Bernardo Torres con niños del caserío La Laguna Seca unas de las zonas bajo control de la guerrilla / Marcial Tenía Razón, FB , 1983
El Sicahuite, Chalatenango.– Hace 40 años que Óscar Armando Dueñas Chávez, el legendario comandante “Bernardo Torres”, falleció combatiendo contra unidades del ejército salvadoreño en las montañas del norte del país. El 19 de marzo pasado, un grupo de familiares y antiguos compañeros de lucha le rindieron tributo.
Torres fue uno de los primeros jefes de la montaña en las filas de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL). El día de su muerte participaba en un ataque a un puesto del Ejército en El Limón, en el departamento de Chalatenango.
“Nos incorporamos bien jóvenes a la lucha para cambiar el sistema y tener una sociedad diferente. Es difícil para mí, a 40 años de la caída en combate de Bernardo, pensar que todavía seguimos en deuda con la justicia con nuestros mártires y nuestros héroes”, dijo durante el acto Lorena Cuéllar Barandiaran, la viuda de Bernardo.
A Óscar Dueñas lo crió su madre soltera con los ingresos que le procuraba su oficio de cocinera en el mercado de la ciudad de Santa Ana. Dueñas fue a la escuela pública y después de cursar el bachillerato, estudió ingeniería en la Universidad Centroamericana (UCA). Antes de ingresar a las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), el revolucionario fue activista del movimiento obrero.
El comandante Bernardo está enterrado en los alrededores de la iglesia de esta población del municipio de Las Vueltas. Durante la guerra emplazó su campamento en el cerro El Candelero, entre pinares y robles azotados por los frías ráfagas de frío. Un libro y una taza de café eran los únicos lujos que podían permitirse aquellos jóvenes, hombres y mujeres entregados a la causa revolucionaria en los años 80 del siglo XX.
Desde El Mirador de El Manzano en Chalatenango se ve al fondo el cerro el Candelero poblado de muchos pinos. / José Orlando Castro
Florentino Menjivar de seudónimo Rudy, muestra una fotografía junto a Bernardo Torres y otros guerrilleros cuando cruzaban la montañona en el año 1982. / José Orlando Castro
Pelotones y destacamentos de la guerrilla en Chalatenango en el Sicahuite realizan parada militar durante el entierro de Bernardo. / FB page Marcial tenía trazón, 1983
Lorena Cuéllar Barandiaran, esposa de Bernardo Torres, se dirige a los acompañantes y hace una reflexión sobre esa época y la entrega de la juventud por la conquista de la justicia y los cambios sociales. / José Orlando Castro
El campanario del cantón el Sicahuite, se destaca el cerro el cielo que conduce a la montañona. / José Orlando Castro
Destacamentos guerrilleros rinden homenaje frente a la iglesia del cantón el Sicahuite, Chalatenango. / FB Page Marcial tenía razón, 1983
Cerros y montañas que unen al cerro el Candelero del municipio de Dulce Nombre de María Chalatenango. / José Orlando Castro
n grupo de compañeros y amigos conmemoran en la entrada de la iglesia del Sicahuite, después de 40 años de la caída en combate de Oscar Dueñas, comandante Bernardo.
Velitas encendidas, flores amarillas y blancas le dan vida a las fotografías de Bernardo Torres con su hijo. / José Orlando Castro
Cantón el Sicahuite. Los pobladores de dicho lugar se dedican a la agricultura como principal fuente de sobrevivencia. / José Orlando Castro
Lorena Cuéllar Barandiaran hace 40 años vestida de camisa color morado y pantalón café ve a sus compañeros despidiendo a Bernardo. / FB page Marcial Tenía Razón, 1983
Compañeros y amigos de bachillerato narran anécdotas sobre la calidad humana de Oscar Dueñas. / José Orlando Castro
José Orlando Castro es de El Salvador. Realizó sus estudios de periodismo en la Universidad de El Salvador. Antes de ingresar a la academia fue corresponsal de guerra independiente. Con la firma de los Acuerdos de Paz estudió diversos talleres de guion y dirección cinematográfica y artística, y obtuvo diplomados en la Escuela de Comunicación Mónica Herrera. Sus exposiciones fotográficas se han mostrado en el Museo de Antropología MUNA con la temática Rehabilitación de mujeres y hombres en los centros penitenciarios (2016). En el campo audiovisual se han proyectado cortometrajes y documentales entre estos, Nos las vemos a palitos, Solidaridad sin fronteras, El Trifinio, Rechacemos la violencia, entre otros.