Un argentino en Cuba (Parte 4)

Parte 4: Cooperativa de Crédito y Servicios Ramón Balboa:
Una muestra de las formas de trabajo de la Revolución Cubana.

Los métodos de organización cooperativa han sido para la Cuba revolucionaria -especialmente durante el período especial post caída de la URSS- un recurso productivo estratégico, puesto a superar la grave situación social que afectó a los isleños durante los noventa. Hoy son protagonistas del crecimiento y diversificación del agro, a fuerza de mano de obra intensiva y organización planificada del Estado. En este marco visitamos la Cooperativa Ramón Balboa, del Municipio de Cabayguán, con 317 socios (73 mujeres) y 1632 hectáreas, que puede servir como una muestra del progreso económico agrario cubano.

Una producción diversificada

El renglón más importante de su producción se orienta hacia el tabaco de exportación. Un cultivo que distingue a Cuba como productor de los mejores cigarros del mundo, los que se comercializan -entre otras- bajo la famosa marca Cohiba. Pero además produce frutas, cereales y hortalizas para consumo popular, como boñato, yuca, maranga, maíz y frijoles; miel de abejas y propóleo para exportación. También abarca todo el renglón de carnes: vacuna, aviar, caprina, ovina y porcina.

Objetivos de los productores

En el encuentro que celebra con los brigadistas, la Dirección de la cooperativa informa sobre los objetivos de los productores asociados:
1. Contribuir con el Estado brindando producción de calidad y a precios bajos para el consumidor cubano.
2. Exportar para fortalecer la economía.

El circuito comercial que siguen los productos es parte de una tipología tradicional en los sistemas planificados. El productor le vende a la Cooperativa y ésta al Estado que luego exporta o abastece el mercado interno. Los precios, en toda la cadena, son fijados por el Estado, según época del año y condiciones internacionales.

La Cooperativa «Ramón Balboa» posee un Banco de Crédito que ofrece dinero al productor para todo tipo de mejoras: cercado, mejoras en el pedigree de los planteles, tecnología de semillas y abonos, incorporación de maquinaria. Los créditos pagan un interés anual del 4%.

El trabajo es un derecho y una obligación

Los cooperativistas cubanos expresan ideas que prima facie aparecerían como retrógadas, dado el progreso tecnológico actual, al afirmar el valor del trabajo manual y de la maquinaria a tracción animal que -nos expresan- contribuye al equilibrio ecológico.

Pero para comprenderlos debemos necesariamente despojarnos de nuestra lógica capitalista y eficientista. Para Cuba, el trabajo es un derecho humano y una obligación para con la comunidad. Los cubanos eligen hacerlo de esta manera, aún a sabiendas de que renuncian a unos mayores niveles de producción, a cambio de asegurar trabajo. No obstante, reconocen que llevados por la necesidad, recurren en oportunidades precisas a la tecnología, como es el caso de las cosechadoras para los granos y el arroz. Por otra parte en Cuba juega un papel decisivo el bloqueo impuesto por EEUU hace medio siglo: el ingreso de maquinarias es casi nulo. De cada 100 tractores, unos pocos son modernos, tal vez menos de 10. Toda la agricultura de frutas, verduras y hortalizas se hace con herramientas simples y mucha mano de obra.

La utilización de agroquímicos

¿Se usan agroquímicos en Cuba? Lo que primero surge de nuestra conversación con funcionarios y agricultores es el hecho de que el bloqueo impide el libre ingreso de agroquímicos y que seguir el tortuoso camino de triangular compras con otros estados resulta demasiado caro y lento, ya que lo que Cuba recibe desde el exterior nunca proviene directamente de una empresa.

Según informa los cooperativistas, los cultivos en los que se usan productos químicos son la caña y el tabaco, pero estos agroquímicos son de fabricación local. Para el resto de los cultivos, de ser necesario se usan abonos orgánicos y lombricultura.

Mitos

Los prejuicios occidentales mueven muchas veces a la persistencia de creencias que, sobre el terreno, se demuestran erradas y una de ellas es el régimen de propiedad de la tierra. La suposición de que el Estado Cubano es el único dueño de la tierra es de uso corriente entre muchas personas desinformadas. Un ejemplo son las fincas de esta Cooperativa, cuya propiedad pertenece a cada socio. De hecho, el estado conserva la potestad de expropiar con fines de utilidad pública, como sucede en cualquier país del mundo.

El trabajo dentro de las fincas puede ser ejecutado por el dueño y su familia y también por personal contratado. Para ellos, el estado garantiza el salario, las cargas sociales y las condiciones de trabajo que deben ser cumplidas por el contratante. El salario del peón rural oscila entre los 80 y 100 pesos cubanos por día.

Cada socio adquiere con la Cooperativa obligaciones en cuanto a la cuota de producción. Si hay incumplimientos, la Asamblea de Socios determina las sanciones. Estas son: 1ra instancia: llamada de atención; 2da instancia: alerta; 3ra instancia: suspensión de la condición de socio. Nunca se ha llegado en esta Cooperativa más allá de la 2da instancia.

Planificación estatal

El acceso a la tierra está planificado por el Estado. Si un cubano desea adquirir tierra para cultivo debe reunir una serie de condiciones que le fija el Ministerio de Agricultura, lo que implica la posesión de una cierta capacidad inicial para producir. Presentado el proyecto, el Ministerio lo estudia y en caso de otorgarlo el nuevo propietario puede pasar a formar parte de la cooperativa.

Fundada en 1961, la Cooperativa de Crédito y Servicios Ramón Balboa ha crecido al compás del desarrollo de la Revolución y de los cambios que marcó cada momento histórico. Sus ganancias actualmente alcanzan al 3% del valor bruto de la producción; un 5% es captado por el Estado Nacional y el resto se distribuye entre los socios y sus empleados.

Economía mixta

Estas formas de producción y trabajo ubican a Cuba en un estadio intermedio entre el estatismo extremo comunista y la libre iniciativa privada del capitalismo. Las Cooperativas de Trabajo y Producción se constituyen así en una particular avenida intermedia que, sin renunciar nunca a una presencia permanente y decisoria del estado, abre corrientes originales y “cubanas” de estímulo a la actividad privada y a la ganancia individual controlada.

Cuba camina, a pesar del ahogo imperial. Cuenta con el trabajo tesonero y pacífico de sus brazos, los planeamientos estatales según las necesidades prioritarias y la dirección de la Asamblea Nacional del Poder Popular en lo estratégico y del gobierno en lo instrumental.

Así ha sobrevivido al bloqueo más cruel y prolongado que sobre la economía de un país haya establecido nunca lo que ellos llaman El Imperio.

Autor

  • David Metral

    Nació en Villa María, Córdoba, Argentina, en 1953. Es profesor de Historia recibido en la Universidad Nacional de Córdoba. Alterna sus vocaciones entre los estudios históricos, el teatro y la literatura. Es actor desde los 17 años. Protagonizó más de cuarenta obras teatrales y la miniserie televisiva EDÉN. Obtuvo el Premio Trinidad Guevara (1981) y participó en festivales nacionales e internacionales, entre ellos: El Festival Cervantino (Guanajuato, México, 1983) y el Festival de Caracas (Caracas, Venezuela,1983). Sus notas de análisis político e investigación histórica han aparecido en diversos medios. En 2010 publicó, en colaboración con Jorge Piva, el ensayo epistolar "De Kirchner a Perón, ida y vuelta".

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