Futuro incierto para pequeños transportistas
IVANHOE, California — La Mesa Directiva de Recursos del Aire de California (ARB, por sus siglas en inglés), aprobó una serie de resoluciones el pasado 12 de diciembre encaminadas a mejorar la calidad del aire que respiramos, pero que también podría dejar sin trabajo a decenas de choferes, especialmente aquellos con capital limitado.
Entre las resoluciones, se exigirá a los propietarios de trailers disponer de nuevos sistemas de limpieza de particulas contaminantes que produce el diesel y después deberán renovar sus camiones. Las nuevas disposiciones entrarán en vigor el 1 de enero de 2011.
Para entonces, el millón de trailers que circula por California deberá contar con filtros especiales para controlar las emisiones contaminantes que se cree causan más de 9 mil muertes prematuras, además de asma, enfermedades cardíacas y respiratorias. Para los transportistas de larga distancia, las exigencias adicionales incluyen llantas especiales y adiciones aerodinámicas para mejorar el consumo de combustible.
Pero muchos pequeños transportistas aseguran que estas disposiciones los llevará a la ruina. «Mi trailer cuesta entre 9 y 10 mil dólares, ¿cómo voy a comprarme uno nuevo que cuesta entre 90 y 100 mil dólares?», pregunta Juan Loza, originario de Jalisco y padre de tres hijos.
Loza, quien lleva 15 años en este negocio, transporta bienes agrícolas en el Valle Central de California. Incorporar el equipo requerido costaría unos $15,000 dólares, más de lo que vale su camión. «Tengo la impresión que el gobierno quiere eliminar a los troqueros pequeños, como yo, y dejar a las empresas grandes», afirma Loza.
«No tengo capital para instalar el filtro o para comprarme un trailer nuevo», dice con resignación Arturo García, originario de Jalisco y con 9 años de troquero a sus espaldas. «No hay trabajo todo el tiempo, por ejemplo en invierno».
El costo de mantenimiento de un trailer de 80 mil libras es de unos 10-12 mil dólares al año, «más el combustible», dice este padre de cinco hijos. García también transporta productos agrícolas.
Gumaro Ceballos, por su parte, cree que detrás de estos nuevos reglamentos se esconde la mano del gobierno, «influenciado por las empresas grandes».
Porque, asegura, una vez que los pequeños transportistas desaparezcan, las empresas podrán fijar los precios del transporte. «Ellos son los que están presionando para dejarnos afuera», dice con firmeza.
Ceballos, de origen michoacano, tiene tres trailers y dos choferes. «A los rancheros tampoco les conviene que nos eliminen, nos necesitan».
Ceballos señala con su mano derecha a tres trailers estacionados a pocos metros. «Ellos tampoco están trabajando ahorita», dice casi murmurando. En esta pequeña población, Ivanhoe (ubicada a unas 50 millas al SE de Fresno), de casi 4,500 personas, hay unas 30 familias que viven del transporte. Todas son latinas.
De acuerdo a las autoridades de ARB, el gobierno dispondrá de becas y financiamiento especial para los transportistas que necesiten apoyo durante esta transición. Pero ninguno de nuestros entrevistados tiene información al respecto pero aseguran que no se dejarán vencer fácilmente.