Jovenes artistas del Hip hop palestino en Merced (California)
Los árabes, como los latinos y otros grupos étnicos, no gozan de popularidad en los medios de comunicación de Estados Unidos. Los medios influyen así en la percepción de la población respecto a estas étnias y, en consecuencia, genera comportamientos contrarios a personas «de color» o de inmigrantes.
La palabra «medios» incluye Hollywood. «De cada mil películas donde hay personajes árabes o musulmanes, en solo 12 hay una imagen positiva», dice Jackie Salloum, una artista plástica nacida en Michigan, de origen sirio y palestino, quien editó un video («Planet of the Arabs«, 2006) con segmentos de filmes donde se puede constatar esa tendencia negativa.
Motivada por la reacción lograda por el video, Salloum empezó a trabajar en un filme.
«Un día escuché por radio música hip hop de Palestina y me intersó saber más de este movimiento desconocido aquí», explicó Salloum, durante su visita a la ciudad de Merced, el pasado 23 de mayo.
En 2003 viajó al West Bank y a Israel, donde conoció a varios artistas palestinos de hip hop. Decidió extender su visita a la Franja de Gaza para contactar otros artistas. Pero esta experiencia no fue fácil.
«Los palestinos están divididos en distintos sectores y para entrar a Gaza hay que pedir permiso a los israelíes, quienes controlan todo», comentó Salloum. «Debido a la ocupación de sus tierras, los palestinos no pueden comunicarse entre sí».
Esta realidad se expresa en el arte joven palestino. «Cantan sobre la vida diaria, los amigos que mueren, los encarcelamientos, la falta de apoyo de los paises árabes a Palestina…»
Salloum es inquieta, de mirada firme y sonriente. Cuando decidió empezar la filmación de «Slingshot Hip Hop» no sabía mucho de cine. Con poco dinero, se lanzó a una aventura que le tomaría casi cuatro años. «Conseguimos cámaras prestadas y cuando viajábamos a zonas palestinas vivíamos en casas de amigos o familiares».
El filme, de carácter documental, expone la vida de artistas jóvenes del hip hop palestino y su lucha diaria por expresarse, hacer oir su música. Un grupo de ellos, residentes en Gaza, quieren participar de un concierto en otra zona palestina pero los israelíes les niegan el permiso de salida.
Las imágenes de las interminables líneas de personas esperando para cruzar a Israel, la destrucción de sus casas y de los medios agrícolas de sustento impactan al espectador.
«¿Es un filme politico? Todo lo que trate de Palestina es politico», dice convencida Salloum.
La película documental «Slingshot Hip Hop» se exhibió en numerosos festivales, incluyendo Sundance, Beirut, Dubai, Amsterdam y otros. A mediados de mayo 2009, el incipiente festival de cine de Merced, California, «Herencia y Esperanza», organizado por el Festival Tamejavi y la Universidad de Merced, presentó el filme «Slingshot Hip Hop» y contó además con la presencia de la directora, Jackie Salloum y la cantante Abeer.
Abeer
Entre los artistas del filme «Slingshot Hip Hop» («Resortera del hip hop»), destaca Abeer (pronúnciese ‘Abíir»), una de las pocas mujeres que forma parte del movimiento musical joven palestino.
«Conocí a Jackie a raíz de la película», comenta Abeer, de 25 años. Y agrega que se interesó por el proyecto y decidió participar en el filme.
«Desde niña supe que quería dedicarme a la música», explica con voz calma. Abeer tiene una apariencia algo frágil, pero su mirada es firme y su mensaje, claro. «Al principo me decían que no hiciera esto o aquello porque soy mujer… Una mujer palestina en Israel».
Pero esto no la detendría. Decidió seguir los pasos que ella consideraba eran necesarios.
«Las letras de mis canciones son sobre los derechos de las mujeres. Yo misma tuve que romper varias barreras para seguir con mi vocación», explica.
La joven cantante agrega que, como palestina, se opone a cualquier ocupación de un país por otro. Los palestinos carecen de una industria propia del espectáculo, pore so deben hacerlo todo ellos mismos cuando deciden organizar conciertos. «No tenemos control sobre los medios de comunicación, por lo tanto es difícil promocionar nuetro arte».
Abeer reside actualmente en Estados Unidos, donde quiere insertarse en el movimiento hip hop, pero sabe que por los temas de sus canciones no llegará a los grandes medios de diffusion, situación que no le preocupa.
«Quisiera viajar, conocer otras sociedades», dice con una sonrisa amplia. Y luego agrega, con un todo más sobrio, «mi sueño es cantar en Jerusalem».
Abeer afirma que a pesar de vivir en Israel, en su documentación está identificada como palestina, por lo que es casi siempre sometida a revisión y controles adicionales cuando viaja.
Explica además que precisamente por tener documentación israelí, no puede viajar a otros países árabes, lo que demuestra la complejidad politico-social de esa zona del mundo.
«En los países árabes el movimiento hip hop está creciendo a pesar de las dificultades«, dice Abeer.
Pero la voluntad, perseverancia y creatividad de artistas como ella contribuirán a derrumbar los muros de la intolerancia.
Video sobre la música hip hop palestina
Y su aceptación por parte de jóvenes israelíes en Tel Aviv.