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El drama de los niños separados de sus padres en la frontera continúa 

La separación de famlias, durante la administración del presidente Donald Trump – por la que miles de niños fueron arrancados de sus padres y centenares aún no fueron localizados – fue solo posible por la intensidad del odio que el mandatario y el ala MAGA del partido Republicano sentían y sienten contra los inmigrantes en general y los indocumentados en particular. Un odio que no se ha extinguido. Un maldad de la que no se han arrepentido.

Así fue como se desencadenó esa persecución y sus secuelas hasta el día de hoy, cuando el drama de los niños arrancados de los brazos de sus padres no acaba.

Aún pueden registrarse

Si a usted, entre enero de 2018 y enero de 2022 lo separaron de su hijo, hija o hijas después de haber ingresado a la frontera y no lo ha podido ubicar, puede registrarse en este sitio del gobierno para que le ayuden a reunificarse con su familia. 

El sitio tiene grabaciones e instrucciones en cuatro lenguas indígenas: M’am, Ki’che, Q’echi’ y Q’anjob’al, así como en inglés, español o portugués  Las familias pueden solicitar allí servicios de reunificación y recibir asesoramiento para, entre otros pasos, solicitar un permiso condicional humanitario que les permita venir a Estados Unidos.

Es que el drama de los niños arrancados a sus padres en la frontera durante la presidencia de Donald Trump todavía no se ha solucionado totalmente. 

Recordemos que entre abril de 2018 y junio de 2020, y con el objeto de detener la inmigración indocumentada, Trump emitió un decreto presidencial por el cual los adultos arrestados en el acto de cruzar ilegalmente la frontera fueron procesados criminalmente y encerrados en la cárcel durante los procedimientos judiciales. Así, los separaron de sus hijos. Una separación que continuó incluso después de que los padres fueron deportados a sus países de origen – Guatemala, El Salvador u Honduras – y frente a la cual los funcionarios del gobierno republicano mostraron una indiferencia por el sufrimiento humano comparable a la ejercida en países dictatoriales. 

El sitio que ofrece ayuda del gobierno federal explaya su oferta a todos aquellos cuyos hijos fueron separados entre el 20 de enero del 2017 y el 20 de enero del 2021, es decir, durante toda la presidencia de Donald Trump, porque incluso después del anuncio del cese de separaciones, estas continuaron, aunque a un ritmo más lento.

Miles de familias destrozadas

No se sabe a ciencia cierta cuántos menores fueron arrebatados a sus padres, pero se estima que el número es de entre 3,800 y 5,500. Las separaciones por lo regular duraban unas semanas, pero en muchos casos han llevado años, y aún quedan entre 700 y 1,000 niños que aún no fueron localizados, porque las autoridades de aquel entonces no se preocuparon por documentar su paradero. 

En su mayoría fueron enviados a familiares lejanos o a casas de cuidado.  Después de asentados se les permitía establecer contacto telefónico con sus padres, si estos estaban aún tras las rejas. 

Otros niños siguieron bajo la custodia de la CBP, la Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras, y retenidos ilegalmente por hasta 100 días, en violación del Acuerdo Flores de 1997 que  establece que los niños acompañados de sus padres en la frontera no pueden permanecer bajo custodia por más de 20 días. Este importante acuerdo fue litigado por los abogados Peter Schey y Carlos Holguín del Centro de Derechos Humanos y Derecho Constitucional. 

 

Asimismo, Flores requiere que el gobierno coloque a los niños no acompañados en instalaciones autorizadas por los estados para cuidar a menores y en todo caso, ni encerrados ni castigados.

La política de cero tolerancia

La separación de los niños de sus padres fue parte de la política de “cero tolerancia” hacia la inmigración ilegal impuesta por el gobierno anterior, y parte de la guerra del expresidente Donald Trump contra los inmigrantes, tanto legales como indcoumentados. 

Se recordará que cuando se hizo pública la separación forzada de los niños de sus familias, se desató una ola de críticas, tanto dentro del país – e incluso entre legisladores republicanos – como afuera. El Papa Francisco llamó la separación de familias “un acto inmoral”. 

Finalmente, Trump tuvo que echarse atrás ante la crítica, y el 19 de junio de 2018 ordenó que los niños queden con sus padres durante la duración del proceso legal en su contra. Lo hizo después de que por meses él y la Secretaría de Seguridad Interna Kirstjen Nielsen, afirmaran falsamente que tenían las manos atadas por las leyes federales y los fallos judiciales y que no podían impedir la separación de las familias aprehendidas en la frontera. Y lo hizo pretendiendo falsamente que era un paladín de dejar las familias juntas y que la política de separación comenzó durante la presidencia de Obama. 

