Lou Dobbs: de tragedia a comedia
Fue todo sonrisas. “María, María”, rogaba, sonreía a la conductora de Telemundo María Celeste en “Al Rojo Vivo”. “Ayúdame, María”. “Créeme, María”.
Es Lou Dobbs en su nueva versión 2.0.
Desde que lo renunciaron –pagándole ocho millones de dólares— a su puesto de conductor del programa más anti-inmigrante en las cadenas de televisión (sin incluir a Fox News), Lou Dobbs está experimentando sensibles cambios. Una mutación. Como las películas donde los héroes se convierten en monstruos, Dobbs se retuerce, tira para aquí y para allá y luego habla:
Que quiere ser senador por el estado de New Jersey, dicen. Que quiere ser presidente en 2012, dicen. Quizás en un tercer partido, el de la Reforma, o el Americano, o uno nuevo, independiente como él.
En un par de semanas, Dobbs demostró su conocimiento de la psicología de masas, las mismas a las que se dirigía todos los días con lo que una amiga, que es abogada de inmigración y republicana, dijo: “puras mentiras”. De presentador de noticias se hizo político. Total, que ya lo conocen. En esta época de crisis social y económica, mucha gente busca a quién creer, porque a los que están en el poder ya no les cree nada.
Lou Dobbs, quiéralo o no, llega a la arena política con el legado de sus diátribas e invectivas extremistas. Y por más que se retuerza, sus palabras se le pegan. No se van.
Los inmigrantes mexicanos traen la lepra consigo a Estados Unidos, reflexionó hace cuatro años. Aqui hay una transcripción de ese programa.
También afirmó en su programa que los ilegales reciben atención médica gratuita (1/10/2003), comiten crímenes sexuales contra la población (30/10/2003), reciben descuentos en la colegiatura (22/10/2003), llenan el sistema de prisiones federales (4/11/2003) y centenares de miles de ellos recibirán empleos gracias al plan de estímulo del presidente Obama (9/3/2009).
Joe Arpaio, el sheriff del condado Maricopa en Arizona cuya misión en la tierra es cazar indocumentados y hacerlos desfilar, encadenados y con uniformes rositas, frente a la población, era un héroe de Dobbs.
En marzo declaró por radio que México se convirtió en “nuestra enemiga”.
Sus invitados eran los personajes más extremistas en el plano político estadounidense, al que de por sí no le faltan lunáticos. Como el Comité de Ciudadanos Conservadores y decenas más.
Los “illegal aliens”, o como los llaman “los ilegales”, forman la tercera parte de la población carcelaria del país, dijo. Aquí está la transcripción. Constituyen un problema nacional. Espere un momento: el principal problema nacional, porque su plan es, en realidad, convertir al sur de Estados Unidos en Aztlán. Este es el mapa que CNN exhibió mientras Dobbs, el 24/5/06, lo decía:
¡Ay, Dobbs!
Comedia, tragedia
¿Quién dijo lo siguiente? ¿Marx? Pues que sea Marx, y sin miedo: que la historia se repite dos veces, la primera como tragedia, la segunda como comedia.
Lo dijo respecto a Napoleón Bonaparte y su sobrino, o hijo natural Luis Bonaparte, ambos emperadores de Francia. El primero genio, el segundo un manipulador que sobrevivió 22 años en el poder.
Se puede decir también que hay un Lou Dobbs que fue tragedia, el de antes, y otro, el de ahora, que es comedia, farsa, burla y chiste.
Como tragedia, dijo de él Geraldo Rivera, presentador de la cadena de noticias Fox News, que Dobbs “ha contribuido a calumniar a los latinos en América más que cualquier otra persona”.
Estudiando bien el mapa político, de analista financiero se convirtió en el enemigo de los empleos que se pierden al exterior, de la inmigración y del libre comercio.
Como tragedia, se alarmó justamente durante las gigantescas manifestaciones de millones de hispanos, inmigrantes y sus aliados y simpatizantes en 2006. «Centenares de miles de extranjeros ilegales y sus simpatizantes fracasaron hoy en sus intentos de cerrar la mayoría de nuestras ciudades para apoyar la amnistía para todos los extranjeros ilegales», dijo.
Hasta trajo al estudio, para debatir, a quienes fueron líderes del movimiento, como mi vecino Javier Rodríguez, para un diálogo de sordos. A gritos. Aquí está la transcripción.
Ahora es todo comedia:
En la entrevista con Telemundo, Dobbs –¡Dobbs!– dice que apoya el plan de legalización de millones de inmigrantes. “Necesitamos la capacidad de legalizar a los inmigrantes ilegales bajo ciertas circunstancias”.
“Te puedo decir que soy uno de sus mejores amigos [de los hispanos] y tengo la intención de trabajar juntos”, dijo.
Respecto a Arpaio, Dobbs negó haber dicho que es un modelo para nuestra sociedad. Pero aquí está el vídeo de cuando lo hizo.
Aquí se puede leer la transcripción en español de la entrevista.
Mi amigo Jim
Leo que Jim Gilchrist pidió a la gente esperar unos meses para ver al verdadero Dobbs.
Ah, pero Gilchrist es el fundador de los modernos Minuteman, mejor llamados caza-inmigrantes. Lo entrevisté en 2004 durante una visita a la redacción de su semanario en un pueblo fronterizo de Arizona desde donde dirigía su actividad. El simpatiquísimo Gilchrist me trató de convencer que en su grupo había muchos latinos, casi el 40%. “Muestrame uno, así lo entrevisto”. Está bien, dijo Gilchrist. Demás está decir que el Minuteman latino jamás vino, porque, me dijo Gilchrist seis meses después, “tiene miedo en su comunidad”.
Pero hablábamos de Dobbs y no de su nuevo admirador.
A tres años de las próximas elecciones presidenciales, se agrega otro potencial candidato por parte de la derecha estadounidense. Al ladito de Sarah Palin. Y esto me lleva a otra comparación.
La historia se repitió: Reagan fue la tragedia. Palin, Dobbs, la comedia.
Ojo, todavía pueden ganar.