Comienza la revolución migratoria de Trump

Uno de los elementos más decepcionantes en los resultados de las últimas elecciones es que el 55% de los hombres latinos votaron por Trump. Y que con 46% casi llegó a la mitad del total.

The Guardian dice que en el barrio Little Havana de Miami, los festejos fueron de una magnitud no vista desde los festejos por la muerte de Fidel Castro, ocho años atrás. En menor medida se celebró en el corazón de Los Ángeles y en otros centros de población hispana. 

Trump les dijo que eran “traficantes de drogas”, “asesinos” y “violadores”, y votaron por él en números nunca vistos. Prometió la deportación más grande de la historia y se regocijaron por su victoria. 

¿Por qué votaron los latinos por él? En el tango La Cumparsita, Julio Sosa declama un poema de Celedonio Flores, que  culmina: “porque el tango es macho, por el tango es fuerte, tiene olor a vida, tiene gusto a muerte”. Porque Trump es macho, porque Trump es fuerte, tiene olor a vida, tiene gusto a muerte. 

Porque para muchos latinos y latinas, cuando Trump insulta, amenaza y habla como un fascista  racista, un fanfarrón y un misógino no se refiere a ellos. Al contrario: Trump les hace sentir más “Americans”. Apoyando a Trump se asimilan. Y con la asimilación se parecen más a los blancos, y votan por la economía, el seguro de salud y la inmigración.

Porque además millones de estadounidenses no iban a votar jamás por una mujer, que además es negra, que además es hindú, que además es de California, que además es de la liberal San Francisco y que está casada con un judío. Y eso incluye a los hombres latinos y afroamericanos. 

Porque el moribundo partido Demócrata cambió a Biden, un presidente estancado que el público veía como anciano esclerótico por ella demasiado tarde. Porque la mayoría de los estadounidenses reciben sus noticias de publicaciones ultraderechistas, Tik Tok y YouTube. Y porque nosotros, los de la prensa libre, vivimos en una burbuja.

Estoy recopilando publicaciones y comentarios de latinos en medios sociales y de pronto la enorme mayoría son ardientes admiradores de Trump. ¿En dónde estaban antes? ¿De dónde salieron? 

Al votar por Trump, los hombres latinos abandonaron a los latinos en general y a los inmigrantes en particular. 

Entonces no exagero si digo que más que la victoria de Trump sobre Kamala Harris, sorprendió su magnitud – ganó en todos los siete estados claves (el fin de semana se publicó que ganó en Arizona) y sus números entre los votantes latinos. 

¿Qué significa para el futuro? 

El 25 de marzo de 2006 yo estaba cubriendo la manifestación de casi un millón, vestidos de blanco, casi todos latinos, por la reforma migratoriaFue una fiesta. Aquel día, la comunidad latina sí existió.  Y la inmigración indocumentada desde México creaba cultura en Los Ángeles . Despertaba a los que estaban aquí antes. 

Ahora es vigente esa imagen del inmigrante que salta el muro o la cerca y entra corriendo a Estados Unidos y “cierren la frontera rápido que entran los ilegales”. 

Esa caída de solidaridad no podía llegar en peor momento. 

Durante la campaña electoral de cuatro años de Trump el tema migratorio jugó un papel crítico. Los insultos, amenazas, promesas, mentiras y difamaciones, se condensaron en planes operativos que él y su equipo de batalla tienen todas las intenciones de cumplir. 

Stephen Miller, el artífice de la separación de familias y los niños en jaulas, reconoció que es imposible deportar a entre 11 y 20 millones de “ilegales” de una vez, y se contentó con un millón por año. Que es aproximadamente lo que han hecho Obama y Biden cada año, pero mientras que los de ellos eran recién llegados y personas con historial delictivo, los deportados de Miller y Trump serán los que viven aquí desde hace décadas, trabajan y pagan impuestos, y tienen hijos estadounidenses. 

Los resultados de estas elecciones son malas noticias para los latinos en general y los inmigrantes en particular. 

La inmigración es un balance entre el desastre que dejan los inmigrantes en casa – crisis económicas, guerra, crimen –  y la atracción del país de las oportunidades al cual son bienvenidosEn Estados Unidos las leyes migratorias, respondieron históricamente a necesidades de mano de obra de bajo costo, móvil, temporaria y no organizada. Eso plasmó a la opinión pública y al Congreso, ley por ley. 

Y dentro de ello, a principios racistas: la exclusión China de 1882, el encarcelamiento de los japoneses en la Segunda Guerra Mundial.  Entre 1930 y 1933, durante la Gran Depresión, deportaron a dos millones de mexicoamericanos, de ellos, medio millón eran ciudadanos estadounidenses, en su mayoría niños nacidos aquí. 