Llega el alivio con Biden

En su primer día como presidente, Biden emitió una orden ejecutiva para reunir a las familias. Ese mismo mes, creó un grupo de trabajo inteagencia para localizar a los niños y devolverlos a sus padres. Pero recién en julio de 2022, la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ordenó a sus agentes asegurarse de no separar voluntaria o involuntariamente a los padres de sus hijos en la frontera sur o al realizar arrestos de indocumentados dentro del país.

En febrero de este año, el Departamento de Seguridad Interna anunció que había logrado reunir con sus padres a 700 niños adicionales a los devueltos durante la última parte del gobierno Trump, con lo que el 75% del total ya fueron reunidos con sus familias.

¿Quién defiende a las familias inmigrantes? 

Un puñado de abogados, activistas y organizaciones, defiende a las familias inmigrantes, ahora con ayuda del gobierno federal y de las Naciones Unidas. 

Mencionamos a Lee Gelernt, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles ACLU; y otros especialistas en esta importante organización, a Gina Amato,  directora del Proyecto de los Derechos de los Inmigrantes Public Counsel, a la abogada Carole Ann Donohoe de Al Otro Lado; a los activistas de la organización Together and Free, que ofrecen asesoramiento y ayuda a familiares de niños separados en el (332) 244 5301; a bufetes de abogados como Sidley Austin, que proporcionan ayuda legal. Al mismo Carlos Holguin, que ha representado a miles de niños migrantes bajo custodia federal.

A nivel internacional, a partir de este 1 de mayo, las operaciones de unificación están a cargo de la Organización Internacional de Migración (IOM), una agencia de las Naciones Unidas, en reemplazo de Kids in Need of Defense (KIND), del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (UNHCR) y de Justice In Motion, otra organización dedicada a inmigrantes en la frontera, entre otras.  

Conjuntamente, estos grupos y el actual gobierno federal ofrecen ayuda en obtener el permiso para que los padres vuelvan a entrar a Estados Unidos, “si corresponde”, en residir aquí hasta tres años bajo la libertad condicional humanitaria, con la posibilidad de solicitar autorización de trabajo y en obtener la ayuda necesaria para una reunificación exitosa con los hijos de los que fueron separados. 

Lo que queda por hacer

A pesar de que la terrible práctica cesó y es otro gobierno el que está ahora en el poder, no todo se ha solucionado. El Congreso se ha negado hasta el momento a autorizar una indemnización para las familias separadas. Cuando la Casa Blanca barajó la idea la bancada republicana lo repudió diciendo que era equivalente a darle un millón de dólares a cada “ilegal”. 

Están los centenares de niños todavía no fueron localizados. Y recién en febrero de 2023 se reveló que además, entre 400 y 1,000 niños separados nacieron aquí y por lo tanto son ciudadanos estadounidenses. Estos menores extrañamente se encuentran en desventaja en comparación con los otros niños, ya que su condición de ciudadanos los coloca automáticamente bajo la supervisión de las autoridades de bienestar infantil de cada estado, lo que complica los esfuerzos para ubicarlos y conectarlos con sus padres. Unos 226 de ellos fueron puestos en establecimientos de las agencias de protección infantil en California, donde están contabilizados. Pero centenares fueron  entregados a hogares de crianza en Arizona, Nuevo México y Texas, nuevamente, sin que exista la documentación adecuada y suficiente para devolverlos rápidamente al seno de sus familias. 

Que no se repita

Finalmente, no tenemos garantías de que este horror no se repetirá. El expresidente Donald Trump se negó a descartar hacerlo en su propio evento electoral el mes pasado, de ser reelecto, aunque su vicepresidente y también candidato presidencial para noviembre de 2024, Mike Pence, dijo esta semana que de ser electo él no renovará el programa 

Y Estados Unidos tiene autonomía en su trato de la infancia, al ser, junto con Somalia, el único país del mundo que no ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño, firmada por 195 naciones. 


Este artículo fue apoyado en su totalidad, o en parte, por fondos proporcionados por el Estado de California, administrados por la Biblioteca del Estado de California y el Latino Media Collaborative.

Autor

  • Fundador y co-editor de HispanicLA. Editor en jefe del diario La Opinión en Los Ángeles hasta enero de 2021 y su actual Editor Emérito. Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California. Es periodista, bloguero, poeta, novelista y cuentista. Fue director editorial de Huffington Post Voces entre 2011 y 2014 y editor de noticias, también para La Opinión. Anteriormente, corresponsal de radio. -- Founder and co-editor of HispanicLA. Editor-in-chief of the newspaper La Opinión in Los Angeles until January 2021 and Editor Emeritus since then. Born in Buenos Aires, Argentina, lived in Israel and resides in Los Angeles, California. Journalist, blogger, poet, novelist and short story writer. He was editorial director of Huffington Post Voces between 2011 and 2014 and news editor, also for La Opinión. Previously, he was a radio correspondent.

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