerza, dinámico, que tuvo que mutar y adaptarse a su universo inmediato que era una dimensión escrita, leída y hablada en inglés. Ahí comienza la fusión.
En ese flujo de sucesos históricos que permitieron al español quedarse aquí, se incluye la continua migración de campesinos que luego de los destrozos de la Revolución Mexicana [1910] se ven obligados a desplazarse a las actividades agrícolas en los campos estadounidenses [década de 1920]. Años más tarde, debido a la demanda de mano de obra por la participación estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, este flujo se formaliza entre los dos gobiernos con el convenio del Programa Bracero5 [1942-1964].
En este mismo periodo del siglo XX, los hijos de los campesinos que llegaron para las cosechas de temporada y que habían elegido quedarse de este lado, daban origen a la primera generación de mexicoamericanos. Nace así la cultura chicana donde adquiere mayor relevancia el cambio de código lingüístico y la mezcla de términos entre el español y el inglés.
Los Pachucos y su contribución a una lengua híbrida
Las versiones varían en cuanto al periodo exacto en que surge en los Estados Unidos el concepto de ‘Pachuco’, estereotipo que definía a un joven estadounidense de origen mexicano (chicano) que vestía ropa llamativa: un traje con pantalón muy holgado, pero ceñido en la cintura y en las pantorrillas, un saco largo con amplias solapas y anchos hombros acolchados; era el Zoot Suit6. Complemento del atuendo, un sombrero tipo italiano ocasionalmente adornado con una pluma y el toque singular lo daban largas cadenas a un costado del pantalón. Los zapatos eran bicolor estilo francés, generalmente en blanco y negro.
Buscando cohesión de grupo e inercia con el resto del mundo, los pachucos inventan y promueven su propio código de habla, un caló que hoy reconocemos como Spanglish.
Los pachuchos son en realidad la segunda generación de jóvenes mexicano-americanos que durante los años de la Segunda Guerra Mundial [1939-1945] vivían en los barrios orientales de Los Ángeles. Eran rebeldes, desarrollaron una lengua híbrida y con la creación de su propia música, se exaltaban a sí mismos como un grupo al que querían distinguir. Estaban muy arraigados a su barrio y tenían un código de honor en el que se incluía el respeto a la jerarquía dentro de su grupo y aunque algunos de ellos se mezclaban en actividad criminal, sus peleas eran de uno a uno.
Despreciados por todos y acusados frecuentemente por la policía de la ola de crímenes juveniles que azotaba la ciudad de Los Ángeles, ya para 1943, el rechazo hacia a los pachucos tuvo consecuencias violentas. Grupos de militares, marinos y civiles blancos, montados en taxis, iniciaban rutas de búsqueda callejera para atacar a los pachucos. Los golpeaban, desvestían y les cortaban el pelo.
Ya como grupo totalmente marginado, los pachucos servirían de inspiración a los movimientos chicanos de fines de los años 1960s, reivindicándolos como el primer grupo México-americano que optó por un estilo propio y que se rebeló no sólo contra el sistema estadounidense sino que también se desprendió de la tradición mexicana.
Pero los pachucos no eran sólo desacreditados de este lado de la frontera. Para Octavio Paz7, el pachuco es alguien que ‘ha perdido toda su herencia: lengua, religión, costumbres, creencias’, es una figura triste, grotesca, trágica y a la vez ridícula en busca de su identidad. Así lo plasmo en su ensayo «El pachuco y otros extremos», producto de la observación directa del tiempo que el escritor vivió en la ciudad de Los Ángeles.
No obstante, algunos investigadores sociales acusan que el retrato que Octavio Paz hace del pachuco es duro, cruel e incluso, injusto. Le incriminan no valorar su contribución a la nueva identidad del mexicano emigrado a los Estados Unidos, al contrario de lo que sucede ahora, con el reconocimiento a los pachucos por su lugar en la génesis del Spanglish.
Los pachucos como origen
En efecto, aunque algo similar ya sucedía a menor escala con la mezcla del lenguaje en Florida entre los inmigrantes cubanos y en Puerto Rico entre los boricuas; son los pachucos quienes dan origen al Spanglish como expresión y como arte lingüístico entre las dos fronteras, el llamado caló chicano, un argot que fusionó palabras y frases con el uso de terminología española, y adaptó creativamente palabras inglesas.
