Vuelve el fantasma del choque de trenes
Los abogados que representan a víctimas del choque de trenes en Chatsworth del 12 de septiembre pasado renovaron su esfuerzo para conseguir una indemnización millonaria por parte de la empresa Metrolink, donde viajaban los 25 pasajeros que fallecieron y las decenas que resultaban heridas.
Para ello, convocaron a una conferencia de prensa en la que alegaron que la empresa contratista de personal sabía que Robert Sánchez, el conductor del tren de pasajeros utilizaba su teléfono celular para enviar mensajes de texto durante los viajes, y no hizo nada para impedirlo.
Con ello tratan los abogados de demostrar que en Metrolink existía una cultura de indiferencia hacia todo lo que no fuese el lucro. Por ello y por otras cosas, la empresa es aún más responsable de la matanza y debe pagar por ello.
¿Recuerdan el accidente? ¿Recuerdan la sorpresa de todos cuando Metrolink, quizás al día siguiente, declaró que suya era la responsabilidad? ¿Y que, pocos días después, la empresa obligó a su portavoz a dimitir por haber hecho tamaña declaración? ¿Y que poco a poco, la acusación se fue enderezando y apuntando al único que ya no puede pagar, al que no tendría con que pagarlo, quien no puede contestar y quien tiene la culpa.
Ahora sabemos por qué lo hicieron.
Y también que Sánchez, que murió en el accidente mientras aparentemente enviaba mensajes de texto a unos adolescentes que eran sus únicos amigos, no fue el único responsable.