¿Kurt Cobain? El paso de la Prepa a la Universidad dio un inesperado giro a mi vida, insertándome una nueva persona con distintos gustos musicales, posturas ideológicas (esto fue una verdadera novedad) y hasta look.
Pat Benatar, Heart y Twisted Sister habían quedado en el rincón de la cafetería donde solíamos escuchar nuestros “cassettes” (¿se acuerdan?) en un viejo Boom Box.
La Ibero (mi Alma Mater) era otro rollo, lo supe desde el primer día que puse un pie en la universidad y a la entrada era recibida al igual que el resto de los estudiantes por un lema que tardaría mucho en comprender: La Verdad Nos Hará Libres”.
No uniformes, por lo menos no los autorizados por la SEP, la gente caminaba como si supiera a donde iban (aunque no tuviese ni la mas pálida idea), y usaban palabras que en la Prepa, solo las utilizaría alguien buscando como mínimo ser súbitamente arrojado al basurero. Eso lo vi muchas veces, y siempre ocurría a los mismos: los mejor peinados y más limpios, que acostumbraban utilizar coloquialmente términos como: Sin embargo, Desde Luego, Perdón, con Permiso y Coloquialmente.
Algunos estudiantes se habían tomado sabáticos para estudiar francés o italiano, y muchos a diferencia de Moi, conocían por lo menos un país europeo. Posdata: nada mejor para el aprovechamiento escolar, que tener en tu clase a un chico mayor, que hable francés, OH la la!
Por otro lado, mi franco ateismo se entretenía con las clases que impartían algunos Jesuitas, y en algún momento mi falta de Dios se vio seriamente comprometida por una versión más callejera de teología de la liberación, la que solíamos discutir con uno que otro padre-jesuita-hippie-mediofacundocabral-buena onda.
En la Ibero conocí al hombre de mi vida, pero gracias a él, me enamoré de Kurt Cobain y gracias a Kurt Cobain conocí el Iguana’s.
El Iguana’s
Poca gente sabe que Nirvana dio conciertos en dos ocasiones en Tijuana (Febrero de 1990 y Octubre de 1991), pues poca gente de Tijuana tenía acceso a las entradas de ese lugar, a pesar de encontrarse en un conocido y hoy venido a menos centro comercial…. en “territorio mexicano”. Hay quien asegura la existencia de un pacto macabro y racista entre los propietarios del lugar y el promotor de los conciertos, consistente en no hacer publicidad ni vender entradas de “lado mexicano”
¿La razón? Mito o realidad según un amigo de la escuela, hijo de un empleado en las oficinas centrales desde las que se administraba el Iguana’s, los “dueños” habían decidido junto con el promotor, mantener el centro de espectáculos como el secreto mejor guardado a los locales”, motivados principalmente por prejuicios basados en una total ignorancia de los gustos y actividades de la juventud tijuanense, pero sobre todo por un profundo desdén:
- “La gente de Tijuana no sabe nada de esta música” (en referencia al Grunch)
- “Si empezamos a mezclarlos con los gringos va a ver pleitos” (claro que en su mentalidad de chorlito empresarial los pleitos eran iniciados por nosotros los norteñitos, y nunca por los bien portados gringuitos).
Lo que no sabían los “Pirrurris del Iguanas” es que la estación de radio más escuchada por la juventud tijuanense era precisamente aquella de San Diego CA, donde solían anunciarse los conciertos: “91X The Cutting Edge of Rock” .
Sin embargo para los tijuanenses representaba una tremenda desventaja el tener que desplazarse hasta San Diego, a conseguir entradas, sobre todo porque la capacidad del lugar era para 1500 personas, así que la probabilidad de encontrar boletos para este tipo de eventos era minúscula,
Por el hijo del empleado conseguimos entradas para el concierto de Nirvana, y después por nuestra cuenta obteníamos información directamente de la gente del promotor, con quienes hicimos amistad en otros conciertos pequeños que ellos mismos producían en distintos sitios de San Diego. Gracias a este valiosísimo contacto pudimos ver a memorables bandas de la época como: Dinosaur Jr, Soundgardern, Pearl Jam, Ned’s Atomic Dustbin, PIL (Johnny Rotten), the Cramps, Social Distortion, Bad Religion, Ice Tea & Body Count, y una lista interminable tanto de famosos como one hit wonders de los 90’s, incluyendo al primogénito de John Lennon, “Julian”.
