Los republicanos quieren recortar Medicaid (MediCal) para repartirse el dinero
El sábado pasado, el Presidente Donald Trump firmó el proyecto de ley de financiación gubernamental por seis meses aprobado el día anterior por el Congreso.
Fue el resultado de varias semanas de forcejeos entre las versiones del Senado y de la Cámara de Representantes, en ambos casos confeccionadas por los congresistas republicanos, que no permitieron la participación de los demócratas.
La resolución sólo postergó la votación por los recortes impuestos por Elon Musk, favorecidos por la mayoría de los representantes republicanos y pregonados por Trump.
Se trata de un plan presupuestario draconiano, aprobado el 25 de febrero por la Cámara de Representantes por 217 a 215 que entre otras medidas llevará a gigantescos recortes de Medicaid (MediCal en California) de hasta $880,000 millones en una década.
Estos recortes, de ser finalmente aprobados, perjudicarán directamente a los estadounidenses de bajos ingresos, y especialmente a los latinos.
Medicaid (MediCal) es el programa nacional de atención médica, como explica su sitio, “para personas de bajos ingresos, incluidas familias con niños, personas mayores, personas con discapacidades, hogares de acogida, mujeres embarazadas y personas de bajos ingresos con enfermedades específicas”.
Es financiado por partes iguales por el gobierno federal y los estados, contrariamente a otra mentira difundida por Robert Kennedy, el nuevo secretario de Salud Pública, quien afirmó que es totalmente pagado por Washington.
Beneficia al 20% de la población del país, unas 79 millones de personas.
Una vez más, quienes votaron por la propuesta y justificaron su aprobación se encargaron de difundir información falsa sobre el presunto abuso por parte de la población hispana, especialmente los inmigrantes, alegando que muchos de los beneficiarios no trabajan y que su proporción es mayor que su lugar en la población.
En el frenesí de la administración Trump por recortar gastos para de esa manera pagar por los recortes impositivos a los más pudientes, difunden acusaciones de que los “ilegales”reciben esta ayuda del gobierno. No es cierto.
Los inmigrantes indocumentados no son elegibles para Medicaid. Catorce estados y el Distrito de Columbia brindan cobertura o asistencia a ciertos grupos de inmigrantes indocumentados, como niños y mujeres embarazadas. Y lo pagan ellos, no los federales.
En septiembre pasado, durante la campaña electoral que lo llevó a la Casa Blanca, el hoy vicepresidente J.D. Vance afirmó falsamente que: «Les aseguro que es un problema de inmigración, porque estamos llevando a la quiebra a muchos hospitales al obligarlos a brindar atención a personas que no tienen derecho legal a estar en nuestro país».
Vance quizás se refería a la regla de Medicaid de emergencia, que reembolsa a los hospitales por atender personas que no califican, como los inmigrantes. Pero su aseveración es falsa, porque el Medicaid de Emergencia solo representa el 0.4% del presupuesto total de Medicaid.
Un reciente informe de Kaiser Health News y FactChequeado aclara que dos de cada tres latinos que reciben Medicaid trabajan; que su proporción entre los beneficiarios – 28% – es menor que la de los blancos – 42%, que solo el 6% de los latinos permanecen en el programa por décadas, tratándose de personas con discapacidades.
Finalmente, y quizás de mayor importancia, el estudio establece que los inmigrantes latinos no usan significativamente más servicios de Medicaid que otros grupos. Esto se debe, entre otros motivos, a su temor al reinicio de la regla de carga pública, establecida por Trump durante su primer gobierno, que hace más difícil que un inmigrante reciba una tarjeta verde o una visa de residencia permanente, si usa beneficios de salud y nutrición. La regla fue rescindida por Biden, pero muchos latinos se abstienen de usar los servicios aún cuando son elegibles por temor a la persecución por parte del gobierno Trump.
Como establece un análisis del Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas publicado este lunes, “algunas de estas propuestas reducirán directa e inmediatamente el número de personas que reciben Medicaid, lo que permite ahorrar dinero. Algunas políticas se centran en la expansión de Medicaid de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) y lograrían muchos de los mismos objetivos que la derogación de la ACA”, refiriéndose a Obamacare.
El objetivo de los republicanos es lograr los mismos objetivos de la ley de 2017 que anularía Obamacare y que no fue aprobada gracias al voto en contra del Senador republicano John McCain. Lo harán de a poco, sin reconocerlo, mintiendo abiertamente y regocijándose.
El gobierno de Trump-Musk culpa a los inmigrantes de los problemas de la atención médica y al mismo tiempo recorta los presupuestos que ayudan a la población general más necesitada. Nada más cínico. Si finalmente lo logra será un duro golpe para la salud de millones de estadounidenses, muchos de los cuales votaron por Trump.