El plan de Trump: millones sin seguro de salud por los recortes a Medicaid

El 22 de mayo, la Cámara de Representantes aprobó la ley HR 1, un amplio paquete de reducción de gastos e impuestos que representa la agenda política del presidente Trump.
El voto finalizado en la madrugada fue de 215 a favor y 214 en contra.
Este proyecto de ley de 1,038 páginas que el mandatario bautizó “una ley única, grandiosa y hermosa” contiene recortes de impuestos en general a quienes más ganan y una multitud de recortes a los servicios sociales, especialmente el programa de atención médica Medicaid (llamado Medi-Cal en California).
Medicaid brinda servicios a 70 millones de estadounidenses – uno de cada cinco – de bajos ingresos o discapacitados.
El plan fiscal pasó a consideración del Senado.
Los republicanos alegan que el proyecto de ley representa el «fortalecimiento de Medicaid» al supuestamente depurar el programa de «estafadores, adultos sin discapacidad que se niegan a trabajar o inmigrantes ilegales» e imponer requisitos laborales.
La verdad es que lo que describen como lucha contra fraude y abuso son nuevas barreras burocráticas para dificultar la inscripción, reducir el gasto y mermar la participación en el programa.
Los nuevos requerimientos incluyen demostrar que los beneficiarios adultos trabajen durante al menos 80 horas mensuales, verificar su domicilio, demostrar su ciudadanía y registrarse cada seis meses en lugar de cada año.
Según el presidente de la Cámara Baja Mike Johnson, la demanda de estar trabajando para recibir la cobertura no llevará a la pérdida de beneficios “a menos que la gente eso elija”.
En cuanto a Trump, en una reunión en el Capitolio la semana pasada trascendió que pidió “no tocar Medicaid”, mientras que al mismo tiempo apoyaba la versión que hace precisamente lo contrario. No sorprende.
Aunque el 62% de los encuestados en un estudio de Kaiser Health News apoya esa afirmación, el porcentaje baja a 32% cuando se enteran que en este momento, la mayoría de los beneficiarios de Medicaid ya están trabajando o no pueden trabajar.
Adicionalmente, la ley reduce el reembolso para estados que cubren a indocumentados, impone copagos en múltiples tratamientos y prohibe pagos a organizaciones sin fines de lucro que ofrecen abortos.
De aprobarse el plan fiscal de Trump, 8.6 millones perderían la cobertura de Medicaid. El acceso al seguro de salud en los mercados de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Obamacare) sería más difícil y costoso, según la oficina independiente del Presupuesto del Congreso (CBO).
Este número se basaba en que el requisito laboral comenzaría en 2029. Pero en la versión actual, comenzará en 2026, lo que asegura un número más alto.
Y si se dejaran vencer los créditos fiscales que ayudan a las personas a pagar los planes de Obamacare (ACA), el número crecería a 13 millones.
De aprobarse la H.R. 1, se agregarían unos tres billones (millones de millones o trillions en inglés) de dólares en 10 años a la deuda nacional, que cruje hoy bajo el peso aplastante de 44 billones. Los fondos federales enviados a Medicaid caerían en 700,000 millones y el financiamiento de Medicare en unos 500,000 millones,
Hospitales deberán cerrar sus puertas y zonas rurales íntegras quedarían sin cobertura de salud cercana.
Solo en el estado de Nueva York, 1.5 millones de personas de bajos ingresos perderían la cobertura médica, con recortes al sistema de salud estatal de al menos 13,500 millones de dólares cada año.
El Senado debe votar en contra de la propuesta. Al momento, tres senadores republicanos – Josh Hawley, Lisa Lisa Murkowski y Susan Collins – expresaron su rechazo de los recortes a Medicaid, aunque otros se oponen a la ley por no recortar lo suficiente.
Es necesario hacer sonar las voces de alarma para impedir estos recortes. Si pasaran en el Senado, el resultado sería aumento de mortandad y enfermedades, pobreza y desesperación, y una profunda crisis social en nuestro país.