Ulises entre sirenas, diosas e inframundo
Desde las sirenas que podían enloquecer hasta matar a los hombres que escuchan su canto, pasando por el secuestro de manos de la diosa Calipso, hasta la visita al Inframundo, plagado de espectros, la Odisea nos muestra a Ulises marcado por un destino lleno de contrariedades, a las que logra sortear gracia a la ayuda de los dioses.
La Odisea
Es un poema épico griego, compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero, que narra el regreso de Ulises a Ítaca de la que era rey, luego de veinte años, diez de batalla y diez de un complicado viaje.
En su palacio lo espera su esposa Penélope, que es asediada por candidatos al trono, suponiendo la muerte de Ulises. El texto se compone de tres partes: Telémaco, Regreso y Venganza.
Sirenas
Ulises debió atravesar el mar, gobernado por Poseidón y sus sirenas, que residían cerca de la actual Sicilia. Algunas eran ninfas, con cuerpo de ave y rostro de mujer, otras eran peces, con medio cuerpo de mujer. Según la mitología las sirenas poseían una voz sensual, que enloquecía a los marineros, al punto de perecer en las aguas cuando escuchaban sus seductores cantos.
Por esto Ulises ordenó cubrir de cera los oídos de los tripulantes pero él, que deseaba oír sus celestiales cantos, exigió que lo ataran al mástil de pies y manos. Gracias a esto la embarcación logro cruzar frente a la isla y Ulises fue el primero en oír a las sirenas sin perder la vida.
Calipso
La diosa Calipso vivía en soledad en su isla Ogigia. La llegada de Ulises, solo y desesperado, conmovió a la diosa que se enamoró rápidamente de él, dejándolo cautivo (secuestrado) en su isla por siete años. Ulises agradeció el amor de Calipso, pero deseaba volver a los brazos de Penélope y a su reino. Lo consiguió solo con la intervención del dios todopoderoso Zeus y de Atenea, diosa de la sabiduría y la justicia.
Inframundo
Luego de un largo viaje de regreso, el héroe griego quería saber si aún regresaría a Ítaca. Para ello, consultó a la hechicera Circe, quien le dijo para conseguirlo debería emular a Orfeo, Hércules y Eneas, ingresando al inframundo gobernado por Hades. Allí era donde residía Tiresia, un anciano que vivía en el averno. Desesperado, suplica a los dioses el permiso para llegar a las puertas del infierno, sin ser devorado por Cancerbero (perro de tres cabezas que cuida las puertas del infierno).
Una vez allí y, gracias al barquero Caronte, logra cruzar la laguna Estrige. Es recibido por un grupo de sombras silenciosas, logrando identificar entre ellas a su madre, Anticlea, y a otros generales que combatieron a su lado como Agamenón, Áyax, Patroclo y Aquiles. Pese a las glorias pasadas, estos se habían convertido en espectros, almas errantes, que ni siquiera podían rememorar su vida anterior.
Cuando logra encontrar a Tiresias, este apunta su mano hacia arriba, diciendo: “Regresa a Ítaca y enfréntate a aquellos que pretenden usurpar tu trono y desposar a tu mujer”. Ulises obedece al anciano y al marcharse se despide de su madre y sus compañeros de batalla.
Enseñanzas
Homero en la Odisea nos muestra la lucha, la fidelidad, la sensualidad, el dolor, el coraje, señalando que nada es eterno. Los héroes de hoy serán sombras espectrales y tanto la gloria como la riqueza son pasajeras.