Cuando llegaron los irlandeses, italianos, polacos y judíos, no eran considerados blancos. Llevó décadas para que lo fueran. El Plan Bracero de 1942 a 1964 importó de México a 4.5 millones de trabajadores. Muchos se quedaron aquí ilegalmente.  El boicot musulmán de Trump fue entonces solo un eslabón de una larga cadena. 

La deportación de los indocumentados, independientemente del número, no será nada nuevo. 

Y la política exterior de Estados Unidos no admite muchas diferencias entre los demócratas y los republicanos. En 2011 entrevisté al Presidente Obama en la Casa Blanca y le recordé que los latinos lo consideraban el Deportador en Jefe, que había fijado récords, que había faltado a su promesa de Reforma Migratoria. Dijo que todo era porque no tenía mayoría. Pero tuvo. 

¿Y ahora, qué va a pasar? Trump ya dijo lo que va a hacer y está en camino de hacerlo. 

Muchas de las acciones migratorias presuponen un conflicto con la presidenta Sheinbaum, lo que no sucedió con López Obrador. Estas son: 

Lo inmediato será el cierre de la frontera con efectivos militares. Luego, los tres objetivos cruciales serán, primero, la deportación masiva de indocumentados; segundo, la imposición de aranceles y tarifas (tariffs) contra productos importados desde México, primero del 25% y si no detiene la emigración, 50% y 75%, y tercero y a más largo plazo, la reinterpretación de la Enmienda 14 de la Constitución, para que los hijos de indocumentados que nacieron aquí no sean reconocidos como ciudadanos. 

¿Qué más hará? 

Financiar la construcción de centros de detención para albergar a centenares de miles de personas en todo momento. Completar la construcción del Muro; restablecer el Título 42 que le permite rechazar a solicitantes de asilo; renovar el programa “Quédate en México” por el que los solicitantes esperan del otro lado hasta tener respuesta a su solicitud; cancelar DACA, con sus 700,000 Dreamers, soñadores; cancelar el TPS de El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua, Venezuela; anular el parole humanitario de inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.

Y dentro de la reorganización total del gobierno, tal como lo detalla el detallado Proyecto 2025 de la Fundación Heritage en el capítulo sobre inmigración: 

  • Triplicar el personal encargado de deportaciones en ICE (Operaciones de Cumplimiento y Deportación – ERO – del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), que se triplicó desde 2003 a 7,711 empleados en 2024, agregando otros 20,000 y otros cinco mil abogados.
  • Desmantelar el Ministerio de Seguridad Nacional y dividir sus agencias. 
  • Devolver a todos los menores no acompañados a sus países de origen sin excepción. Cancelar las visas H2 y H2B de trabajadores temporales para agricultores y para los demás
  • Hacer el uso de E-Verify permanente y obligatorio – verificación de datos migratorios de nuevos empleados 
  • Anular la visa T para víctimas de trata de personas. 
  • Anular la visa U para víctimas que colaboran en la investigación y enjuiciamiento de un delito
  • Cerrar la posibilidad de salida bajo fianza de indocumentados porque desaparecen en el interior del país
  • Desarrollar el programa 287(g) de cooperación con policías locales y estatales de manera obligatoria a todo el país; 
  • Eliminar o reducir significativamente visas a estudiantes extranjeros de naciones enemigas. 

Sería ingenuo pensar que un gobierno populista como el de Trump no enfatizará la mecánica de las deportaciones. Porque es su razón de ser. 

Este artículo fue apoyado en su totalidad, o en parte, por fondos proporcionados por el Estado de California, administrados por la Biblioteca del Estado de California y el Latino Media Collaborative

Autor

  • Fundador y co-editor de HispanicLA. Editor en jefe del diario La Opinión en Los Ángeles hasta enero de 2021 y su actual Editor Emérito. Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California. Es periodista, bloguero, poeta, novelista y cuentista. Fue director editorial de Huffington Post Voces entre 2011 y 2014 y editor de noticias, también para La Opinión. Anteriormente, corresponsal de radio. -- Founder and co-editor of HispanicLA. Editor-in-chief of the newspaper La Opinión in Los Angeles until January 2021 and Editor Emeritus since then. Born in Buenos Aires, Argentina, lived in Israel and resides in Los Angeles, California. Journalist, blogger, poet, novelist and short story writer. He was editorial director of Huffington Post Voces between 2011 and 2014 and news editor, also for La Opinión. Previously, he was a radio correspondent.

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