Where do the bad folks go when they died?
El 24 de octubre de 1991, Kurt Cobain, Kris Novoselic y Dave Grohl, por segunda vez en 18 meses, reinventaban el escenario del Iguana’s. La diferencia es que en este concierto estrenaban el álbum más vendido en la historia de la Banda: Nevermind, recién salido del estudio el mes anterior (Septiembre),
Dudo mucho que ese otoñal sábado los integrantes de Nirvana imaginaran si quiera que su estado de “indiferente social” con guitarra y buenas rolas, se vería agredido por la fama endemoniada que en tan solo un par de semanas iban a alcanzar, ya que Smells like Teen Spirit llevaba de la mano a Nevermind en una desenfrenada carrera hacia el primer lugar de Billboard, y en Enero de 1992 desbancaría a la última gloria de Michael Jackson ‘Dangerous”, siendo la primer trasgresión de la escena underground al mainstream musical.
Ni nosotros, el iluso público de poco más de 1500 personas, pudimos imaginarnos que este concierto sería único e irrepetible, ya que nadie volvería a ver a Nirvana en un concierto y en un lugar tan pequeño, al menos no en esta área del mundo. El siguiente concierto de Nirvana en la región, fue ante 12,500 personas, en el Sports Arena de San Diego (1992).
No tengo memoria exacta de los eventos de esa noche: llegamos tarde, y solo pude escuchar dos canciones de Hole, lo suficiente para aborrecer automáticamente y por el resto de mis días a Courtney Love, la vocalista y futura esposa-heredera de Kurt Cobain. Hole y la banda de San Francisco Sister Double Happiness, abrían esa noche.
Después aparecía Nirvana, y ahí, en un segundo, como por arte de magia, el tiempo se detuvo y por una hora y pico mi atención quedó clavada en los ojos más tristes del mundo. Los de Kurt.
Otras imágenes que tengo frescas en la memoria, son: la masa humana inmersa en un violento y a la vez fraternal SLAM que inició con los primero acordes de Smells like Teen Spirit. Gente súbitamente abandonando sus cervezas o su lugar en la concurrida Barra para unirse a la danza de una nueva generación que adoptaría la voz de Kurt como propia, parafraseando su propia condición humana y su ira, su actitud contra todo lo que estaba mal desde el principio y empezaba con el maltrato, el abandono y el desdén de todo lo que era personal y privado.
Nunca me imaginaría que un poco menos de 4 años después de esa gran noche, llegaría a la Ibero a recibir la peor noticia: Kurt Cobain está muerto, dicen que se suicidó. Fueron las palabras que le escuché al ya entonces exnovio, sin que me lo dijera directamente (porque para esas fechas teníamos más de dos años sin pelarnos), sino que casualmente pasé a su lado justo cuando se le escapaba de los labios la más triste historia de nuestra generación.
No fui a clase, me fui directo al baño y lloré, lloré muchísimo porque con la vida de Kurt, se desvanecía toda una época en la que había sido muy feliz, y con la que a través de la música (su música) había descubierto una libertad que incomodaba, una libertad que solo se logra a través de la verdad.
Cuando salí del baño pude ver en la cara de muchos, rastros de profunda tristeza y evidencia de que para algunos finalmente el lema de nuestro Alma Mater tomaba sentido.
Esta semana Kurt Cobain cumpliría 43 años (Long Live Kurt Cobain)
Regalito
Para los incrédulos y flojos de la navegación en Internet, he aquí imágenes del 1er concierto de Nirvana en Tijuana en 1990.
https://www.youtube.com/watch?v=_LfNiIjtAZI