Administración Trump quiere deportar a periodista salvadoreño

El ataque contra los medios de comunicación continúa. La semana pasada le quitaron la acreditación ante la Casa Blanca al reconocido periodista de CNN Jim Acosta. Ahora están por deportar a Manuel Durán, un periodista salvadoreño que es crítico de la Administración Trump.

Durán, cuya vida peligra si es retornado a El Salvador, fue arrestado el 3 de abril en Memphis, Tennessee. Estaba cubriendo una manifestación en defensa de los inmigrantes indocumentados que se organizó un día antes del cincuentavo aniversario del asesinato de Martin Luther King, Jr.

El periodista, durante años, trabajó para Memphis Noticias, un medio online, en el que se ha criticado las políticas migratorias de Donald Trump y sus efectos en la comunidad latina.

Amenazado en El Salvador

Después de reportar sobre temas de corrupción y recibir amenazas de muerte, Durán tuvo que abandonar su país natal y refugiarse en Estados Unidos. Una experiencia similar a la de miles de salvadoreños que han venido, y siguen viniendo, escapando la violencia de pandillas y la corrupción de ese país centroamericano.

En 2006 se emitió una orden de deportación después que Durán no se presentó a una audiencia migratoria. Los abogados del periodista aseguran que nunca recibió la citación.

La policía de Memphis lo entregó a autoridades migratorias

Durante la manifestación de abril, en el centro de Memphis, Durán fue arrestado por desorden y obstruir el paso. Tras establecerse que estaba realizando su labor periodística, los cargos fueron removidos. Pero la policía de Memphis en vez de liberarlo lo entregó a las autoridades migratorias. Una represalia, se ha sugerido, por los reiterados reportes en que el periodista critica el accionar policial en la ciudad.

Las autoridades federales lo trasladaron al centro de detención de inmigrantes LaSalle, en Jena, Luisiana en el que, de acuerdo a Durán, las condiciones carcelarias son inaceptables.

La única esperanza es la Corte Federal de Apelaciones

Su apelación fue rechazada en octubre por la Junta de Inmigración. La única esperanza legal que queda es la Corte Federal de Apelaciones del Circuito 11, con sede en Atlanta. Ésta puede ordenar la suspensión de la orden de deportación y que se reabra el caso.

Deportarlo a El Salvador sería equivalente a una sentencia de muerte.

Autor

  • Martín Ocampo

    Escritor y periodista de Paysandú, Uruguay, quien actualmente reside en Nueva York, EE.UU., en donde ha trabajado en diversos medios. Su corazón es charrúa y su pluma es latina.

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