Cuatro versos y un poema sobre la melancolía
Entre el deseo y la ausencia
canta la melancolía,
intérprete dolorosa
de lóbregas armonías.
Entre el deseo y la ausencia
canta la melancolía,
a lo que no existe y a lo que desea,
al mortuorio pasado,
a la estúpida utopía.
Entre el deseo y la ausencia
canta la melancolía
a los silencios cotidianos,
a las burlas de la vida.
Entre el deseo y la ausencia
todo es melancolía,
por tanto que se amó, tanto…
tanto que no se olvida.
***
Quédate ahí flotando
Para la noche, cuando la vida es tragada por una bestia invisible
Mis ojos dejan de ver, abiertos, la luz de la realidad
Y sueño despierto con el jirón de tu falda y tus manos carcomidas por el tiempo
Con una figura de estambre plateado que aparece en medio de la oscuridad
Es tu silueta de carne luminosa que ondea entre abismos
Donde nada es cierto salvo la fe y la soledad
Es tu mirada invisible
Tu sonrisa silenciosa
Tu compañía que no se toca y apenas se siente como una brisa de tu aliento en la cara
Tu olor a calle y cocina
Y esta quietud infame que me hace esperarte, cuando nada de tu cuerpo está
Quédate ahí flotando entre imaginaciones
Sostenida por la desesperación, por la impotencia, por el amor muerto, de un muerto, amor
Mírame un poco, miedoso, terriblemente ansioso
Parco, deprimido, con el gesto de asesino y las manos de un cobarde
Piel de tu hijo marchito
Un perro perdido que aún ciego y rendido, no sabe olvidarte
Y quiere que vuelvas. Que te quedes
Aun oculta en la noche
Aún muerta
O sin vida
O por mi culpa, sin paz
Four verses and a poem on melancholy
Between desire and absence
melancholy sings,
painful interpreter
of mournful harmonies.
Between desire and absence
melancholy sings
to what does not exist
to what it desires,
to the stupid utopia,
to the mortuary past.
Between desire and absence
melancholy sings
to the daily silences,
to the mockery of life.
Between desire and absence
all is melancholy,
for so much that was loved
so much…
stays in memory.
Stay there floating
For the night
For the night, when life is swallowed by an invisible beast,
My eyes cease to see,
open, the light of reality;
And I dream awake with the shred of your skirt
and your hands eaten away by time,
With a figure of silver worsted
that appears in the middle of the dark sky.
It is your silhouette of luminous flesh
that waves between abysses
Where nothing is certain
but faith and loneliness.
It is your invisible gaze,
Your silent smile,
Your company that is untouched and barely felt as a breeze
of your breath on my face,
Your smell of street and kitchen,
And this infamous stillness
that makes me wait,
when nothing of your body is.
Stay there floating between imaginations,
Held by despair, by impotence,
by the dead love, of a dead, love.
Look at me a little,
fearful,
terribly anxious,
parched,
depressed,
with the gesture of a murderer
and the hands of the distressed.
Skin of your withered son,
A lost dog that still blind and surrendered,
doesn’t know how to forget you.
and wants you to come back.
That you stay,
Still hidden in the night,
Still dead,
Or lifeless,
For my fault,
restless.