Ese caló del pachuco es retomado posteriormente por los llamados cholos y a menudo usado en el léxico de algunos latinos urbanos hasta la actualidad. Así, una tendencia propia de Los Ángeles, el estilo pachuco incluyendo su leguaje hibrido, se extendió hacia el sur hasta San Diego y a lo largo de la frontera hasta el estado de Texas, cruzando por el sur hacia México y estacionándose sobre todo en Tijuana y Ciudad Juárez.
Germán Valdés8, comediante mexicano mejor conocido como Tin-Tan, interpretó un sinnúmero de películas que daban vida al personaje del pachuco, basándose en la experiencia de los años vividos en la frontera de Juárez y Tijuana antes de triunfar en el cine nacional de México.
En su filmografía, Tin-Tan jugaba mucho con el lenguaje, mezclando palabras aisladas del inglés con el español, como hoy hacemos al usar el Spanglish. Así describía el fenómeno pachuco hace algunos años:
“La subcultura Pachuco disminuyó en los años 1960s y principios de los 1970s, debido a la recesión y la naturaleza cada vez más violenta de vida en la frontera pues sus cuadrillas México-estadounidenses adoptaron un uniforme de camisas de franela y khakis o pantalones de mezclilla holgados, y un paliacate en la frente y que representaba la imagen del obrero en los Estados Unidos; es así como surge el cholo evolución del Pachuco y es así como el Pachuco iba realmente muriendo.
Un hecho interesante es que el Zoot Suit se ha convertido en una opción popular de ropa formal para jóvenes latinos y rurales en vecindades pesadamente étnicas. Típicamente es llevado en una fiesta escolar o en algunos casos, en ceremonias de comienzo de universidad, bodas, bautizos, sobre todo en la frontera”.
A través de películas
Fue precisamente el lenguaje del pachuco, más común en la frontera norte que en el centro de México, lo que inmediatamente le gano simpatía a Tin Tan a través de sus películas. Igualmente, le atrajo severas críticas. El 4 de junio de 1944, el diario Novedades publica un ataque de José Vasconcelos9 al trabajo fílmico del cómico, refiriéndose a éste como el «pochismo lingüístico» de «espectáculos mediocres, cuando no vulgares».
«Las buenas escuelas primarias de Nuevo Laredo y Coahuila –escribió el llamado Maestro de la Juventud– y el esfuerzo de patriotas ilustrados han logrado contener el abuso de la jerigonza tintanesca. ¡Pero ahora ocurre que es la capital la que fomenta, aplaude y disfruta el pochismo!».
Salvador Novo10, en mejor actitud, respondió el 20 de junio en el mismo periódico: «los deturpadores de Tin Tan yerran el tiro. El buen señor es un efecto, no una causa, de una corrupción más grave que la simplemente lingüística. Nos molesta porque mientras Cantinflas es la subconsciencia de México, Tin Tan es su incómoda conciencia».
Desde entonces polémico, el Spanglish se ha mantenido en el debate de sociólogos, escritores, intelectuales, lingüistas y hasta políticos. De este lado de la frontera, donde las restricciones sobre la práctica del idioma español fueron característica de los años ‘50 y donde esas tendencias se prolongaron hasta años recientes con el movimiento “English Only”; la posterior aparición del Spanglish como una sublengua, hizo que el debate siga vigente.
Notas
1. “Selected Social Characteristics in the United States: 2007”. United States Census Bureau. Retrieved on 2008-10-09.
2.Carlos Fuentes. Escritor, ensayista y novelista mexicano, receptor de múltiples premios literarios y una de las figuras más destacadas en el México de finales del siglo XX. La Frontera de Cristal.
3. Tratado de Guadalupe Hidalgo.
4. Guerra de Intervención estadounidense.
5. Programa Bracero.
6. Zoot Suit.
7. Octavio Paz. Poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano, premio Nobel de Literatura (1990). El Laberinto de la Soledad
8. Germán Valdés. Actor, cantante y comediante mexicano que durante la época de oro de ese país se distinguió por dar vida en varios filmes al personaje de Pachuco, utilizando el caló que se caracterizó por la mezcla del español con léxico inglés.
9. José Vasconcelos. Escritor, filósofo y político mexicano. Uno de las personalidades más influyentes en el desarrollo del México moderno.
10. Salvador Novo. Escritor, poeta, traductor, presentador de televisión, dramaturgo, empresario y cronista de la Ciudad de México. Intelectual notable que influenció las percepciones populares de la política, los medios, las artes y la sociedad mexicana.
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