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Javier Sicilia: Ni uno más

La tarde del 6 de abril del 2011 se llevó a cabo la marcha nacional, la marcha del hartazgo. Niños, jóvenes y adultos se dieron cita en las calles de diversas ciudades para exigir al gobierno justicia y mejores condiciones de vida, en las calles se escuchaba:

No más muertos por la guerra contra el narco, no más abuso a la sociedad, no más militares en las calles, no más niños huérfanos, no más jóvenes sin esperanzas. No más de lo que ya hemos tenido suficiente.

¡Estamos hasta la madre! dijo el poeta Javier Sicilia, padre de Juan Francisco Sicilia, encontrado muerto el pasado 28 de marzo en Cuernavaca, Morelos. La muerte del hijo de un poeta querido y respetado en el entorno cultural fue la gota que derramó el vaso, luego de la aparición de la revista PROCESO el domingo 03 de abril, en donde Sicilia publicó la carta abierta a los políticos y a los criminales; después de ello, se organizó a través de las redes sociales Twitter y Facebook la marcha nacional de la paz, de la exigencia de la paz.
En la ciudad de México la marcha partió poco después de las cinco de la tarde desde Bellas Artes hacia el zócalo capitalino. Al llegar al punto final del recorrido, se dedicaron poemas y palabras de solidaridad a Sicilia y a todos aquellos que han perdido a un hijo o aun ser querido por «la lucha contra el narco». Alrededor de las 6 y media se dio a conocer el plazo (miércoles 13 de abril) que el poeta dio a Marco Antonio Adame, gobernador del estado de Morelos y a Felipe Calderón para que le entreguen a los asesinos de su hijo y de las otras seis personas.
La marcha pues, no fue por o para Juan Francisco Sicilia, dijeron los organizadores, fue para todos nosotros, para nuestros padres, hijos, hermanos, tíos, amigos, para no encontrarnos «a la deriva, con el horizonte roto». Mientras tanto Javier Sicilia desde Cuernavaca Morelos, convocó a los jóvenes y niños a exigirle al gobierno porque «desde siempre los jóvenes han movido montañas»

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2 comentarios

  1. pues si, ya estamos hasta la m… de la violencia en la calles, en los estados y hasta en los establos. Parece que mas que nunca nos damos cuenta de que vivimos en un estado deplorable y sin ‘derecho’. Si te hacen no hay quien te defienda pero si contestas todos estan en tu contra. Por matar en defensa propia te tratan pero que a un terrosista, si te dejan, te dejan en completo estado de ‘indefensión’ para que los cuates del occiso regrese a rematarte. Que hacer pues?. Hace falata una nueva revolución para que las cosas cambien o que?. Hoy se habla del joven Scicilia, pero que pasa aun con las muertas de Juarez, que pasa con los crimenes de Oaxaca y Chiapas, que pasa con los bebes del ABC?. No hay respuestas, no hay demanadas escucahadas, no acciones que por lo menos dejen a la sociedad con la calma de que algo se hizo. Padres, hijos, hermanos, esposas, amigos, conocidos todos con el coraje, la impotensia y la insertidumbre de que poca m…de unos y de otros y el yo… cuando me tocará y que haré entonces para defenderme?. Mmm…! ta ca…! no?.

  2. Cómo duele el dolor de los mexicanos! ¿Hasta cuándo México, Colombia y otros países tendremos que poner los muertos pra salvar el negocio de las mafias gringas, donde se supone » no existen los Carteles» cuando es allí donde se consumen mllones de toneladas y se colma el mercado financiero con los dineros narcos?

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